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Abel Pintos, Raly Barrionuevo, el Chango Spasiuk y Los Tekis dialogaron con la prensa luego de sus actuaciones. Este es el resumen de todo lo que dijeron.
El Festival de Cosquín es una ventana de nuestra música abierta a todo el mundo. Sobre el escenario Atahualpa Yupanqui múltiples y talentosos artistas dan lo mejor de sí. Pero esa magia festivalera tiene varios aristas y tras bambalinas las voces más consagradas comparten sus secretos, sus reflexiones y proyectos.
Luego de su presentación, Abel Pintos, dialogó con la prensa. Tras un despliegue de energía, la Consagración 2008 cerró su show con “El Alcatraz” e hizo vibrar a todo el público. Esto comentaba sobre esa canción:
“La reacción del público me provocó una felicidad enorme, porque es una canción legendaria. Yo la tenía, cuando era muy chico, en un disco de Markama, estaba grabada en vivo y la versión me pareció sublime. Yo recuerdo que en esa grabación la gente reaccionaba con mucha fuerza, recuerdo que el concierto tenía mucha fuerza. De alguna manera, la grabé por eso. Por esa energía la toco en mis conciertos y que la gente la reciba así, me emociona del mismo modo en que me emocionó la primera vez que la escuché. Aún sin ser una canción con mucha difusión dentro de mi disco, en los conciertos se convirtió con el tiempo, en un clásico que la gente espera para el final. Es una canción hermosísima y tocarla representa la emoción y la adrenalina del final de los conciertos y me hace muy feliz”.
Sobre su estilo y forma de componer, Pintos reflexionó: "Siento que en mi personalidad y en la forma de vivir ciertas cosas me falta mucho por entender, por aprender, por madurar. Pienso que cuando esté más maduro personalmente voy a poder hacer sentir esa madurez en mi música. Yo pienso que un estilo lleva mucho tiempo, tanto como construir la personalidad marcada de un ser”
Respecto de casilleros dentro o fuera del folklore tradicional, destacó: “Yo creo que el folklore es uno solo por definición. El folklore es lo que identifica a una sociedad o a una cultura. Me parece que es inamovible el folklore, después hay distintos estilos. De hecho, en Argentina, el chamamé es distinto del huayno y de la chacarera. Después, con el tiempo y generacionalmente, se marcaron sobre esos estilos distintas formas de interpretar que tienen que ver con lo generacional".
Yo hoy en día sigo cantando canciones que cantaba cuando tenía 12 años, también fui creciendo y me nutrí de otras influencias como el rock, -por parte de mis hermanos-, la música latinoamericana -por parte de mis amigos- o lo que escucho en los boliches o en las radios. Lo que hago es meter todo eso adentro de una música que sigue siendo la misma, sigue siendo folklore, porque es uno mismo; es un solo concepto. Es imposible modificarlo. Creo que sí es posible decirlo y entregarlo de distintas maneras. Por eso no he necesitado ubicarme dentro de un estilo determinado, porque desde que comencé canto chamamé, chacareras, zambas y milongas".
"Yo vengo de un lugar muy poco regionalista que es la provincia de Buenos Aires, una zona donde confluye gente de todo el país. Si yo viviera en Santiago me ubicaría más cerca de la chacarera, pero, desde que empecé, siempre tuve un carácter bastante ecléctico. Encima después me tocó tocar con artistas como León Gieco, así que imaginate…”
Finalmente, sobre el afecto con su público, mencionó: “Creo que eso es algo mutuo. Yo me voy a brindar y trabajar cada vez más en cada show. Si yo puedo crecer y trabajar más, me puedo brindar mucho más aún. Uno busca subir al escenario y que la gente disfrute, sobre todo en este tipo de fiestas que son tan importantes para todos y para la música”.
Y de las declaraciones de este músico bonaerense, pasamos a las del misionero Chango Spasiuk. Sobre su llamativa ausencia en años anteriores destacó:
“No sé el por qué de la ausencia. Otras veces me invitaron como si fuera un principiante, para tocar uno o dos temas y en otros años directamente no me convocaron. Tal vez la música que hago no es la más popular, pero es la de mi región".
Nunca dejé de estar en el camino, todas las cosas que me han ido sucediendo son parte de él. Y sé que quiero encontrar una nueva mirada, no perder la capacidad de sorprenderme y conmoverme con las cosas”.
Sobre el vínculo con el público, recalcó: “Nunca he dejado de sentir el interés y el respeto de la gente, el interés real sobre mi música. Jamás sentí una desconexión con la gente, pero sí con la industria o con quienes programan las grillas de los festivales”.
También aclaró: “Lo que hago no es masivo y eso no está ni bien ni mal, no es un juicio de valor. Yo soy muy feliz con la música que hago. Estoy muy feliz porque siento que estoy conectado con mi búsqueda, con mis aciertos y mis desaciertos. Pero no como cabeza dura, sino por honestidad con mis necesidades”.
El Chango, que editará su material más reciente entre marzo y abril de este año, recalcó: “Trato de ser fiel con mis necesidades personales. Sería hipócrita que diga que estoy expresando al pueblo: yo me estoy expresando a mí mismo, de ver mi punto de vista de las cosas. Eso lo estoy compartiendo con los demás”.
Y de Misiones, la charla pasó a Santiago y a uno de sus máximos voceros: Raly Barrionuevo. El padre de “Paisano Vivo” dijo estar cada vez más tímido para hablar en público, aún así dialogó con la prensa y subrayó que sentía mucho la desvinculación de Ernesto Guevara de su grupo: “como cada persona es irremplazable decidimos no convocar a ningún otro guitarrista. Es un desafío para mí porque quedé como guitarrista, así que estoy aprendiendo cosas nuevas. También estoy escribiendo canciones nuevas, tranquilo. Por suerte no tengo a nadie que me diga “ponete a escribir que tenés que sacar un disco”.
Sobre algunas clasificaciones, opinó:” Muchos dicen que soy un cantor de protesta, otros piensan que ya no pueden escribirse esas canciones que pertenecían a los ´60 y los ´70, pero hoy las cosas están realmente jodidas también. No me considero de protesta, soy un cantor y canto lo que veo . De todas forma no me molesta que me llamen así. Cada vez me molestan menos cosas. Sí me molestan la guerra, la prepotencia, que envenenen el agua o que la gente muera de pobreza”.
En tanto, respecto de los aires no canónicos de sus composiciones, aseguró: “Todo lo que yo hago es folklore. No hay que subestimar al público. Creo que está preparado para escuchar nuevas cosas y que sólo hay que darle tiempo. Está bu