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Fue inmensa la figura de su sonrisa cuando el fruto de su entraña, vestido igual que él, tomó el micrófono y desglosó un pequeño discurso que alcanzó para inflar el orgullo de padre y mostrar el disco de oro que su público le regaló con fidelidad y continuidad.
El Negro Salvatierra tuvo su noche de consagración en Capital Federal y en el Teatro ND Ateneo se vivió un encuentro de fiesta con música del Chaco Salteño, ritmos de chacareras, zambas, carnavales cruceños y huaynos para deslumbrar a cada seguidor que fue partícipe de la velada.
La apertura estuvo a cargo por la cantautora nacida en Berisso, Nadia Jerbes quién regó su experiencia en el arte de la poesía manifestada en sus canciones más populares como la saya “Vuelvo a Vivir” y el carnavalito “Por esos ojos” incluídas en su disco debut titulado con su nombre. La joven licenciada en Educación Musical con sangre libanesa, tras presentar a sus músicos, se despidió con “No vas a creerme”, chacarera que grabó en el disco de Cuti y Roberto Carabajal llamado “Buenas y Santas”.
A continuación subieron al escenario el dúo jujeño La Cantada, integrado por Néstor y Oscar González, quienes empezaron a pura chacarera con “Voy a volver a buscarte”, de Néstor González y Jorge Rojas y posteriormente, tres huaynos que levantaron la temperatura de los fanáticos de Salvatierra con “Machadito”, “Otra pena” y “Que será”.
Pero ya era el tiempo del anfitrión y para abrir, un video en pantalla gigante con historia, paisajes, con música, y personajes de su tierra norteña como el carbonero Nito Ayala; el artesano Pedro Segundo; el intendente de Tartagal, Sergio Leavy; el músico Cascarita Villa y el periodista Tuna Esper quién de frente a la cámara tomó la batuta y le dedicó al Negro en nombre de los representantes de su tierra: “Porque naciste y te criaste en nuestro bravo Chaco Salteño, porque conocés el látigo del sol golpeando la tierra sedienta y rasgada; porque sabés que cuando el río crece hay que refugiarse porque su bravura es temida; porque amaneciste en la cacharpaya cuando esperamos el sol, que, como ojo de tigre, se filtraban por las hojas de los árboles...Porque sos nuestro, te conocemos, Negro Salvatierra, Que Dios bendiga a los hombres como vos que buscan un destino para hacer conocer la tierra en que nacieron y que sigas repartiendo esa música que solamente se puede cantar con el alma para que lo sienta la gente..”.
No hacía falta más introducción, sólo las palabras del experimentado presentador cordobés Miguel Ángel Gutiérrez para dar comienzo al recital del Negro Salvatierra.
El telón se abrió y los ocho músicos vestidos de una impecable forma con bombacha y chaleco crema y camisa negra pero sin el Negro quién apareció desde el fondo de la sala tocando su violín y por la calle derecha del salón llegó al escenario para iniciar el espectáculo a pura chacarera enganchada con “Chacarera de Tartagal”, “Adiós, mi Palomita”, y “Con rumbo al Bragao”, entre otros.
“Es una tremenda alegría que nos reciban de esta forma”, emocionado relató Oscar Salvatierra quién aprovechó la presencia del compositor de la próxima zamba, Roberto Ternán para dedicarle “Canto a Mosconi”. Y la fiesta siguió con “Estrella Guía”, “Parece Mentira” y “El coyuyo y la tortuga”, todo enganchado.
Una invitación y visita sorpresa fue la de la salteña Mariana Carrizo quién declaró: “Es muy lindo que en esta parte de Buenos Aires haya un rinconcito para que cualquiera de los cantores con las coplas al hombro tengamos a quién cartarles”.
Allí comenzó un juego de coplas con frases de picardía y amor con el Negro Salvatierra en que la gente quedó impresionada por las improvisaciones y la simpatía de la coplera nacida en el Departamento San Carlos, en los Valles Calchaquíes.
Y de golpe, una chacarera en tono menor “Florcita chaqueña” para regar otra vez de música el clima de copla y costeando su poesía “Garganta i´fierro”.
“Nosotros donde vamos llevamos el instrumento y recordamos a los nativos del norte de Salta donde se bailaba en el patio de tierra, sin guitarra, y sí con bombo y guitarra y ahora vamos a hacer un patio criollo”, comentó El Negro Salvatierra, momento en que tomó nuevamente su violín e instrumentalmente y acompañados de dos jóvenes bailarines, tocó una zamba y una chacarera; luego un gato haciendo el solo con el primer violinista Carlos Bautista y otra chacarera en un juego de armonías con el violín 1º y el 2º Wieimar Requena.
Sus músicos Chacho Segovia en Bombo, César Llanos en bajo, las guitarras bases de Sergio Bautista y Denis Torres, los violinistas y el bandoneonista Facundo Alsogaray también se lucieron con un instrumental, especialmente con el punteo de la primera guitarra de Carlos Herrera, y a continuación, El negro interpretó el primer corte de su último disco “Sueño de violín” de su autoría.
Tras una chacarera, el momento esperado: “Gracias a ustedes por apoyar a mi papá, este disco de oro es de ustedes, por compartir con nosotros; mi papá anda por todo el país demostrando la cultura musical”, relató el hijo del Negro Salvatierra, quién recibió de manos de Ernesto Suárez de Utopía Producciones el Disco de Oro de su padre por la venta de más de 20 mil ejemplares correspondientes a su último material Donde quiera que vaya.
La última parte del show fue bien arriba con “La Pédro Cáceres”, “Todos los domingos”, los carnavales cruceños “El enamorado”, “La Copa Robada” y “Una flor y un clavel”, gran versión de carnaval que también incluyó ritmo de huayno en un notable y excelente cambio de ritmo.
“Donde quiera que vaya”, canción que le da nombre al disco, se notó en la expresión del Negro Salvatierra como uno de sus favoritos; sus palmas arriba de a ratos, luego una mano en el pecho y la otra revoleando un pañuelo campestre imaginario que notablemente trasmití