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Buen logro fue el de los Atahualpa. Pese a algunas cuestiones que merecen ser detalladas, los premios al folklore tuvieron una noche soñada y la esperanza de convertirse con el tiempo en la distinción máxima del género.
Siempre que aparecen ideas ambiciosas las controversias florecen a la orden del día y con estos premios no fue la excepción. Primero: hizo mucho ruido la fusión entre una figura gubernamental como el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la empresa privada Vi-Da Producciones, propiedad del empresario periodístico Daniel Hadad.
Segundo: muchas personalidades del ambiente desistieron participar al no compartir la selección de los ternados, la ubicación de los mismos en los diferentes rubros y las ausencias de talentosos artistas en las nominaciones. (Un ejemplo es la inclusión de Mónica Abraham -ya tiene cuatro discos editados como solista- en el rubro Nueva Hornada / Solista Vocal Femenina.)
Ahora entremos a la noche de entrega, que fue transmitida en vivo por el canal de noticias C5N. Los conductores fueron, además de algunas intervenciones del director de Radio Nacional, Marcelo Simón, Oscar González Oro y Teté Coustarot, dupla que muy poco conocía a las figuras y ganadores presentes, a tal punto que confundieron a Suna Rocha con Suma Paz.
Pero también tuvo momentos sumamente gratificantes. Y fue cuando la señora Paz, una de las mayores cultoras de la obra de Yupanqui, compartió anécdotas sabrosas que la hicieron llorar y emocionar al público.
Otro de los puntos a favor de los Premios Atahualpa fue la prestigiosa convocatoria y reunión de artistas propios y ajenos al folklore, de los cuales algunos subieron al escenario para hacer entrega de la estatuilla representada por una guitarra. De esta forma participaron el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, los cantantes Bahiano (ex Perico), Soledad Villamil, Marcela Morelo, Patricia Sosa -poca importancia le dio a la gala si se toma en cuenta lo informal de su vestimenta- y el actor Chino Volpato, entre otros.
El espectáculo musical también jerarquizó el encuentro, con las actuaciones del Coro de la Provincia de Buenos Aires, Abel Pintos, Jairo, El Chaqueño Palavecino, quien invitó a cantar al exiliado del género Luciano Pereyra, y un cierre con Soledad, ganadora del máximo galardón, el Premio Especial del Público.
En buena hora los folkloristas tienen un premio notable como la figura de Atahualpa Yupanqui. Un galardón que reconoce el trabajo de los cantores en medio de un desierto de “trofeos”. Por eso, es necesario celebrar este nuevo nacimiento, que ojala el tiempo lo engrandezca para que en cada una de las repisas se luzca con orgullo.