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Notas

MÁS CLÁSICOS, PERO SIEMPRE NUEVOS


01/04/2008

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RECORDAR


Hace casi diez años Los Nocheros debutaron con un show propio en el Luna Park, brindando cinco funciones a estadio colmado. El sábado -con una fecha menos que aquella vez- regresaron a ese mismo escenario para presentar Gen. “Recuerdo cuando pasábamos por afuera de este lugar y soñábamos con actuar algún día aquí”, inauguró la velada el vocero Mario Teruel agradeciendo la notable asistencia, mientras que el público le respondía con aplausos y una cuarentona eufórica le gritaba: “Por vos entrego la vida”. Enseguida la fiesta Nochera empezó con una propuesta bien marcada, que tendría una buena cuota de clásicos y una escala por el folklore romántico, aunque faltó -menos mal- el tema “voy a comerte el corazón a besos” (entiéndase como “Entre la tierra y el cielo”), con el que conquistaron Buenos Aires transgrediendo todos los ranking radiales. Mario, Kike y Álvaro Teruel y Rubén Ehizaguirre arrancaron con “El Avenido” y un enganchado entre “La telesita” y “Chacarera del rancho”. Luego de “Chacarera del 55”, Rubén se ubicó en el filo del escenario, dejando atrás a sus compañeros. Era entonces el momento para que su voz reciba los aplausos más cerrados de sus seguidores y el gesto cómplice de Mario que se sorprendía de su talento, al interpretar “Quédate en mi”, casi en forma solista. “Si me dice así, yo me quedo”, expresó el vocero apenas terminó la canción que le pertenece a Daniel Toro. El ambiente a esa altura ya era inmejorable. Una escenografía que, a luz apagada parecía que no iba a ser buen complemento para la ocasión, era una postal impactante y confirmaba a Los Nocheros como los protagonistas de haber dado vuelta la estética y la forma de presentar el folklore. A continuación, una seguidilla de chacareras al compás de furiosas palmas encendió un clima festivo a fuerza de “Amor de papel”, “Déjame que me vaya”, “Carpa de Salta” y “A Don Ata”. Ya era el turno de llamar a las únicas invitadas de la noche -en la primera función contaron con El Chaqueño Palavecino y con los dos “Tucu Tucu” sobrevivientes-. Las Cinco Voces, que entre sus filas figura Jimena Teruel -hija de Mario-, ofrecieron otros de los momentos más prolifero del encuentro al entonar a dúo con los cuatro Nocheros “Quédate”, un tema registrado en la placa Crónica que le pertenece a las chicas. En una versión “popera” y casi del doble de la duración de la grabación, las voces femeninas se lucieron en varias de las estrofas y lograron la aceptación del público porteño, especialmente en el minoritario sector masculino. También cantaron “Anillo de humo”, el corte de difusión de Gen, donde tienen una corta participación. La noche continuaba y las canciones más melosas estaban a punto de aparecer. En ese bloque se destacaron “Cuestión de piel”, donde otra vez la voz de Rubén hizo que nadie se quede sentado, “Procuro olvidarte”, “Noche amiga mía”, “Roja boca” y “No saber de ti”, en su versión full. Ya habían pasado dos horas de show y el final era inminente. Todo el mundo de pie mostraba un estadio revolucionado y a los hombres de seguridad soportando en la primera fila el peso de las fans, que no paraban de sacar fotos y de proclamar a sus ídolos. La despedida no podía ser de otra manera: “El humahuaqueño”, “Vuela una lágrima”, “Las moras”, “Yo soy tu río” y “La cerrillana”, habían sido guardados para la estocada final. El público, como hipnotizado, empezó a marchar en procesión y cantando una que saben todos: “una más y no jodemos más…”, pero ya todo había terminado. El 18 y 19 de abril, Los Nocheros completarán la serie de cuatro presentaciones en el Luna Park, donde seguirán sobresaliendo las canciones tradicionales con las que han aprendido a cantar, para asegurar que nunca abandonaron la raíz del género.


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