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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA

UNA VIDA DE LUCHA


31/03/2008

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RECORDAR


“¡Buenas noches genia!”, fue uno de los gritos que recibió Teresa Parodi por parte de una espectadora cuando saludó a su público que estaba reunido en el ND Ateneo el sábado 29 de marzo a las 21:30 para escuchar los temas de su último disco "Autobiografía”

Y ahí estaba Teresa rodeada de músicos jóvenes, sentada en una banqueta, vestida con un traje y pantalón negros, zapatillas altas blancas mientras nos miraba, micrófono en mano, desde el escenario con esos ojos que parecen siempre querer decir algo. 

Su banda estuvo compuesta por: Iván Zarate, percusión, Lucas Over, bajo, Camilo Parodi, segunda guitarra, Juan Pablo Pertz, primera guitarra y Raúl Ríos, acordeón y arreglos. 

Una autobiografía cuenta la vida de una persona escrita por ella misma y, para entender la historia de ésta interprete correntina, la canción “Pedro Canoero” era algo que, indudablemente, no podía faltar en el repertorio. 

El recital siguió con otro clásico como "La canción es urgente" y en esa búsqueda de palabras, en ese arte de dar un testimonio que llevó adelante durante toda su carrera llegaría el primer tema del disco nuevo, “Las tejedoras de los pueblos”, “un homenaje a los lugareños originarios que no han perdido la memoria y por eso son tan importantes”, se encargó de definir. 

Más tarde sonaría "La Celedonia Batista” y para eso presentó al primer invitado de la noche: su hijo Federico quien la acompañó tocando la guitarra eléctrica. A partir de ese momento la noche tuvo una fuerza eléctrica inusitada porque, como dijo Teresa, “Federico viene del palo del rock”. 

"Lo que pueden los indios" fue la siguiente interpretación y sería el turno de invitar a otra persona para que la acompañe sobre el escenario: Guillermina Beccar Varela, cantora de una voz impresionante. “¡Qué Bombón!”, gritó otra espectadora cuando Teresa presentaba a su nieto que la estaba acompañando en la segunda guitarra. Ahí hicieron "La negra Eulogia", seguido “Canción para Federico” y “Canción para Verónica”, dedicada a su hija. 

A lo largo de su carrera Parodi eligió temas con un contenido que recogen la realidad que nos permiten recuperar la identidad en muchos sentidos, por eso a la hora de tocar “El cielo del albañil” contó que una vez estando en Rosario se le acercó una persona y le dijo: “Yo soy Vargas”, (la persona a la cual hace referencia la canción). 

La guitarrista y cantante Sylvia Zabzuk fue invitada para poner su voz a otra canción donde se refleja el fuerte compromiso social que hace inmemorial la trayectoria de Parodi: "El otro pais".

Luego Teresa se encargó de contar que es la madrina de un Taller de Canto Grupal que dirige Sylvia en Santa Rosa. Desaparecidos” fue el próximo tema y uno de los puntos más altos del recital llegaría cuando tocaron “El angel de la bicicleta” de León Gieco, canción que narra la historia de “Pocho", un muchacho de 35 años que vivía en Rosario, y que en diciembre del 2001 fue asesinado mientras le pedía a la policía que no disparase contra el comedor donde él colaboraba, por eso el estribillo es fundamental y desgarrador: “¡¡¡Bajen las armas!!! Que aquí solo hay pibes comiendo”. 

Como para no bajar el clima que se había generado después de hacer tan impresionante tema, siguieron con "Se puede, se debe" para empezar a despedir una noche donde quedó en claro que Teresa es una de nuestras artistas más importantes, que durante toda su carrera demostró tener una sensibilidad y una pasión que se dejan ver en cada sílaba de sus palabras que pone en su canto.


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