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El 4 de septiembre el grupo Emerger presentará “Pasado mañana”, un nuevo trabajo que editará a fin de año. Lucho García Cía y Gabriela Cepeda, nos cuentan detalles del show y aseguran que sus canciones “llegan al corazón del público”.
Entre locros y música, el grupo Emerger se prepara para actuar en la Paila. Antes de subir a escena y en una charla sincera comentan cómo será su show en el ND Ateneo en el que mostrarán temas inéditos de Shalo Leguizamón, Roberto Ternán y Jorge Mikota, entre otros.
¿Cómo se preparan para el show del 4 de septiembre, en el ND Ateneo?
Lucho García Cía- La verdad, estamos con mucha onda, muy ilusionados, laburando mucho para eso, ensayando, afianzando los temas del disco nuevo que se van a grabar. Aparte de eso va todo orquestado, con presentaciones y el trabajo se hace más pesado, pero bien, con muchas pilas.
¿Habrá invitados?
Si Dios quiere, estarán Facundo Toro y Zamba Quipildor.
¿La idea es grabar un disco en vivo?
En el Ateneo se va a presentar un disco en vivo. Además, El 23 de julio entramos a grabar y si Dios quiere para los primeros días de agosto ya estará el disco de estudio que también presentaremos en el teatro.
¿Ya han pensado en los temas para grabar en estudio?
Sí, se va a llamar “Pasado Mañana”. Incluirá siete temas totalmente inéditos, cinco del repertorio tradicional y dos bonus track que serán como una especie de abrazo latinoamericano: vamos a cantar un son cubano y una guajira, con trompetas e instrumentos centroamericanos. Trataremos de abarcar la mayor cantidad de ritmos.
¿Con “inéditos”, te referís a composiciones propias?
No, temas nuevos que nos ha dado Shalo Leguizamón, Roberto Ternán, MIkota. Esa es la parte que va a ser el mañana del disco. Del pasado, vamos a grabar “Me gusta Jujuy cuando llueve”, “Con tal que nunca me dejes”, “Río verde”, van a ser temas “antiguos”.
¿Cuál es la diferencia entre pensar los arreglos para una obra tradicional y otra que no se conoce?
Recrear los temas nuevos es más simple que los más hechos. Recién fuera de la grabación, decíamos que el disco en vivo tuvo una buena acogida por tener temas muy escuchados. Con los nuevos, te sentás con el autor, vas pensando una introducción, un preludio, un estribillo. Es más sencillo y más cuando tenés la posibilidad de trabajar con el autor. También estamos trabajando con Hugo Casas como productor y eso nos sirve mucho.
¿Cómo surgió la concepción del pasado y el presente, y cómo se manejaron para elegir esas canciones de un pasado tan amplio como el del folklore?
Tratamos de que fueran canciones que nos llegaran mucho. Yo voy a cantar “Otoño en Mendoza”, yo soy medocino. Gabi va a cantar una canción de Abel Pintos que se llama “Soledad”, en una versión femenina y sólo acompañada por la guitarra de Hugo. Él como productor, trajo infinidad de temas, de los cuales seleccionamos seis con los que tanto Gabi como yo pudiéramos sentirnos cómodos en el escenario.
¿En qué se distinguen el trabajo en estudio de grabar en vivo?
Gabriela Cepeda- El disco en estudio te da certezas. El vivo puede fallar. Cuando grabamos el vivo tratamos de demostrar lo que da el grupo arriba del escenario: la emoción y el sentimiento. Por otra parte, no es la primera vez que entramos al estudio y nos encanta.
Lucho García Cía- Nos encanta. El estudio te da la perfección, si calaste o entonaste mal, la computadora lo arregla. No hay que engañarse, todos los músicos lo sabemos. Pero ese disco en vivo era un gusto que hacía mucho tiempo que queríamos darnos, que le llegara a la gente con sus errores y aciertos.
¿Cómo definen su vínculo con el público?
Gabriela Cepeda- Creo que la base para llegar al público es que elegimos temas que nos llegan al corazón, al alma. Eso es lo expresamos cuando subimos al escenario y por eso la conexión con el público: porque les llega lo que sentimos, al alma. Creo que ese es el secreto.
Lucho García Cía- También que se hace con mucha autenticidad. El afecto entre nosotros es real. Siempre digo que ella es la hermana que la vida me dio la posibilidad de elegir. Nos queremos mucho y ese afecto puro en el escenario se percibe, nuestro secreto es el respeto y el cariño, entre los tres que fundamos el grupo y con los músicos que son todos más jóvenes. Somos un poco como los padres de los chicos. Hay mucho afecto, como en una gran familia. Nos llamamos para ver si el otro necesita algo, nos cuidamos y respetamos entre nosotros. Hay mucho afecto.