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Hubo una unión, característica en el León del Pueblo, una simpleza de hombre que ya hizo su fama en esta vida y con ella, el egoísmo y la fanfarronería las deja de lado para abrirle puertas a personas que son, mayormente discriminadas por la sociedad y parte de la pirámide jerárquica. Hay una mirada sincera y humilde en la mirada de los chicos, los ojos ilusionados y un sueño interminable y con profundo éxito.
León Gieco brindó un espacio de su excelente show a los artistas del Mundo Alas, un grupo de artistas discapacitados con los que realizó una gira de tres meses del cual filmó un documental convertido en película y en libro y será también un documental de diez capítulos en el canal Encuentro: “Vamos a hacer algunas actuaciones para sostener la película, cual está muy buena; lo que pasa con el Cine Nacional es que se estrena y a las dos semanas se tiran las películas a cualquier parte. Yo la llevaré por el interior del país y trataremos de hacer conciertos. En cuanto a la película, se pensó como una idea más chica, pero como tenemos unas 200 horas filmadas en la gira por Córdoba, Rosario, el Luna Park y Capitán Bermúdez y han pasado tantas cosas en las giras que se hizo más interesantes -muchos chicos se enamoraron y se quieren casar- pensamos en el film que, como corresponde, será 5.1”.
Ellos regalaron sus artes vocales, artísticas y plásticas en un escenario que recibió todos los galardones del público: “Estoy muy orgulloso que la Comisión del Festival haya permitido hacer este tipo de show. Este grupo de Mundo Alas, es pura integración, funciona innatamente, solamente hay que subir a un micro y todo lo demás es improvisado”, comentó León.
“Carlos Sosa hace pinturas en Caminito, en La Boca, donde le vende los cuadros en dólares a los turistas; Demian Frontera es un bailarín impresionante -baila en la silla de ruedas- que llegó a nosotros luego de sufrir un accidente que le impidió ser un gran deportista pero lo trajo hasta nosotros; Karina tiene un disco y va por el segundo; Maxi Lemos va por su segundo disco, ya con muchas canciones; Alejandro es un gran compositor que compuso un disco instrumental con la computadora y uno de los temas le pusimos letra y lo anexamos al final de la película; Pancho Chebez escribe unos temas tan buenos que los voy a agarrar yo y los voy a registrar en SADAIC”, describió jocosamente León Greco sobre sus compañeros.
El artista santafesino rescató el valor de los chicos que lo acompañan: “He sacado una conclusión de porqué la gente llora, llora de impotencia de haberse quejado por estupideces y acá, estos artistas están demostrando que son re felices y el arte es algo fundamental para esas cosas especiales que ellos van creando. La situación general es que ellos son artistas, cobran por el show, cobraron por hacer la película, cobrarán los derechos de autor de todas las canciones y cobrarán por trabajar todo el año. Hay una cosa interna más importante que esa, todos quieren demostrar que el arte es muy importante para los chicos discapacitados, ponen la cabeza ahí y hacen cosas maravillosas, como Pancho con sus tres discos, o bailar como Damián, o Antonella que es becada para ir afuera a estudiar”.
León Gieco resaltó la importancia de haber compartido con ellos y haber aprendido valores fundamentales para la vida: “Ellos no manifiestan envidia, celos, se conforman el grupo, actúan en grupo, se defienden, formaron una gran familia”.
Además compartió el apoyo del ex presidente Néstor Kirchner con los periodistas y el origen del show que hizo León junto a los chicos del Mundo Alas en el Salón Presidencial: “Néstor lo invitó a Pancho a la casa de Gobierno, lo sentó en el sillón presidencial y le sacó una foto pero cometió un gran error: le dio el número de teléfono. Entonces Pancho siempre lo llamaba para decirle: ‘Yo también quiero tocar en el Salón blanco’, entonces llama un representante de Kirchner diciendo: ‘Pedido del presidente de la Nación: organizale un concierto a Pancho porque está rompiendo mucho las pelotas’; entonces dije: ‘Qué hago si ya estuve muchas veces ahí, por eso se me ocurrió juntarme con Maxi, a Pancho, Con Rosita y Estelita, también a los chicos de Amar cuando los conocí en el teatro Coliseo, de Antonella y Carlos, quienes los había invitado a pintar en algunos conciertos míos, además, a Demián, que lo invité a bailar en el Quilmes Rock’. Así es como nació ‘Un salón blanco diferente’”. A partir de la repercusión de esta movida en la Casa de Gobierno, surgió la idea de la gira y luego, la película.
Por último, Gieco mencionó algunas actividades con los chicos antes de la película: “Queremos meternos en el estudio para grabar algunas cosas de la película, además los chicos tienen que hacer prensa para promocionar su film”.