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Eva Perón supo darle el título de “la gran cantora nacional”, allá por los años cincuenta. El regreso de la “leyenda en el corazón de la gente”, así la llamó el presentador Miguel Ángel Gutiérrez a la estrella de la noche, la diva, la que aún increíblemente lúcida, a los 93 años, atrajo a toda una multitud-muchísimos jóvenes- que colmó el estadio Luna Park, el pasado viernes 20 de mayo.
En un principio la propuesta era presentar lo último grabado por Nelly Omar el año pasado, La Criolla, un disco de folklore, pero Norberto Baccón -el productor, director de Argentina Producciones- tuvo una idea mejor: hacer un homenaje a una leyenda viviente de la canción argentina y presentar todos los éxitos de su carrera.
Nacida como Nilda Elvira Vattuone Pesoa en Guaminí hace casi un siglo, comenzó su carrera en los años 40, siendo musa inspiradora de Homero Manzi, estrella de la música nacional en los años 50, gran amiga de Evita y militante peronista, por lo que fue prohibida durante muchísimos años.
Nelly Omar apareció en escena promediando el espectáculo, que comenzó con la presentación del ballet El Pehuén, un número de marionetas humanas y la presencia de los cantantes de tango Rodolfo Lemos, Griselda Grenci, Roberto Leiva y Nina Miranda.
Una pantalla en el fondo del escenario comenzó a proyectar flashes de la historia en la voz de Gutiérrez e iluminó en escena a quien todos reclamaban desde el inicio. Ella, Nelly Omar, la Gardel con polleras, la que canta desde el alma, la Malena a la que Manzi le dedicó algunos tangos y una declaración de amor, interpretó entre otros temas, Malevo, Amar y Callar, Nobleza de Arrabal, Mano Blanca, Tu Vuelta, Sur, Desde el Alma, Jacinto Chiclana, Sur y La Descamisada, acompañada por la orquesta de cuerdas de Carlos Juárez.
Entre tangos y milongas, deslumbró al público pero no se olvidó de su compromiso con el peronismo, causa que la mandó al ostracismo durante mucho tiempo: “fueron los 17 años que me comí después de la caída del General Perón, yo les tengo que decir porque me cansé de estar callada y ahora no me callo más”.
Como parte del homenajea Evita, se presentó un cuadro musical con la voz del músico Daniel Vaca con su tema Esa Mujer, con gran emoción para la cantante.
“Esperaba que viniera gente, pero veo que se han sumado muchísimos” decía a menudo, sorprendida por la convocatoria. La emoción la embargaba, aunque seguía cantando, contando anécdotas y bromeando, conversando con la gente y la gran cantidad de amigos, cosechados a lo largo de su carrera que fueron a verla, como Atilio Stampone, Ben Molar y los músicos de su antigua banda.
Las palabras sobre el final, de Miguel Ángel Gutiérrez ayudan a redondear lo que fue la noche de Nelly Omar: “Ha cantado cada una de nuestras felicidades de amor y cada uno de nuestros dramas y cada una de esas cantadas es una lastimadura más de nuestro pueblo".