}
Entre lluvias y guitarras pasó el vigésimo encuentro festivalero de la ciudad bonaerense. Con la destacada presencia del Chaqueño Palavecino, padrino del festival, Canto 4 y Jorge Rojas, se vivieron tres noches de música, baile y encuentros en el corazón de la provincia del 8 al 10 de marzo.
Es esta una de las fiestas más importantes de la región, siempre esperada por los locales y viajeros que cada año se acercan a disfrutar de la doma por las tardes y la música en las noches. Esta 20 edición comenzó en la voz de la local Paloma Pacheco con “Quimey Neuquén”, acompañada en escena de bailarinas para interpretar el tema de Larralde, y luego hacer disfrutar a todos al entonar la zamba de su autoría dedicada al festival.
Durante todo el fin de semana hubo alerta amarilla, pero el cielo quiso que la fiesta en las dos peñas y sobre el escenario mayor, pudiera llevarse a cabo completando la totalidad de la grilla. El viernes 8 fueron los salteños de Canto 4 quienes cerraron al ritmo de unas sayas baile para hacerle frente a las primeras gotas que caían sobre el predio. Al comienzo de su presentación habían expresado la alegría de estar una vez más en el festival, proponiendo hacer de ese encuentro como si fuese un gran fogón cantando juntos "Chacarera para mi vuelta", "Gato del festival" o "Alma de rezabaile". Sin dudas no podía faltar el ritmo distintivo de sus pagos, fue entonces que hicieron las siempre presentes "Zamba para olvidarte" y "Zamba de mi esperanza".
Esa noche también habían pisado el escenario el grupo olavarriense "Los del riel" quienes hicieron temas como "Amor ausente" o haciendo que muchos salgan a bailar con "El diablo de los bombos". También dijeron presente "Los caldenes" con clásicos del cancionero argentino como "La simple", de la música mexicana como "El rey" o los "Campero campero" interpretando la gran "A una rosa" de los Manseros.
El sábado desde las 19 los alrededores de la platea se poblaron de reposeras, mantas, conservadoras y hasta pequeñas mesas con improvisados picnics para disfrutar de la segunda jornada de folklore. Martín Graff se presentó por primera vez cantando entre otras, la zamba "Para los ojos más bellos" o "Cuando llora mi guitarra", y emocionado terminó diciendo "¡qué gran festival tenemos en Olavarría!". Después fue el turno de "Los Moya", quienes habían estado en las peñas del Festival allá por el año 2009, quizá en aquel momento también hicieron alguna de las clásicas como "Piedra y camino" o un carnavalito como con el que vibró este marzo toda Olavarría.
Otro ya habitué de la ciudad es Alex Freidig quien entre canciones como "Eterno amor", o "El olvidao" hizo que todo el público cantara el "Feliz cumpleaños" al festival, porque es verdad que 20 años no se festejan todos los días. Antes del show más esperado de la jornada, el de Jorge Rojas, fue el turno de dos presentaciones siempre bien recibidas en todos los encuentros populares del país. El primero fue Lele Lovato, quien con su violín interpretó temas como "Criollita santiagueña" o "La Tamara", y antes de terminar con "Puente carretero" expresó su deseo de "que la música sea esto, generar encuentros. Que nuestra música folclórica sea siempre protagonista".
Luego llegaron los coscoínos Ceibo, quienes levantaron al público con "El avenido", "Déjame que me vaya" o el sorprente mix donde sonaron "Una calle nos separa", "El mono relojero" y "Juan de la calle". Aunque sin dudas la mayor ovación de la jornada llegó luego de una magnífica versión a capela de "Zamba del cantor enamorado".
Pasadas las doce y media de la noche Jorge Rojas irrumpió acompañado de un gran juego de luces azules en escena interpretando "A todo corazón", para luego entre gritos y aplausos haga "Mi cantar". Fue en "Guitarra compañera" donde una pareja de baile lo acompañó, y bailó junto a él "El punto final".
Las pantallas, junto con el baile hicieron de la presentación un gran show, el público todo cantó con el salteño clásicos como "La yapa", donde se destacaron los vientos, "No es lo mismo" o "La vida". También hubo tiempo para el romanticismo con "Sin memoria" y "No saber de ti", pero el final de su encuentro con las rojeras olavarrienses estuvo regado de ritmo bien norteño de la mano de "No te vayas carnaval".
La última jornada del festival estuvo cubierta por un amenazante negro cielo desde la tarde, lo que hizo que los horarios de las presentaciones vayan modificándose. Antes del anochecer ya estaba Daiana Colamarino haciendo "una peña que corte la tormenta” haciendo disfrutar a todos. En el escenario compartió temas como "Chacarera del triste", "Puente pexoa" y provocó que vuelen pañuelos haciendo "El jardín de la República". "Siempre digo que Olavarría abrió muchas puertas, me cumplió muchos sueños", comentó la oriunda de Henderson antes de terminar con "Entre a mi pago sin golpear".
"Bienvenido a Olavarría, su tierra adoptiva" dijeron los presentadores para que suba Carlos Ramón Fernández comience cantando "Por una mirada", y sea acompañado a viva voz cuando cantó la esperada "Zorro viejo". El balcarceño se fue del escenario entre aplausos y pedidos de bis luego de hacer su sentida "Por vos, enfermera".
Una media hora después de lo anunciado por la tarde, El chaqueño Palavecino subió al escenario cantando "De pura cepa", ya en las primeras estrofas empezaron a caer algunas gotas de lluvia, que acompañarían gran parte de la presentación del músico. Pero esto no hizo que la gente abandone sus lugares, y aún menos cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de la siempre esperada "La sin corazón".
Al terminar "Juan de la calle" preguntó a la gente si se iba a quedar un rato más, es que el agua cada vez era más copiosa, y la gente de la platea comenzaba a irse, pero tras las vallas, cientos con sus reposeras aún esperaban más canciones. “¿Por qué le disparan tanto al agua si no hay rayos?” comentó entre risas antes de hacer "Amor salvaje" y "La ley y la trampa".
A la noche del domingo aún le quedaban artistas, fueron sus coterráneos de Guitarreros quienes llegaron al Horacio Guarany junto a cinco parejas del ballet de Balcarce, para hacer un gran número con "Soy guitarrero señor". Sonaron "Entre a mi pago sin golpear", la zamba "Soy salteño" o "A Monteros", antes de hacer bailar a todos con "Que nadie sepa mi sufrir", "El humahuaaueño" y "Luna de Tartagal" ya con las plateas numeradas repletas al abrirse el sector para el público general.
Cerca de la medianoche llegó el turno de Martín Barraza, en palabras de los locutores del festival el “gran artista olavarriense, el hijo pródigo”, y sin dudas se vio que lo es cuando la platea toda lo acompañó cantando "Corazón verdugo", "Aquel tiempo de mi infancia" o "Sombra herida". También al momento del baile, donde el joven se mezcló con el público para hacer "¿Quién se ha tomado todo el vino? " o "La morocha", pero sobre todo cuando al finalizar debió volver al escenario al pedido de otra para hacer "El olvidao".
Y fue así que esquivando, y a su vez siendo bendecida por la lluvia, pasó la edición número veinte del Festival Nacional de Doma y Folclore de Olavarría, una a fiesta que se asienta año tras año en el calendario festivalero.