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El trío Aca Seca se presentó el pasado sábado 19 de abril en La Trastienda, en un show que recorrió el repertorio de Avenido, el último disco, y también ofreció canciones nuevas con músicos invitados.
El trío integrado por Mariano Cantero, Andrés Beeuwsaert y el tucumano Juan Quintero actuó en el barrio porteño de San Telmo. El show de Aca Seca en La Trastienda comenzó pasadas las 21, momento desde el cual el escenario no paró de transformarse por completo en cada canción.
Los arreglos, las luces, la ambientación del lugar y hasta la imaginación del público, bien motivada musicalmente, hicieron lo suyo. Esa noche, la propuesta invitó a los presentes a recorrer los rincones de Avenido, el último disco del trío. Y solo bastó con prestar atención a los detalles para descubrirnos, de repente, a la ribera del vertiginoso río Carcarañá en la canción Carcará, de Jorge Fandermole.
Artificio musical que nos sumergiría luego en el delicado remanso de Coplas al Agua, letra y música de Quintero. Se sucedieron así temas como Hurry, de Hugo Fatorruso, Pasarero, de Carlos “Negro” Aguirre, y una versión de Doce segundos de oscuridad, de Jorge Drexler y Vitor Ramil, entrecortada por las sombras de una luz blanca que se desparramó sobre el escenario.
No faltó la consagrada versión de Comadre Dora, tenebrosa oscuridad que describe los días de una curandera tucumana, el pintoresco personaje que protagoniza la chacarera de Rúben Cruz y Nestor Soria.
Por su parte, entre los invitados de la noche se contó la cantante Luna Monti, cuya voz abrió camino a la historia de La Lavandera, tristeza de una despedida hecha canción en la obra de Violeta Parra.
El show, pareciera encarar permanentemente la búsqueda de una precisión constante en cada elemento que lo conforma. Y es suficiente darse una vuelta por el sitio oficial (www.acaseca.com.ar) para confirmar que trabajan cuidadosamente cada detalle.
Aca Seca lleva nueve años revelando una síntesis de las actuales formas y expresiones de la música sudamericana, y suma su trabajo a una serie de nuevas propuestas musicales que ya comenzaron a trazar nuevos horizontes para el semillero de músicos de la región.
Por otro lado, las presentaciones del trío se tornan muy difíciles de abarcar y describir con palabras. En tal caso, si buscáramos una imagen para graficar la diversidad de la música universal, podríamos pensar en una galería muy larga, llena de puertas que anticipan la entrada de incontables habitaciones. Y al abrirlas, un mundo infinito de imágenes, formas, colores y sonidos se nos presentaría cada vez.
En realidad, resulta poco probable la existencia de una imagen de este tipo. Pero imaginemos que existe; allí deberían estar todos los géneros musicales, con sus respectivas características particulares, o diferencias, que marcarán la frontera entre uno y otro.
Aquellos que el sábado se encontraron por primera vez con Aca Seca, quizás llegaron a La Trastienda con la idea de que la habitación a la que entrarían sería la del folklore argentino “contemporáneo”. Y la noche los encontró en ella, frente al cuadro que el trío pintó en el escenario, impecable resultado de un trabajo minucioso. Y la confirmación de que a veces en la música, las fronteras del género se borran, y no hay límites que la contengan cuando fluye en libertad…