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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA

CON LA ESENCIA DEL CARNAVAL


27/05/2008

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RECORDAR


Tomás Lipán, nacido en Purmamarca, es uno de los mejores representantes de la música del noroeste. Su propósito es cantar la fiel impresión de lo que ha aprendido de sus mayores, lo que ha heredado; no lo guían la búsqueda de un fin económico, ni la fama. 

Al preguntarle qué es lo que lo motiva a seguir cantando, humildemente responde: “Es la vida, el amor a Jujuy, sus paisajes que me inspiran cada día; alegrar los corazones con mi canto”.

Para Lipán su mayor finalidad es preservar e interpretar canciones que reflejen su Jujuy, sus ancestros. Con esa intención presentó el último sábado su espectáculo “Retumbos” en el ND Ateneo.

“Dios mismo hizo pasar por la quebrada la historia de esta patria nuestra. Muchos hombres en Jujuy decidieron ser cantores y en Purmamarca un muchacho acercó su oído a la piedra y escuchó el latido del corazón de la tierra, de su Jujuy. Ese latido pronto pasó a ser un retumbo”, así se inauguraba, de la mano de la voz ronca de un erke milenario, un 25 de Mayo con Tomás Lipán. El espectáculo era presentado por uno de los emblemas a la hora de hablar de folklore, Miguel Ángel Gutiérrez.

La noche comenzaba con una vidala bagualera sonando para un público expectante.  Recién pasadas las 0 horas, se entonó el Himno Nacional Argentino dando así un completo festejo patrio a la ocasión. No tardaron en llegar zambas, bailecitos, cuecas y chacareras. Zamba de Lozano, Añaguita de la Puna, Palabras para Julia, Jujuy Mujer, Recuerdo Salteño, Picha Picha, entre otras tantas que desfilaron por el escenario.

El público acompañó todas y cada una de las canciones interpretadas por la voz de uno de los exponentes más característicos de la Quebrada de Humahuca. Las palmas al ritmo escoltaron el repertorio, como así también las risas por cada una de las ocurrencias del cantor.

Tomás aprovechó para presentar a sus jóvenes músicos. Primero, fue el momento de “Huguito” Cardona, encargado de las voces y el charango, para lucirse con una saya maimareña, saya precisamente del lugar donde nació. Luego, se escuchó a viva voz: “Quena, corazón del viento. ¡Aleluya Tilcara! El niño tejió su magia en el vientre de la caña, tilcareño él…”. De este modo presentaba en el escenario a Franco Tolaba. Esta joven figura, con su erke, su sikus y su quena, también tuvo su instante para mostrar los encantos de la Puna.

No faltaron los recuerdos a Domingo Ríos, hermano de Tomás; y la mención al centenario del natalicio de Don Atahualpa Yupanqui, cuando sonó Piedra y camino.

La noche pasaba y los que se llevaron los mayores aplausos fueron los carnavalitos acompañados por el Grupo de Baile Folklórico de la Facultad de Medicina (UBA). Con el ballet sobre el escenario se llenó de colores y baile el espectáculo. La presencia del diablo invitó al público a sumarse a la fiesta y, traer a la calle Paraguay la esencia del carnaval del norte argentino. La alegría era total, pero el festejo llegó a su fin cuando entre los retumbos y algarabía se escuchó “hasta otro día”.


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