}
La tradicional peña del Dúo Coplanacu, que es un éxito cada verano en Cosquín, se trasladó por tres días a La Trastienda. Participaron artistas como Emiliano Zerbini, Mullieris, La Yunta y Gustavo Chazarreta. En esta cobertura, una crónica con lo mejor de las tres noches y una entrevista en video junto a Julio Paz y Roberto Cantos (VIDEO: ver entrevista).
Durante los días 14,15 y 16 de mayo, Buenos Aires recibió a La Peña de Los Copla con un desfile de verdaderos talentos de nuestro folklore, que hicieron repiquetar el centro porteño entre empanadas, buen vino, mucho baile y todo el calor popular de nuestra música.
Tucumán dijo presente con los changos de La Yunta y fueron los responsables de abrir la noche del sábado y también de poner de pie a los primeros bailarines. Julián Humarán y Gustavo Paéz terminaron de adueñarse de la sala con el carnavalito ¨Anda y decile tu mama¨.
La “Zamba del progresante” trajo un poco de tranquilidad, que fue interrumpida por un corte de luz, pero ¿si hay vino, empanadas y un rasguear de guitarras, para que queremos luz? De todas maneras se encendió rápidamente, pero ya era tarde…los muchachos de La Yunta fueron mas rápidos que la luz, porque no dieron tiempo a que los bailarines se ubiquen porque ya estaban a todo canto con "El picaflor".
La Yunta se despidió, como no podía ser de otra manera, con ¨La luna tucumana¨.
Con estructuras musicales complejas como fugas, contrapuntos, canones y melismas, el conjunto vocal Mullieris deslumbró al publico logrando fusionar arreglos vocales clásicos, sones colombianos y venezolanos. Todo esto condimentado, por supuesto, con chacarera a discreción. Un espectáculo realmente para disfrutar. No solo de la música, sino también de la picardía típica de las mujeres santiagueñas.
El paso por Centroamérica con “Lagrimas negras”, canciones de Leo Dan adaptada a cuatro voces, chacareras llenas de paisaje como "Alma Challuera". También un tema de Los Fabulosos Cadillacs puso el toque porteño a la peña con “Demasiada presión”.
Es así que el grupo Mullieris conformado por Aylin Ashud, Carolina Erk, Maria Eugenia Paez y Marta Nacer, transformó la fiesta santiagueña en latinoamericana y aumentó las ganas de seguir bailando. Un verdadero espectáculo de originalidad.
Un nuevo receso deja a los bailarines retomar energías, entiéndase energías por vino.
El Negro Valdivia, anuncia por fin la llegada del Dúo Coplanacu, los ¨culpables¨ de semejante despliegue de color, fiesta, tradición e innovación. Arranca la "Inti Sumaj" y pone de pie a los bailarines como víctimas de algún embrujo salamanquero.
Una seguidilla de chacarera (“La penadora”) y un gato (“El 180”) hace bailar hasta el cansancio al público. Se suma otra chacarera que llega para nombrar a “Pancho Raco”, que a falta de yerba y tabaco hubo que completar con vino y empanadas.
No podía faltar la zambita "Mientras bailas", ni "Retiro al norte", que trajo a la memoria el recuerdo del pago de muchos provincianos radicados en Buenos Aires.
El público se calma con la zamba “Agitando Pañuelos”, que es cantada con un ¨coro celestial¨, como lo bautiza Julio Paz.
¨Corazón chiquito rojo, vivo llevo.
Fueguito que arde y que sigue ardiendo.¨
Así se despiden Los Copla, dejando encendida una llama popular que ilumina el ¨mar de arriba¨ y convida a llegarse hasta Cosquín por la peña del Dúo para seguir avivando la llama del folklore, tanto el tradicional como el de innovación de los nuevos exponentes.