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Paso a paso y con mucho trabajo, Claudia Pirán comenzó a transitar su camino en la música. De a poco los sueños comenzaron a hacerse palpables y la gente la adoptó como una de las artistas más queridas dentro del folklore.
En 2005 fue Consagración en Cosquín y eso produjo un efecto positivo en su carrera. Claudia no se quedo con eso y fue por más. Hoy nos presenta Pasaje al Corazón, un disco dedicado al amor en su máxima expresión.
Pasaje al Corazón es un disco en el que hay un fundamento, un mensaje…
-Es así, hay mucho de nosotros y con una metáfora que creo que es esencial para la vida de cada uno de nosotros que es el amor, pero no solamente el amor de pareja sino el amor por uno mismo, hasta por las cosas de uno como la tierra, la familia y la vida misma. El amor como motor de lo que somos y por lo que hemos venido.
Tiene una metáfora que habla de los amores y desamores que nos hacen quienes somos y que nos hacen crecer y aprender día a día para poder seguir, como dice Eladia Blázquez en “Honrar la vida”, ‘de pie y erguirnos vertical ante cualquier circunstancia’.
Hay varios autores latinoamericanos en el disco ¿la idea fue tener una apertura musical o fueron temas elegidos por las letras?
-Fueron las dos cosas. Hay canciones que se te hacen piel y hay canciones que no se hacen tuyas. Las canciones del disco si se hicieron nuestras y los autores hablan de lo que queríamos hablar nosotros. El tema “Yolanda”, de Pablo Milanés, que es una declaración de amor maravillosa, siempre digo cuando converso con el público qué a quién no le hubiera gustado ser Yolanda aunque sea cinco minutos y que le escribieran semejante declaración de amor.
No nos basamos en un género, nos basamos en el mensaje y por eso hay tangos, hay baladas, hay canciones que a pesar del cancionero popular argentino las hemos traído como “Fuiste”, de Julio Durán Corrientes, popularizado por la gran Gilda en homenaje a ella y al mensaje del disco. “Fuiste” es una canción importante que marca una etapa distinta que es la que hoy queremos reflejar que es esto de poder abrir el espectro del folklore a la esencia básicamente, no a aquellas cosas que pertenecen simplemente por ser del folklore, sino las que realmente hacen raíz en cada uno de nosotros y por eso pasan a ser tradición en el corazón de cada uno y en lo que somos.
También incluimos a Jorge Drexler como transporte, esto de que si vos estás en mi vida como yo en la tuya vos sos mi transporte a la vida, a las cosas importantes. Canciones como “Volveré siempre a San Juan”, de Ariel Ramírez y Armando Tejada Gómez, que a pesar de no ser sanjuaninos hablan de un amor a la tierra y de aquello que te hace volver y al cantante a cantar porque eso es lo más grande con lo que podés homenajear al que te escucha.
Hay un tema de tu autoría y Héctor Cortez que tiene una frase muy linda: “ser alguien diferente es lo normal” ¿en que esta basado ese tema?
-Es una canción que habla del amor por uno mismo. Muchas veces nos centramos en las diferencias como si fuera algo que nos excluye de ciertas cosas y en realidad las diferencias nos hacen únicos y nos hacen pertenecer. Si todos fuésemos iguales sería terrible, la vida sería algo que no merecería ser vivida, pero en cada una de nuestras diferencias sea cual sea, las más difíciles o las que tienen que ver con cosas superfluas la vida es para todos y las oportunidades son para todos. Hay veces que uno se niega a la vida que a uno le toca vivir y se desvía del camino, por eso dice “no huyas más de ese destino y no dudes de quién sos”, porque justamente tenés que entender que en tus diferencias está tu esencia, la luz, la verdad y ahí está la normalidad. Eso es lo normal, poder asumirse e ir de pie ante cualquier circunstancia de la vida y ofrecerse así.
A veces la prensa del folklore es complicada, te arriesgaste presentando en Cosquín temas como Chiquitita y Fuiste...
-Nos jugamos. Fue una decisión fuerte, difícil hasta el último momento. La primera vez que la cantamos ante mucho público fue en Cosquín y dijimos, esto somos, acá está nuestra esencia, esta en la tonada, en la chacarera, en la cueca, en el huayno y también en aquellas canciones que hemos traído al folklore porque es donde queremos estar. No me quiero volver un cantante melódico para poder hacer “Chiquitita”, sigo arraigada al folklore y por eso nos la trajimos. Cuando la cantamos en Cosquín la gente suspiro y la cantaba, entonces confirmamos que realmente tenía un lugar importante en la vida de cada uno. Fue arriesgado y lo pensamos mucho pero no solo por la crítica sino por nosotros mismos, por si estábamos verdaderamente seguros de dar esto que queríamos. Nos decidimos porque nos sentimos seguros y fue lo que hizo que “Chiquitita” se impusiera y no tuviera estas críticas que por ahí en el medio del folklore suelen suceder por una cuestión lógica de que se lo cuida. Nosotros lo hicimos con mucho respeto y se transmitió.
¿Ser consagración en Cosquín en el 2005 te ayudó realmente en tu carrera?
-Claro. Cosquín fue para nosotros como el termómetro. Nosotros arrancamos en el ’98 con un Pre-Cosquín que no nos fue bien pero lo perdimos. Fue parte de lo que tiene que suceder y vamos a seguir porque es simplemente un concurso.
En el 2000 hicimos Espectáculos Callejeros y lo ganamos y fue un pasaje al Escenario Mayor, fue la primera vez que pudimos cantar, porque en el fondo sabíamos que necesitábamos la oportunidad y a partir de ahí estuvimos programados, a veces fuera del horario televisivo, pero sentíamos que el Escenario Mayor era el gran momento.
Hay muchas otras cosas que se viven en Cosquín y muchos encuentros con la gente que es como encontrarse con una porción de país y uno no se lo puede perder. Por eso apostamos muchísimo a las peñas y cada vez que terminaba Cosquín ya estábamos pensando como volver al año siguiente porque era un gran sacrificio pero ya lo teníamos en mente.
Fue una elección, quizás para otros fue otro el camino, nuestro camino fue afianzarnos en Cosquín y a partir de ahí fueron surgiendo amistades enormes con Peteco, Teresa Parodi, Jorge Rojas, Los Nocheros, Los Carabajal, Juan Carlos y Facundo Saravia, Los Copla, gente que nos dio una mano desde su lugar. Ellos nos aconsejaron para crecer.
¿De aquí en adelante cómo sigue la agenda?
-Dentro de poco se viene un teatro en Buenos Aires, se barajan varios nombres pero ya vamos a elegir porque hay que saber donde uno está de pie también y a partir de eso en mayo hay un evento muy importante el 23 de mayo en Santa Victoria en el monte Chaco-Salteño junto a Jorge Rojas. Es para ayudar a los aborígenes de allá y a partir de eso ya empezamos a trabajar para la agenda del 2010 que ya hay alguna propuesta que por primera vez se dan con tanta anticipación