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De voz pausada y mirada calma, como aquellas que demuestran buenas intenciones, el fundador de uno de los Centros Culturales más importantes de Córdoba, dialogó con FolkloreCLUB y esto nos dijo:
El CC hace cuatro años que está en Cosquín. Es originario de Arroyito, un pueblo de este de la provincia de Córdoba y tiene también una sede en Córdoba Capital. El trabajo que se viene haciendo es en función y en homenaje a uno de los fundadores de un grupo empresario muy importante, que es Don Enrique Brizio. En gratitud con él, por todo lo que me brindó, le puse su nombre.
El CC no sólo se compone de las actividades culturales, como los talleres, sino también de actividades de tipo social, educativo, dedicadas a la salud. Hay equipos técnicos que trabajan en ello.
Los talleres que se realizan en este momento están orientados a todo tipo de especialidades: cualquier instrumento musical, plástica, pintura, lenguaje de señas.
El CC además acompaña a todos los artesanos en sus actividades y a los talleres en la Escuela Roca. En las otras sedes, también apoyamos estos emprendimientos. Se realiza una gran actividad social en centros vecinales y también cuenta con una serie de tareas que apuntan a problemáticas específicas, como es el caso de los niños especiales.
El CC cuenta con un instituto para niños autistas que, me atrevería a decir, es el segundo o tercero que hay en el país, el único que hay en Córdoba. Cuenta con toda la contención y el tratamiento para estos niños.
- ¿Es privado o estatal?
Es netamente privado. La responsabilidad, un poco, es de mi familia. Hay recursos que permiten llevar el emprendimiento adelante. En parte esto viene como agradecimiento a Enrique Brizio, que fue mi padrino y a quien le debo todo lo que pude desarrollar en mi vida.
- ¿Cuáles son los costos de los talleres?
El CC no tiene fines de lucro, no tiene ningún tipo de ganancia. Al contrario, sirve de contención a los profesores, porque tienen en cada sede un espacio para desarrollar una actividad y así contener a niños, jóvenes y adultos.
El costo depende de cada actividad, pero un taller puede estar arriba de los $10. En Cosquín y Arroyito los costos son menores. Hay sedes de capacitación en Bariloche, en San Francisco y en otras ciudades.
Los costos dependen, muchas veces, de los profesores. Juntos organizamos jornadas solidarias, especificas de apoyo, donde toda la infraestructura la coloca el centro cultural. Pero, los precios son muy accesibles y en algunos casos no superan los $5.
- ¿Cuáles son los talleres más concurridos?
Pintura y plástica. La sede de Córdoba tiene música muy variada, pero Cosquín es folklore netamente. En Cosquín se da la característica de que podemos enseñar artesanías o tareas vinculadas a los instrumentos musicales. En las demás sedes hay muchas capacitaciones, enfocadas a problemáticas sociales y también económicas; porque nos interesa ocupar un espacio en lo que es la capacitación. Algunas tienen que ver con calidad, medioambiente y bromatología. Esa es mi profesión: soy licenciado en química, pero la vida me llevó a hacer esto también.
- ¿Qué rol ocupa el deporte en ese proyecto?
Tenemos centros de deporte, con guarderías. Esencialmente se imparte enseñanza en escuelas de fútbol. En Arroyito hay un polideportivo que lleva el nombre de Brizio. Todo eso hace a una contención deportiva y donde jóvenes, niños y adultos pueden practicar otros deportes como ho ckey y jockey para damas.
- ¿Han pensado en expandirse a otras provincias del país?
En este momento, la expansión se da por medio de intercambios, por realizar apoyos de gestión y establecer contactos. No descarto la posibilidad. Por ejemplo, como se hace difícil trabajar a distancia, por ejemplo, con Salta realizamos intercambios culturales. Dentro de Córdoba vamos a los otros festivales, como el de Villa María y hacemos intercambios de capacitación y folletería. Así, sin tener subsedes, estamos presentes en otras zonas.
- ¿Quisiera que el CC Brizio fuera tomado como modelo de gestión?
Creo que hay muchos CC en Buenos Aires –de otra envergadura- y en otros lugares. Creo que lo que uno hace es una humilde semilla para colaborar con lo que la sociedad está demandando. Hay emprendimientos más grandes que éste. Nuestro desafío es crecer, indudablemente. Ojalá concentremos centros de capacitación. Porque entre el deporte, la cultura y la capacitación vamos a lograr contener a los niños y a los jóvenes. Vamos a lograr que muchos de los que van por el camino de la droga, no lo tomen y se sientan contenidos aquí. Nuestro compromiso es la contención social.