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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA

CON EL TIEMPO MUSICAL DE LA ENERGÍA


12/07/2008

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RECORDAR


Mariana Baraj desparramó Margaritas y Azucenas, las mismas que decoraron el título de su último disco, en la Peña del Colorado, el pasado jueves 10 en el barrio de Palermo, en Buenos Aires.



Es el preciso momento en el que la música se mueve sigilosa y ascendente por las paredes, el techo y el piso. Y se encuentra con los pies y se desliza por las piernas del amigo, el conocido o el desconocido; el músico y el extranjero, el camarero, el comensal,  el sonidista, el asistente, el cocinero y el cliente. La cantante alza sus ojos, el bajista aprieta dedos, el guitarrista afirma el pulso, ella sube y los aplausos.

La cantante, muy sonriente, desenreda su equipaje y al canto de su apertura bien segura se dispone. Su mirada, decidida, se desnuda muy precisa. Se dispone a revelar el tiempo musical de la energía.

Ojalá no nos hayamos olvidado de nada. Lo cierto es que estábamos allí para escucharla, con sus dos bombos, sus cajas copleras (o chayeras), sus caxixis, sus accesorios de todos los colores, su bombito (por el más chiquito), sus botas (y todos los cascabeles que las recubrían), sus jeans y los anteojos del bajista, la barbita del cara simpática (pero seria) del guitarrista.

Eran Mariana Baraj, el uruguayo Juan Pablo Chapital en las cuerdas finas y el bonaerense Quique Ferrari en las gruesas. Muy buena onda los tres.

La gente del público, buena onda también.  Y que lindo arrancó.

Mariana oscureció su voz sobre el bajo y la guitarra que ya sonaban, despacito, para descolgar las gotas de rocío que nostálgica y grismente Silvio Rodríguez ya había descolgado antes. Y bien salieron porque las Margaritas y Acuzenas del disco vinieron lindas también.

Ya las veíamos a las más rubiecitas de las extranjeras sonreír y lagrimear, pensando quizás en algún novio o padres en la lejana Europa del este. Claro que es lo que imaginamos nosotros, cualquier coincidencia con la realidad...

Y ahí estaba Mariana, triste la canción al final. Ya nos entró el frío y casi se nos cayeron unas lágrimas. Ya nos acordamos también de nuestras ex novias y cómo no se nos había ocurrido lo mismo que a Silvio antes: “oh gota de rocío, no dejes de caer, para que el amor mío, siempre me quiera tener”. Que bueno!

Bien resuelto el arreglito final del tema, comenzaron a aparecer lentamente los brillantes y finitos sonidos de una Kalimba que ya reposaba en las manos de Mariana. Y donde más iba a terminar nuestra imaginación si no era en África.

Y más contento me puse cuando vino esa de: “llevame, pa Cafayate y cambiame por algarroba, amaicheña, me desvelas”. Esa es de doña Leda Valladares, si no me equivoco. No, en realidad de una recopilación que hizo muy acertadamente la señora, de un montón de coplas del Valle Calchaquí, antes que desaparezcan, claro. Porque las copleritas por allá ya están viejitas, y las chicas jóvenes escuchan más a Shakira, o al amigo Ricky Martin, que también son lindas las canciones que hacen pero la macana es que no son de aquí. Y así las coplitas se van perdiendo en los hobillos de las lanas de las viejitas, que menos mal que se siguen vendiendo porque se han puesto de moda los sueters norteños, porque sino….

Pero en el caso de Mariana, que bien firme se la ve en el escenario, le vino mejor además meterle a las coplas un buen power afro en el que descarga golpes sobre parches un poco más resistentes que el cuero de chivito de las cajas. Por lo que el resultado se tradujo en una suerte de ritual yoruba-calchaquí. Muy interesante.

Parece que le gustó mucho el trabajo de Mariana a la gente de Rolex (sí, los de los relojes caros) porque fue seleccionada para participar este año del programa “The Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative”. Diecinueve emergentes talentos fueron seleccionados del plantel mundial (38 paises)  de 124 artistas de diversas disciplinas Música, Cine, Teatro, Danza, Letras y Artes Visuales.

“Los comités de selección de candidatura están conformados por un jurado de expertos dirigentes de instituciones y profesionales independientes y son ellos los encargados de buscar discípulos potenciales de las seis disciplinas en todo el mundo ya que los artistas no presentan sus candidaturas”. Así nos contaban en una gacetilla de prensa que circuló hace unos meses.

Y así, Mariana viajó en el mes de febrero a Senegal, África a entrevistarse con el maestro senegales Youssou N´Dour, “con quién compartió sesiones de grabación, de improvisación y charlas con él y sus músicos, y se generó un intercambio de gran riqueza artística”. Bien ahí!

Ni que hablar del MTV Umplugued que “pegó” (cómo se usa últimamente ese término más brasilero que argentino) en México. Con nada menos que la exitosa Julieta Venegas.

En fin, Mariana esta a full. Toca el próximo viernes en La Trastienda. Si se perdieron la noche en la peña del Colorado vayan a verla.

Buen show el de la peña. El sonido anduvo bien. La gente comió rico y se fue contenta ya que el Colo (por el amigo Esteban López)  parece que puso las ornallas a pleno desde temprano y todo estuvo listo y a tiempo en las mesas (en otra oportunidad nos tocó esperar bastante).

Y el disco, para recomendar. Una exquisitez de sensaciones, tramas, texturas y colores que recorren los ríos de la sangre rítmica sudamericana, de innegable y riquísima ascendencia africana.

En fin. Hay que ir a ver a Mariana, porque es profesional, trabajadora, talentosa, estudiosa, virtuosa, tiene una mirada fuerte (todos sabemos que es una linda chica) y sobre todo, buena onda. Por eso esta nota y en este tono. Se lo ganó.

A la salida nos encontramos con Juampi Di Leone. Anda a full ese también. Toca el próximo viernes en El Empujón del Diablo (ver agenda) y, antes (se nos quejaba), graba toda la semana con una Big Band. A laburar Juan Pablo. No digan nada pero Tilín Orozco se divirtió toda la noche con el colega ex Crónica y ex locutor de Jorge Rial. Buena onda el periodista también, parece.


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