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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA


17/10/2008

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RECORDAR


En una noche de regreso y de una nueva consagración, Siempre Salta volvió ayer a pisar el escenario ND Ateneo para presentar su próximo material discográfico Es cuestión de tiempo –que saldrá en dos meses-, con el que volvió a ganarse a su gente despidiéndolos de pie y ovacionados.

El cuarteto conformado por Rafael “El chueco” Cuellar, Carlos Larroque, Marcos Cardozo y Jorge “Bambino” Sarmiento deslumbraron con sus voces afinadas, los arreglos vocales y un repertorio que pasó por chacareras, zambas, huaynos, canciones, carnavalitos, y además contó con muchos artistas invitados, como Litín Ovejero.

La velada contó con la apertura del excelente cantor nacido en Cachi, Salta, Javier “Quitu” Gutiérrez, que interpretó “Doña Ubenza”, la zamba “Salteñita de los valles”, la chacarera “Alma de rezabaile” y finalmente “Tonada para Remedios”.

Luego fue el momento del primo-hermano del Chueco Cuellar, El Chango de Anta, Raúl Palma, quién cantó junto con su guitarra algunas canciones de su nuevo repertorio incorporado en el último disco Huachana, primeramente “Virgencita de Huachana”, luego el taquirari “La Limosnita” y para el cierre la chacarera “Alguito me guardo”.

Estaba todo listo, el clima propenso para que las figuras estelares pisasen el escenario y frente a su gente, sepan decorar la noche porteña con el canto salteño: “Delante hay un camino y por él me voy…vaya donde vaya, soy tierra que anda con la raíz afuera del corazón. Soy el tiempo que vuelve en cada niño y desde la ternura, hoy vuelve a cantar…”, preludiaba el locutor Fabián Leguizamón y con la poesía, Siempre Salta aparecía detrás del telón.

Abrieron con la zamba de Litín Ovejero “Siesta en Salta” y la chacarera de Roberto Ternán y Cuti Carabajal “Qué le vas a hacer”. En un traspaso por la tierra salteña, entre montes y tabacales, el grupo interpretó una copla popular con la potente voz de Sarmiento y pegado, la zamba “Soy Coplero”.

En un gran manejo escénico, la algarabía se tornó un tiempo de romanticismo y con el fondo de piano “Es Cuestión de tiempo” empezó a sonar acaparando la atención y trasmitiendo el sentido de las palabras mediante los matices y las armonías.

El show continuó con la zamba carpera “Lejos de Orán”; posteriormente, una introducción con batería y percusión fue la antesala de la chacarera de Peteco Carabajal “Corazón Verdugo” y luego “Romántico y fugaz”, canción con la que, de a poco, el baile brotaba entre los espectadores quienes desde su butaca se movían al ritmo de las melodías.

Fue momento del primer invitado de la noche y desde el público, el consagrado cantautor Litín Ovejero subió al escenario e interpretó “Sueño Minero”, tema que compuso junto a Jorge Díaz Bavio; “Durante mi tiempo en la Colimba, he convivido con los hombres originarios de las tierras de Tartagal, aquellos mal llamados Matacos…después de tanto tiempo voy a interpretar esta canción”, y el cantor salteño deslumbró a la gente con el huayno “Yo soy mataco”.

Ya con todo Siempre Salta, la despedida de Ovejero fue con “su himno” incorporado ya como una zamba del cancionero popular argentino “El Anacleto del viento”.

Con los instrumentales “Tacita del Plata” y “La humilde”, los bailarines Alejandro Ezequiel Cuellar y Karina Cáceres del Ballet Salta, llenaron de baile tradicional y profesional en ritmo de zamba y chacarera, una noche perfecta.

Pero era tiempo de presentar a otro invitado, y esta vez se hizo presente en la tarima Fernando “El Pájaro” Fresco que presentó una zamba de su material debut Abriendo Cancha “Cómo quisiera olvidar” y “Chacarera del cantor”.

Hubo más momentos emotivos y fue cuando Marcos Cardozo tuvo el privilegio de invitar al escenario a su hermano Federico, quién brilló con la zamba de Ariel Petrocelli, Daniel Toro y Lito Nievas “El antigal”, acompañado por Carlos Larroque.

El show continuó con “Zamba de Don Balta” y al finalizar, delicadas notas de piano introdujeron “Cuatro Estaciones”; la originalidad no podía faltar y los cantores  hicieron una hermosa versión de la chacarera “Adiós, amor mío”.

“Hagamos un potpourri para que cantemos todos”, enfatizó Cuellar y todo el grupo contó con un coro de lujo desde el público cantando tres zambas tradicionales “Zamba de mi esperanza”, “Luna Tucumana” y “La López Pereyra”.

Al ritmo de palmas, presentaron al charanguista y violinista Juan Pablo Vega, a Ricardo Campos en percusión; al baterista Alejandro Campos; a Matías Rosenwasser en teclado y vientos; el bajista Lucas Rosenwasser y Ángel Galván en bandoneón y fue introducción suficiente para continuar con “Cariñito” y “Déjame partir”, en un clima totalmente distendido, de alegría y entrecasa, con la gente bailando en los pasillos.

El último invitado fue el santiagueño Raúl Garnica quién interpretó junto a Cuellar el hermoso chamamé “Volver en guitarras” de Roberto Galarza.

La fiesta estaba llegando a su fin y con “El quebradeño” y “El humahuaqueño” los seguidores bailaron y gritaron pidiendo otra antes de la despedida, y sorpresivamente Siempre Salta se despidió con “Malagueña” en una versión para el recuerdo con las armonías y los agudos de Cuellar, y especialmente de Sarmiento, que él como pocos, se animan a hacerlo.

El show fue totalmente un éxito que se vio manifestada en la gente, en los invitados y seguirá su carta de presentación el próximo mes por Villa María, en Córdoba.


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