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A pesar del frío que hacía la noche del jueves 25 de junio a las 22, en el corazón de San Telmo , en el Centro Cultural Torquato Tasso la sala estaba repleta para presenciar otro show de Aca Seca en una serie de conciertos que se prolongó durante los jueves de junio.
Una vez que los músicos Andrés Beeuwsaert, Juan Quintero y Mariano Cantero ocuparon su lugar en el escenario arrancaron con “La música y la palabra”, de Carlos Aguirre, “Alpa Puyo” y “Maricón”, de Juan Quintero.
Juan arrancó las primeras sonrisas de la noche cuando se sacó un pullover rojo que tenía puesto e hizo el gesto de revolearlo por encima de su cabeza como si fuera un poncho. Aca Seca no tiene una identificación con un público determinado dentro del folklore, alguna vez hasta les gritaron que eso que hacen no es folclore, y a su música se la puede encasillar entre world music y jazz, aunque el genuino sentimiento arraigado en una corriente folklórica se respire en cada presentación del trío.
Elevaron la presión acústica con "Carcará", de Jorge Fandermole, luego sólo en el piano Andrés, ex músico de Pedro Aznar, tocó y cantó "Hurry", de Hugo Fattoruso. Siguieron con “Agarrao”, de Pepe Nuñez y Juan Falú. "Agüita de río manso, / fresca y clarita. / libre como venís, / no han de acorralarte mis manos", cantaba Juan Quintero en el tema "Coplas al agua", continuaron con otro hit de Juan “A Pique” y con “Esa tristeza”, de Eduardo Mateo, canción que no está grabada en ninguno de los dos disco que tiene el grupo formado a mediados del año 1999, “Aca Seca Trío” y “Avenido”. Manejando hábilmente los climas del recital, hicieron "Equipaje". de Juan Quintero
El momento más alto de la noche se dio cuando presentaron a los primeros invitados: Liliana Herrero y Matías Arriazu para acompañar en la guitarra y voz. “Los amo a los tres, Aca Seca es un grupo extraordinario, es un ejemplo que demuestra que no es cierto que lo popular debe aliarse con lo pasteurizado, con lo más fácil”, decía la cantante rosarina cuando cesaron los aplausos. Con ellos hicieron “Mariposa Azul”, de Ramón Ayala, “Cosechero”, del mismo autor, y la “La casa de al lado”, de Fernando Cabrera.
Aca Seca se despidió con los tres músicos parados al borde del escenario sin amplificación, con palmas, cajas y voces con "Comadre Dora" y "Domingo ´i chaya" para culminar una presentación donde una vez más demuestran que lograron una clave capaz de fusionar tradición y modernidad, sencillez de las formas folklóricas y complejidad musical con racionalidad y belleza.