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Las mesas estaban listas para pasar una velada alegre y cordial donde se iban a cruzar experiencias y sonidos de un repertorio que abarca desde lo tradicional hasta lo nuevo dentro del folklore. Y es que Las Electroautóctonas, con su desenfado, se presentaron el sábado en El Empujón del Diablo.
El show arrancó con Juana del Chaco, de Zitto Segovia, donde se pudo apreciar como este grupo conformado por Natalia Simoncini (guitarra, arreglos y voz), Carina Schmidt (teclados, arreglos y voz), Marcos Moroni (gaita y flauta), Puki Maida (batería), Diego Patles (bajo) y Elsa Liendre (danza) de entrada ya comunican lo telúrico con elementos que vienen del rock.
Después, cuando Natalia ya se calzó la guitarra eléctrica sobre los hombros se escuchó un vals peruano: Suspiros. Siguieron con la zamba Eterna de la talentosa interprete y compositora Irupé Tarragó Ros, una canción que relaja con su fresca poesía porque en una de sus partes dice: “siempre me oculto en el mismo jazmín”.
Elsa Liendre hizo su primera aparición para bailar bajo el escenario un carnavalito de Tilcara. Continuaron con una versión que alimenta el alma del grupo chileno Los Jaivas, Mira niñita que tuvo como particularidad que Carina hizo sonar un instrumento “casero” compuesto por un palo pequeño de madera de donde colgaban llaves aferradas de hilos. “Siempre pensamos y cantamos este tema como una canción de cuna, pero una vez hablamos con uno de los integrantes del grupo nos contó que en realidad la había hecho porque se enamoró de una chica de 15”, explicó Natalia y así la letra adquiere otra significación sobre el amor: “Mira niñita te voy llevar a ver brillar la luna sobre el mar”.
La próxima canción fue Para el regreso del último disco de mismo nombre y acto seguido tocaron un tango para que también lo baile Elsa Liendre porque como, una vez más, expresó Natalia “andar por las calles de Buenos Aires también nos despertó otra ganas de incursionar en la música”.
“La idea que tenemos es hacer un recorrido musical por distintos lugares de Latinoamérica y de pueblos originarios”, arrancó introduciendo estas palabras Natalia para dar lugar a Canción de amor.
“La copla que viene ahora la compuse en un momento de mucha fragilidad”, declaró Simoncini antes de hacer Pajarito con su tono de voz que cuando canta, por momentos, hace recordar al de Charo Bogarín, cantante y letrista del grupo electrónico-toba Tonolec. Prosiguieron con un chámame de Carina Magia blanca y con Milonga sentimental donde el público acompañó gritando la parte donde dice: “Varón, pa' quererte mucho,varón, pa' desearte el bien,varón, pa' olvidar agravios porque ya te perdoné”.
“Nos interesa mucho la voz de la mujer de Latinoamérica”, era el preámbulo que daba Natlia antes de hacer una potente versión de Juana Azurduy, de letra de Félix Luna y música de Ariel Ramírez, cuando ya asomaba la despedida cerca de la una de la madrugada.
Como bis y cierre interpretaron Chacarera del expediente, y así, Las Electroautóctona volvieron demostrar que apuestan a la diversidad musical y que no les interesa hacer una copia de lo original, sino encontrar un estilo propio.