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La comuna de San Isidro festejó 300 años de historia con una agenda cultural y religiosa, y un festival de música popular el domingo 14 y el lunes 15 de mayo, aprovechando el feriado comunal en honor a las fiestas patronales de San Isidro Labrador. Con una prolijidad impecable, la primer jornada del festival dio comienzo a las 15 horas, con algunos de los nuevos consagrados del folklore, quienes se dieron cita en el escenario ubicado en un extremo de la plaza Bartolomé Mitre, frente a la Catedral. El grupo De Tal Palo, Laura Ros, Leandro Airala, y Sandra Santos, fueron los jóvenes que brindaron nuevos sonidos del folklore, con De Tal Palo en ritmos latinoamericanos, Laura Ros presentando temas de su disco debut "Del Aire", y Leandro Airala y Sandra Santos brindando todo su talento. La tradición estuvo a cargo de Juan Juncales, el Dúo Socavón y Robustiano Figueroa Reyes. El dúo formado por Emilio Martínez y Raúl Tomás recordaron los viejos tiempos en las peñas de San Isidro, junto a músicos populares como los Farías Gómez y los Airala. Ahí nomás despacharon un comienzo con Perfume de Carnaval, Añorando, y Patio de la Casa Vieja. El cierre fue con Figueroa Reyes, un artista muy querido por el público, en su mayoría conocedor de su obra. El lunes 15 el festival dio comienzo a las 18.30 y convocó a cientos de vecinos -un número un tanto más elevado que el día anterior- que se disfrutaron de una tarde en la que la salteña Melania Pérez y su voz maravillosa, los trasladó a los valles calchaquíes con sus bagualas. A continuación, y luego del grupo Baba Yaga, Guillermina Beccar Varela, los hizo cantar La Zamba del Grillo y Calle Angosta, en el cierre de un show impecable. Y para el cierre, el Chango Spasiuk, cuya humildad sobre el escenario y su calidad como artista dieron un marco definitivamente perfecto a este festival que congregó a muchos vecinos de la zona norte del gran Buenos Aires y alrededores. Mirando la hora a cada rato para que no se pase el horario de la misa de las 21 horas -aunque después se enteró que la misma había sido a las 17hs y extendió su espectáculo- el músico misionero deleitó no sólo con su música sino con una banda impecable a la platea, que festejó como en el caso de los demás artistas, cada interpretación. Por suerte todavía tenemos la oportunidad de disfrutar gratis de estos festivales y si además están hechos con suma calidad y profesionalismo, da mas gusto visitarlos. Mientras la noche del lunes cerraba sobre las barrancas, los últimos sonidos de un “Chamamé Crudo” se mezclaban con el violín de Víctor Renaudeau y el acordeón del Chango, allí donde el agudo se confundió con la bocina del tren que pasaba más abajo.