}
En la Segunda luna coscoina de la 64 edición del Festival Mayor de Folklore de Cosquín quienes se llevaron nuevamente la Consagración del público presente con una Plaza Próspero Molina cubierta en un 70 por ciento, fueron Destino San Javier, Nahuel Pennisi y en el cierre pasadas bien las tres de la madrugada, el Indio Lucio Rojas.
Destino San Javier, quienes había logrado la Consagración justamente el año pasado volvieron a ser consagrados por su gente en una actuación que lo tuvo todo: buena música, amplitud de sonido y un repertorio más que acorde con la ocasión.
Franco Favini, Bruno y Paolo Ragone al frente de su compacta y efectiva banda le regaló a su gente en el inicio un repertorio bien folklórico con composiciones de la talla de "Justo ahora", "El duende del bandoneón", "La Oma", "A Monteros", "Kilómetro 11" -2 y hasta la nueva versión de "Jesús María cantará", para luego poner romanticismo a la velada con "Aunque ya no quiera verte", "Amor como el nuestro" y un momento muy emotivo cuando junto a Nahuel Pennisi y el Indio Lucio Rojas, recordaron con admiración a Martín Paz con su clásico "Eterno amor".
Inmediatamente Franco, Bruno y Paolo bajaron del escenario para junto a su pueblo entonar "Mujer, niña y amiga", recordar a Daniel Toro con "Zamba para olvidarte" y en los bises finales, "Cariñito", "Se me hade aguita la boca" y la yapa con "Porque será", ante la ovación.
Mientras que por su parte Nanuel Pennisi (consagración Cosquín 2022), realizó un recorrido bien cuidado con su nueva banda, al mezclar con sapiencia y con climas clásicos del folklore, con sus composiciones que tienen el matiz de la balada.
De esa forma y con un clima donde la plaza se convirtió en un teatro, fueron pasando: "Mundo", "La puerta", "La apuesta", el mix de zambas con "La olvidada" y Del Chucaro", para darle el paso a "Semilla de chacarera", también de Martín Paz. Luego llegarían, "Por segunda vez", "Se feliz", "La noche", un mix muy bien logrado con "El humahuaqueño" y "Viene y te vas", para finalizar con el más requerido tema de su trayectoria, "Universos paralelos".
El Indio Lucio Rojas tuvo la responsabilidad de cerrar la segunda luna y vaya si lo logró desde los primeros instantes de su actuación, desplegando en el escenario "Atahualpa Yupanqui" un concierto en donde nos lleva hacia un patio e tierra del Chaco salteño, con sus chacareras del monte.
De esa forma junto a su hermano Alfredo Rojas y su buena banda, interpretaron entre otras, "Bagualero", "Marca borrada", "La Taleñita", "Chaqueñadas", "Por tu querer", "De corazón a corazón", "Te amo a ti", "De esas que te hacen llorar", "Yo soy el Indio" y "No me abraces porque lloro", logrando la Consagración nuevamente de su gente.
La apertura luego del "Himno a Cosquín a cargo de la danza del Ballet Oficial, estuvo a cargo del Dúo Coplanacu, donde Julio Paz y Roberto Cantos, volvieron a demostrar que simplemente con una guitarra, un bombo, un violín y un bandoneón, también se puede hacer folklore de calidad y bien criollito, cantando "La añoradora", "Camino a Telares", el clásico "Agitando pañuelos", "Corazón santiagueño", "Rezabaile", se dieron el gusto de recordar a Elpidio Herrero y la sacha guitarra con "Igual que pájaro herido" y "De la banda a Santiago", y el reconocido bis con "La algarrobera".
Párrafo aparte se merece nuevamente después de muchos años el canto de "Las dos lunas", ese maravilloso ensamble logrado con la unión en voces de Roberto y Julio con la luna tucumana y la luna santiagueña, impecable.
Suna Rocha nos trajo el festejo de sus 40 años con el canto e interpretó en el inicio el "Grito santiagueño" de Raúl Carnota que le posibilitó la revelación en 1983, para seguir con el huayno "Solo luz", una muy lograda entonación con el "Himno al inmigrante" de Julio Lacarra y coronar su momento con el "Haleluyah" como ella dijo en la escena "por la paz".
Yamila Cafrunte hizo muy bien gala de su inmenso apellido como en cada escenario con un repertorio bien criollito secundada por un grupo de guitarra comandados por Moscato Luna para entonar uno de sus últimos temas "Amor de febrero", "Misionero y guaraní" en honor a Ramón Ayala que también dejara este mundo el año pasado, "Juan prisionero" de Yunanqui quien se la escribió al Choya Chavero, sul hijo e hizo subir al escenario a Malena Dorado, hija de la inolvidable y malograda Tamara Castro, quien cantó la zamba que le compuso Hugo Casas a su mamá, "Zamba para Tamara" y culminó a duo con Yamila, para "Guitarra de patria grande", una chamarrita de Carlos Zelko.
La músico de Cuyo estuvo representada por la formación Algarrobo.com, quienes nos dejaron esos clásicos cuyanos como "El Marucho", "Catador enólogo", "Juana bailadora" y "Para cantar tonada", mientras que de la localidad salteña de Campo Quijano llegó Marina Cornejo para regalarnos esas zambas bien carperas como "Salteña y cantora", "Si te vuelvo a ver" y un mix con "Llorando estoy", más "Y así así", para que reciba el canto y el coro de la gente.
Las postales de provincia en esta oportunidad le correspondió a Córdoba con la participación de un cuerpo de baile y las voces de Paola Bernal y Pablo Lozano, para interpretar piezas de la talla de "Del norte cordobés" y "Pasacalle del amor".
El pre Cosquín estuvo muy bien representado por el Dúo Vocal Ñapinda de Rosario quien con una digna personalidad y buenas voces, entonaron "Juan del monte", "Sencillito y de alpargatas" para recordar a Omar Moreno Palacios y "Pan del agua" del inmenso poeta, escritor y cantor, Ramón Ayala. El dúo Ñapinda serios candidatos a la revelación del festival aunque todavía falta mucho por escuchar y ver.
Siempre los cantore populares dejan títulos en cuanto a los momentos complicados que se viven como por ejemplo Franco Favini de Destino San Javier, quien dijo: "Si hay festivales que no se pueden realizar, vamos a ir nosotros los cantores por esos pueblos para ver que mano podemos dar y que no se pierda la magia festivalera".
Por su parte Roberto Cantos del Dúo Coplanacu mencionó: "Nuestra cultura no es una rama de la economía es un árbol frondoso y genuino que nos da sus vivencias".