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Hace pocos días, en una entrevista Bruno Arias expresaba el deseo de que su música tuviera cada vez una personalidad más fuerte. Es difícil hacer comparaciones, pero sí hemos notado que en el recital del jueves 10 de abril en el ND Ateneo, nos trajo la música de su Jujuy natal con una voz, un carisma y una personalidad realmente notable. Changuito voz de de urpila, chacarera de Pachi Alderete, fue el tema con el que abrió el espectáculo, también la primera canción de Atierrizaje, el nuevo disco que está presentando. Ciudacita y Esperando el Carnaval, temas cuya música le pertenece, formaron el primer bloque y ahí se presentó, saludó con timidez y familiaridad e invitó a Hernán Bolleta a subir al escenario y juntos cantaron el bailecito Tristecito. Luego de la chacarera Como abrojo de mi monte, de Pablo Mema, presentó a los músicos: Juanjo Bravo en batería, Ramón Córdoba en guitarra, Agustín Flores Muñoz en bajo, Juan Pablo Alvarez en vientos y accesorios y Quique Yance en piano. Recién ahí tomó conciencia de lo poblada que estaba la sala y de la adhesión de un público que ya estaba de lleno metido en el recital. Y esto se puso de manifiesto al tararear y hacer palmas en Tilcareñita, un bailecito de Rubén Cruz y Bruno Arias. Primera sorpresa grande de la noche: la presencia en el escenario de Mercedes Sosa. Sorpresa para nosotros pero también para los músicos que como chicos se acercaron conmovidos a saludarla. También Bruno estaba emocionado y no ocultaba sus nervios y su alegría. Y el sentimiento presente en toda la sala encontró un canal de expresión y la emoción se hizo zamba y la zamba se hizo un nudo en la garganta y lágrimas al disfrutar de una impresionante versión de Zamba de los mineros, interpretada por ambos. Vino la ovación y el agradecimiento de Bruno Arias a Mercedes por el apoyo que brinda a los nuevos músicos. Pikuchi, un bailecito instrumental de Quique Yance, nos calmó e hizo que nos sentáramos nuevamente en nuestras butacas. Al volver al escenario, Bruno agradeció a los que siempre lo siguen y ayudan. Invitó a alguien que lo ha ayudado y a quien llamó Maestra: Ángela Irene, y al jujeño de Abrapampa el Koya Mercado. Mercado con su charango de fondo recitó Romance para mi amigo Leopoldo y con su charango y las voces de Angela Irene y Arias interpretaron el bailecito Imillita chusca. Más adelante se vino una selección de bailecitos que tienen por autor al Koya Mercado: Clavelito tilcareño, El aguilareño y Linda purmamarqueñita. Pachi Alderete, jujeño y autor y compositor de varios temas de “Atierrizaje”, se acercó para agradecer a quienes -como Bruno Arias- manifiestan con su voz al Jujuy profundo e invocó a nuestra América indígena recitando los primeros versos de Cuando América, tema de su autoría y que a continuación interpretó Arias. Ese tema fue el horizonte para que desde el fondo de la sala irrumpieran y nos envolvieran los sonidos ancestrales de una banda de sikuris aymará que nos brindaron su música y su danza. Siguieron La de Tomás, zamba dedicada a Tomás Lipán; Ella baila sola, huayno que nos invita imperiosamente a movernos y bailar, y Guanuqueando cuya melancólica melodía no pudo dejar de evocarnos a Ricardo Vilca. “Que bueno estar cerca de esta persona por su compromiso social…..” escuchamos decir a Bruno y desde la platea se acercó Teresa Parodi y juntos cantaron un tema de ella: La Celedonia Batista. Una pareja de baile acompañó la interpretación de Digo la Telesita, chacarera de Marcelo Mitre y volvimos a la Zamba de los mineros, pero esta vez magníficamente musicalizada por el armoniquista Franco Luciani. El ballet Raíces Jujeñas acompañó al huayno Charanguito y el carnavalito final La vi por vez primera al que se sumaron todos los invitados que aún estaban en el teatro. Buenísima voz e interpretación, buenísimos músicos, carisma, capacidad de congregar y de hacer fiesta, fue lo que vimos con Bruno Arias y lo que disfrutamos en esta noche.