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El ciclo "Noches santiagueñas de embrujo y leyenda" festejó su cuarta jornada en El Empujón del Diablo envuelto de alegría, música y tradición. Artistas de la nueva movida santiagueña fueron convocados para brillar en el escenario y ofrecer al público el color de las chacareras.
El Empujón del Diablo es un rincón lleno de tradición, vida, color, un lugar rodeado de luces mágicas e historias que envuelven a cualquier persona que pasa por allí.
Aquí era la cita para vivir este ciclo santiagueño junto a los artistas que nos cantarían con su talento y nos llenarían el alma con sus canciones. Cuatro martes, cuatro noches, cuatro lunas.
El ciclo comenzó el 16 de junio junto a Demi Carabajal y El Cuervo Pajón. El imaginario santiagueño estaba a punto de desplegarse y el público esperando abrazar a la primera chacarera que de allí saldría.
Los artistas que siguieron llenando los martes del añorado pago santiagueño fueron Franco Ramírez, Los Hermanos Herrera, Duende Garnica y Pucho Ruíz. Todas las noches fueron un éxito, el público bailando enarbolando su pañuelo, con miradas profundas y pupilas titilantes y un escenario que unía a todos estos grandes músicos de Santiago en un solo momento y lugar.
Llegó lo que sería la última presentación de este ciclo, El Empujón como siempre expectante para esta nueva noche, las mesas se presentaban en frente del escenario, abrazándolo. Una noche fría pero con mucho entusiasmo porque finalmente se realizaba este martes de embrujo y leyenda a pesar de las dudas por la creciente pandemia, pero los artistas no dejarían de cantar porque en el canto está su vida.
El primero en llevarnos a un mundo de changos, paisajes y sueños fue Daniel Patanchón que se vistió de "La Inmensidad" al aparecer. Desde allí presentó letras propias como “Donde todo comenzó” y “Perico” junto a Panky Malissia en la batería y Leo Villagra en el bajo.
Invito a Rony Gaitán para que lo acompañara en "Tilcara" con su quena, canción que hizo estremecer al público al sentir al pueblo jujeño en su piel.
Todo permanecía tranquilo, el público lentamente se acomodaba y se sentía seguro para formar parte de esta luna. Mientras el vino y las empanadas eran dejadas atrás, Patanchón comenzó a mover a su público con "Vienes a mí".
Otra invitada especial tomaba espacio en el escenario, Mavi Díaz, su profesora y productora vocal del disco que saldrá a fines de este año, y su amigo Gaby Luna, tocaron "Zamba del angel". Sin embargo, el piso estaba listo para ser lustrado con el zapateo y el zarandeo, y así nació "Chacarera del monte" y "Costumbres criollas".
Entonces, invitó a subir al escenario al Duende Garnica para cantar juntos "De ahicito soy, terrón de luna y silencios, coplita y luz, santiagueño cuero a cuero…".
La luces del escenario se desvanecieron pero no se apagaron, el próximo en aparecer sería Dipi Carabajal junto a su grupo, Pampi Torre en guitarra, el Chelco Pajón en bandoneón y Viruta Auat en batería. Mientras esperábamos el próximo y aparente último show del ciclo santiagueño, los artistas reunidos en el salón principal del Empujón se mostraban alegres, encendidos, brillantes, y es que este espacio les permitió reunirse y tener la oportunidad de unir su música ya que generalmente se presentan al mismo tiempo en diferentes provincias. La alegría se sentía en el lugar.
Apareció Dipi Carabajal en el escenario y fuimos conociendo las letras de las canciones que conforman su primer disco llamado Prendido al sentimiento siendo la mayoría de su autoría, y así este chango fue mostrando su indudable pertenencia a Santiago del Estero, a la familia Carabajal y la pasión que siente por la chacarera. El público ya no podía quedarse quieto, las sillas resultaban un lugar incomodo para estar, y bailando hicieron suyas las chacareras de Dipi lanzadas al azar.
"Espero que todos llevemos la melodía del monte dentro", expresó y comenzó a cantar "Melodía del monte", a la cual le siguieron "Mujer de luz" y "La canción pa´l después".
Los amigos desfilaban por el escenario haciendo su aporte a este ciclo santiagueño como Laura Ros y Franco Ramírez, pero se acercaba el final, y tras una mezcla de ritmos reguee-carnavalito-cumbia-bolero, Dipi llamó a Daniel Patanchón para finalizar juntos esta especial noche. Así llegaron las chacareras que son patrimonio de Santiago como "Alma de Rezabaile", "Chacarera del patio", "El embrujo de mi tierra" y "Para los ojos mas bellos".
Todas las personas que presenciaron este ciclo pudieron llevarse a su hogar un pedazo de Santiago y el deseo de ir o volver a ese pago que contiene una magia especial y vivir en su piel lo que estos músicos expresan con su poesía.
El reloj marcaba las 2. Como broche de oro en el escenario se reunieron todos los artistas que conformaron el ciclo: Demi Carabajal, Franco Ramírez, Duende Garnica, Cuervo Pajón, Los Hermanos Herrera, Pucho Ruíz, Dipi Carabajal y Daniel Patanchon, todos juntos cantando “Zamba del llanural”, expresando con el alma las melodías de Leocadio Torres: "…Noches santiagueñas para enamorar".
Y para alegría de todos nosotros se dio la noticia de que estas noches santiagueñas durante los martes en El Empujón del Diablo continuarían y que mejor en medio de tantos pesares, más noches para enamorarse.