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Notas
NOTA DE INTERÉS


05/04/2009

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RECORDAR


“Pueblo, mi pueblo, extraño tus tardes, querido pueblito no puedo olvidarte…”, su propia obra que retumbó siempre en la cabeza cuando sentía a su Santa Fe querido, tan lejos… con su caminar lento, encorvado y sus lentes, en sus ochenta y pico lo devolvió al pago que lo vio nacer el 5 de abril de 1912 y lo forjó en la música para dejar allí su último aliento de vida a fines de octubre del 2000 entre sus obras y los elementos de química.

Su vida es y será símbolo de honor para la música argentina y para los compositores e interpretes del mundo que basan sus actuaciones en las creaciones para piano, guitarra, interpretaciones corales con acompañamiento y a capella y música de cámara de Carlos Guastavino.

Su personalidad reservada, y hasta a veces chocante, lo llevó a comprender su rechazo por las obras contemporáneas, que las consideraba una mentira y un insulto para los inspiradores de la bella lírica, porque, en su opinión, la música es el resultado de una perfección tonal, armónica y rítmica; además, en su vida de artista jamás le gustó asistir a homenajes porque no le gustaba la muchedumbre y sus deseos de autógrafos porque consideraba que no tenía la culpa de escribir música, de que lo quieran por lo que hacía, simplemente componía lo que sentía, en la soledad, en la naturaleza y en su pluma, que lloraba junto a sus ojos cuando la posesión en clave de Fa y Sol le dictaba sobre el pentagrama.

Aprendió a tocar el piano antes de escribir y debutó a los cuatro años en el Teatro Municipal de su provincia en una obra para dúo de piano y violín, cuando el niño era alumno de la pianista Esperanza Lothringer; en la adolescencia, la pulseada musical le ganó a la carrera de Ingeniera Química que había comenzado en la Universidad Nacional del Litoral, cuando continuó sus estudios de piano con Héctor Ruiz Díaz.

Ya instalado en Capital Federal, cerca de los 20 años, mediante una beca del gobierno provincial, estudió en el Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico de Buenos Aires; tomó clases con el profesor Athos Palma y Germán de Elizalde y comenzó a tener una formación que notaba un claro apoyo a los ideales musicales de músicos argentinos del S.XIX como Alberto Williams y Julián Aguirre; por lo tanto, su personalidad para componer e interpretar sus propias obras lo llevaron a conocer el mundo entero. 

Su popularidad como compositor se afianzó a fines de los ´40 y ´50 con algunas giras por América del Sur, Europa, África y Asia, en donde brindó conciertos, por ejemplo en Londres del 47 al 49 junto a la BBC (Corporación Británica de Difusión –en español-), quién grabó su obra Tres Romances Argentinos; además fue acreedor de una beca del British Council (Consejo Británico) y tuvo varias presentaciones por La Unión Soviética, China, Rusia, por nombrar algunos.

Entre sus obras orquestales se destaca La Suite Argentina, presentada por el Ballet Español de Isabel López en España, Cuba, Francia e Inglaterra y Sonata de Santa Fe; para piano, las 10 Sonatinas argentinas, Tres romances argentinos y Sonatina en Sol menor ; música de cámara para coro, Las Indianas Nº1 y Nº2; para canto y piano, Se equivocó la paloma, La Rosa y el Sauce, La tempranera y cabe destacar, que sus composiciones son y fueron parte del repertorio de grandes artistas como Joan Manuel Serrat, José Carreras, José Cura, Alfredo Krauss, la soprano Agathe Martel, la mezzo soprano Teresa Berganza, John Williams, el tenor Raúl Gimenez, entre otros.

Su música, como instrumento de cultura,  fue meritoriamente reconocida en 1987 por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Consejo Interamericano de Música (CIDEM). También recibió el “Premio Consagración Nacional” de la Secretaría de Cultura de la Nación en el ´92, un premio de la Comisión Cultural de Santa Fe por sus canciones, una distinción, en 1993, de la “Asociación de Críticos Musicales de Argentina” y finalmente, fue declarado como “Personalidad Emérita de la Cultura Argentina”, otorgado por la presidencia de la Nación, en 1999.

Fue inspirador del Ensamble Coral Carlos Guastavino dirigido por Eduardo Mendelievich, creado en 1997, y la Fundación Carlos Guastavino que tiene objetivos registrar, documentar, difundir, formar y contribuir al desarrollo de la actividad musical académica argentina y para no ser menos, fue parte del tercer tomo del Proyecto Aula Ciudad, un material educativo que se distribuyó en Santa Fe en todas las escuelas en forma gratuita para que docentes y estudiantes.

Carlos Guastavino era argentino, introvertido, pianista y compositor que se guardó en su perfil bajo y distinto y murió en la soledad de su provincia santafesina, con su memoria perdida, encontrada en sus familiares. A pesar de los reconocimientos, su deceso pasó casi desapercibido, por la popularidad periodística y musical mientras en el resto del mundo, es una fuente de estudio, aprendizaje y poesía musical…


 


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