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Dicen que sin ellas, Cosquín no sería lo mismo. Cada una brinda una alternativa diferente. Desde mediado de los 90, la peña del Dúo Coplanacu es una de las propuestas más interesantes que abrazan a la Plaza Prospero Molina. En ella se conjugan diferentes factores, desde la infraestructura, la gastronomía, hasta la variedad y calidad de su programación artística, que la convierten en una de las opciones más interesantes.
El público canta, baila y aplaude a Coplanacu con verdadero fervor. En el escenario ya estuvieron los dueños de casa. Cada uno de sus recitales, se parece al de un regreso, tras una larga ausencia. La noche busca su final. Aparece el “Negro” Valdivia, locutor de siempre de la peña, y para sorpresa de todos presenta al talentoso Luis Salinas.
El patio del colegio donde se realiza la peña, con capacidad para un poco más de mil personas, supo cobijar la pasión y calidad de las interpretaciones del músico nacido en Monte Grande, provincia de Buenas Aires.
Luego de haberse presentado por primera vez en el escenario mayor del “Festival Nacional de Folklore” y preparándose para visitar Cuba, donde participará del “Festival de La Habana” y grabará un disco con Chucho Valdés, Salinas, con su virtuosismo, hace vibrar a los trasnochados de la peña. Luego esas vibraciones se convierten en danza cuando interpreta zambas y chacareras.
La noche esta cargada de sorpresas. Como si le faltara magia, aparece en el escenario Jorge Giuliano, talentoso músico y actual guitarrista de Mercedes Sosa. Junto a Luis Salinas se genera una conexión que en medio de improvisaciones se producen bellas melodías de alto vuelo.
Llegó el final de su recital, el reconocimiento y cariño del
público es ineludible y tienen la fuerza suficiente para que el guitarrista, sus músicos y su invitado vuelvan al escenario.
Y se armó otra juntada! El retorno de salinas al escenario, no es solo con sus músicos y con Jorge Giuliano, también participan Roberto Cantos y Julio Paz. “Estamos estrenando guitarristas”, dice Paz, con el humor que lo caracteriza. Y Cosquín produce estos encuentros maravillosos, estas “juntadas”, que fuera de una estructurada programación roban horas de sueño a los trasnochados y alimenta el estrecho y necesario vínculo público artista, a veces ausente.
Otra postal de la noche
Hay algunos artistas que no se han olvidado de salir a caminar con tranquilidad por las calles de Cosquín. En una de las mesas, en la peña de “Coplanacu”, Victor Heredia, Pedro Aznar y Jorge Fandermole disfrutan del espectáculo de Luis Salinas y comparten un momento, como cualquiera de los presentes. Algunos los observan, mientras los más atrevidos le roban cómodamente un saludo. Así se tejen las noches de Cosquín. Así se construyen tramas únicas.