Notas
ENTREVISTA

10/06/2025

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RECORDAR


Desde Cosquín, Paola Bernal, con su voz y su bombo, junto a las guitarras de Pampi Torre y Joel Costas, llega a Buenos Aires con dos fechas (19 y 22 de junio) para mostrar sus canciones de raíz folklórica y contemporánea. Almagro será el barrio donde, durante este mes, mostrará algunas nuevas creaciones y su estilo único de sentir la música nacional.


También aprovechará el viaje para tocar en peñas y encuentros de Moreno y de La Plata. Ella, que vive en la capital del folklore y que, a lo largo de su carrera como anfitriona de peñas, fue invitada por figuras cardinales de la música como Mercedes Sosa, León Gieco, Jaime Torres, la murga Falta y Resto, Minino Garay, Rubén Rada y Chango Farías Gómez, entre otros, viene a estos lares a mostrar su compromiso con los sonidos nacionales.

“Como siempre, venimos a mostrar nuestra mirada de la música popular argentina, que es lo que tenemos como identidad. Nos gusta porque estaremos en distintos espacios y terminamos en un show nuestro que va a estar bueno. Además, en todas nuestras canciones tendremos algunos invitados: va a estar Barbarita Palacios y algunos otros amigos, que son sorpresa, que habitualmente nos acompañan cuando vamos para allá”, admite Bernal.

  —¿Qué es lo que vienen a mostrar en esta gira de junio?  
—Venimos a seguir explorando la sonoridad que ya tenemos en el disco Agua de flores, nuestro último trabajo en formato trío, pero también canciones nuevas de un disco que ya estamos grabando junto con Pampi y Joel, en ese formato trío con guitarras —la criolla, la eléctrica— y el bombo. Una orquestación que nos encanta y en la que profundizamos en estas canciones nuevas de este próximo disco que esperamos poder sacar pronto. O sea, ya tenemos las maquetas; venimos trabajando en la producción del disco desde hace un tiempo. Mientras tanto, venimos tocando esas canciones, porque el encuentro de las canciones con el público nos parece que las termina de formar. Esperamos que este año salga; estamos trabajando para eso.
Paola Bernal: “No entiendo el folklore sin compromiso”

 —¿Cómo ves tu recorrido y qué es lo que querés también para adelante?  
—Llevo muchos años y creo que ya las distintas instancias son como la vida misma: tienen que ver también con los contextos en los que vivimos, con la etapa de la vida que te toca. Los artistas, los músicos, no la tenemos fácil. Creo que no es un momento muy propicio, pero la experiencia ya nos enseñó que esto es una batalla permanente, y que el tiempo social y político en este lugar en el que vivimos siempre te condiciona. Pero no nos queda otra que seguir. Entonces, de alguna manera, para mí grabar, poder seguir tocando donde sea, poder vivir de esto que yo elijo hacer, ya es un montón. Mi construcción desde Córdoba, desde Cosquín, la hago y me organizo desde siempre para hacer lo que pueda y lo que el tiempo me permita, porque también soy madre y eso también forma parte de mis prioridades, más allá de la música, ¿no? El arte está todo el tiempo en cruce con la vida, por supuesto, pero soy de una generación —yo, al menos— que no ve las cosas como un producto permanentemente. Si bien uno trabaja para hacer lo mejor posible y llevar eso adelante, los contextos también determinan un poco el camino que uno va recorriendo. Una se plantea o proyecta y eso puede suceder… porque, bueno, la música popular argentina se mueve dentro de un contexto en el que las redes funcionan para generar nuevas cosas.

  —¿Pero que quieran destruir ese trabajo colectivo te molesta? ¿Cómo ves vos el contexto de la música popular?  
—Me hace acordar mucho a cómo lo vivíamos en los 90, como que hay toda una estética que se parece. Como que nuevamente quieren imponer una política cultural que se parece mucho al vaciamiento mental. Pero no hay que dejarse avasallar. Yo creo que existen también otras maneras. O sea, nosotros estamos acá, hemos crecido en eso. No es que esta democracia que vivimos siempre fue ideal. Pero hay que defenderla y crear contextos favorables para la cultura. Los tiempos complejos refuerzan nuestras ganas: son desafíos permanentes. Así como la amplitud lograda por la música folklórica, en relación con una calidad y una variedad, hay que defenderla. Y aceptar que hay de todo: una parte muy profunda y otra que también tiene que ver con entretener, algo apoyada en la industria musical. Eso siempre ha sucedido.
Creo que los tiempos sociales ponen de manifiesto claramente que, a pesar de eso, hay que poder construir, crear oportunidades. Mi tarea como artista, como trabajadora de la música, también tiene que ver con gestionar y con involucrarse. No entiendo la música folklórica sin compromiso.
Paola Bernal: “No entiendo el folklore sin compromiso”

  —¿Es especial ser embajadora de Cosquín, con lo que significa ese lugar? 
—Claro, muy especial, por supuesto. Primero, tengo un sentimiento de agradecimiento, porque claramente vivir en este lugar, haber nacido en este lugar, me marcó de alguna manera un camino. Desde la infancia, ya forma parte para mí todo este universo folclórico y artístico.
Además, vivir en diálogo con la naturaleza, con el río, me genera algo especial. Por eso yo me quedo acá a vivir, porque claramente es un lugar amable, amoroso, un lugar de tolerancia, un lugar que es parte de mi identidad como creadora. Soy de encontrar por ahí, en mi cotidiano, sonidos o ideas; siempre estoy en algún tipo de búsqueda y dejando que todo fluya. Cosquín es parte de eso. Es parte de mí, claro está.

  —¿Cómo es tu forma de trabajo?  
—La parte creativa aparece como algo que querés decir y cómo decirlo. En distintos tiempos aparecen, pero bueno, yo trabajo de esa manera. Estamos tocando todo lo que podemos, y entre ensayo y ensayo van saliendo las canciones nuevas. Vas eligiendo qué te gusta, buscando aliados, amigos o amigas: eso es lindo. Nos vamos nutriendo mutuamente. Está claro que personalmente trabajo mucho desde la rítmica y desde la voz, y desde ahí están saliendo creaciones nuevas todo el tiempo. Yo pasé muchos años sin grabar, pero sí tocando, y en ese andar —en los escenarios, en las peñas, en las distintas instancias de encuentro donde nos lleva la música— una se va encontrando con lo que quiere contar. Si es por ahí, vamos por ahí. Me gusta crear comunidad, que haya grupalidades, siempre creando redes. Yo llevo una vida cantando: tengo 51 años y desde que tengo 11 que subo a los escenarios. Es la manera en que aprendí. Así surgen cosas nuevas. Además, siempre estamos también muy involucrados con las distintas luchas. Nuestra poética, que nos atraviesa permanentemente, es combativa. El arte, lo social y, por supuesto, lo político son parte de la música popular. Por eso siempre estamos apoyando alguna causa que nos parece justa, ligada a lo ambiental o a lo que tiene que ver con educación: todas temáticas que nos parecen importantes.

  EL DATO  
19 de junio, a las 20, en Circuito Cultural JJ, Jean Jaures 347
22 de junio, a las 21:30, en Hasta Trilce, Maza 177.


Por: Nicolás Peralta



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