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El viernes, el grupo salteño Los Huayra vivió una noche magistral que atesorará consigo para siempre. Pese a que la Comisión Organizadora no les concedió a estos salteños más tiempo en el escenario como lo pedía el público, Los Carabajal, para poder desarrollar su show, no tuvieron más remedio que invitarlos a cantar. En esa misma noche se le brindó un homenaje a Las Voces de Orán.
Si bien de antemano la cartelera de la segunda luna de la Serenata a Cafayate dejaba vislumbrar que sería la jornada que sobresaliera, ni la persona más acreditada podría vaticinar que esa noche tendría un condimento especial: la consagración indiscutible de Los Huayra. Desde muy temprano -y con el antecedente del día anterior- en la antesala del festival sobrevolaba un tenso clima entre los organizadores y los artistas por el tironeo del horario en que cada uno iba a subirse al escenario “Payo Solá”. Los Huayra no quedaron aislados en esta discusión, pero tampoco imaginaron que unas escasas horas después iban a recibir el perdón por el mal trato, pero esta vez, en manos del pueblo. Ese mismo que luego los ovacionó. A las 5:50 de la madrugada del sábado, subieron al escenario mirando al frente y convencidos de su propuesta musical. Iniciaron su repertorio con “La Sixto violín”, más adelante versionaron “Cuando llegue el alba”, para dar paso a su caballito de batalla “Mi estrella predilecta” (tema del Puma Vasconcellos, padre de uno de los integrantes del grupo y guionista de hace 27 años de la Serenata). Pero su entrega se terminaría con “El diablo de Humahuaca”, y allí todo estalló… El público insistente no se resignaba a despedirlos, mientras que los instrumentos empezaron a ser desalojados del “Payo Solá”. Ni el locutor Oscar Humacata, ni mucho menos, el humorista “Wily Catramina” pudieron apaciguar las aguas. Los silbidos tomaron mayor fuerza cuando Los Huayra volvieron al escenario e intentaron cantar un tema más a capella, pero de atrás se vió como los “organizadores” lo imposibilitaron. Otra vez el abucheo… al mismo tiempo que eran presentados Los Carabajal. Inmediatamente Musha Carabajal se vio obligado a buscar a Los Huayra para invitarlos a cantar “Perfume de carnaval”. De esta manera los salteños y santiagueños se fundieron en canción y llevaron hacia lo más alto al cancionero de la patria. Así quedó marcado en la pagina grande del historial de Los Huayra como un público puede revolucionarse de pie y lograr que ese preciso instante perdure en el tiempo para siempre. Porque ellos a esta noche jamás la olvidaran, porque como se dijo alguna vez: el pueblo es el que manda… y así quedó firmado. Pero esta segunda luna serenatera además mostró una maratónica cartelera. A la 1:50 la emoción trepó con un homenaje que la comisión del festival le rindió a Las Voces de Orán, entregándoles la llave de Cafayate y una plaqueta recordatoria de plata por los 35 años de aporte a la cultura y a la música. La trayectoria también fue marcada por Los Tucu Tucu, con más de 40 años de permanencia ininterrumpida. En esta misma línea, el “Payo Solá” marcó una vez más el regreso a los escenarios de Salta del Dúo Salteño, quienes estrenaron “Lloraré” y “El Arriero”, dos piezas que heredaron con la armonización del “Chuchi” Leguizamón. Nuevamente el “Chacho” Echenique y Patricio Jiménez hicieron brotar lagrimas y estremecer de la emoción con la profundidad del paisaje que encierran en sus interpretaciones. Más adelante, los chicos de Vale 4 irrumpieron exitosamente con los temas “Cafayate”, “La compañera”, “La palanca”, “La repiqueteada”, y pusieron en las manos de los serenateros el corte de su próximo disco “Yo soy asi”. La bagualera Mariana Carrizo demostró que es una de esas figuras que no puede faltar en el festival. Los Carabajal -pese a estar mal programados (6:20 de la mañana)- lograron despertar a la “Bodega Encantada” a fuerza de chacareras. Canto Guemes, Signos y Los Copleros brindaron su cuota de entusiasmo y una propuesta que muy pronto florecerá. La segunda jornada de la Serenata a Cafayate, que se inicio con el Ballet Michel Torino, cerró pasadas las siete de la mañana. Ese día culminaría el festival con Sergio Galleguillo y Los Amigos y la tradicional presentación del Chaqueño Palavecino que dará mucho que hablar.