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La agrupación chamamecera Los Alonsitos festejó sus 38 años de trayectoria ininterrumpida con un concierto de alrededor de dos horas ante una Trastienda colmada, desarrollando un repertorio con los clásicos y éxitos que los vienen acompañando en cada escenario del país y el mundo.
Marcelo Roselli en guitarra y voz, Marcelo Roselli en acordeón y Ariel Báez en acordeón y voz, junto a sus músicos protagonizaron un recital repleto de colorido, climas, baile, coros y palmas, propio de la música del litoral, traido desde su Corrientes natal.
Con ese clima de fiesta fueron pasando luego de una interesante introducción de sus músicos, temas de la talla de "Ay amor", "Villanueva", "Puente Pexoa", "Forastero del Iberá", "Enero", "El lunes puede esperar", "Mi estrella perdida" y "Estancia San Blas", combinando con sapiencia y buen gusto, clásicos de siempre y otras composiciones del nuevo cancionero litoraleño.
Sin muchas palabras y sólo con el agradecimiento a Buenos Aires por su regreso, continuaron la fiesta con "Cielo de mantilla", "Niña del Ñangapiri", "Todo el mundo a cantar" y junto al acordeón de Tomás Zacarias, le regalaron a su público, "El gato Moro", "Laguna Totora" y "El gateao".
Se pusieron románticos con "Eterno amor" de Martín Paz, para seguidamente regresar al ritmo con "Bolichero", un rico y variado Poppurri de clásicos y en el final "Todo el mundo a cantar", el himno del chamamé "Kilómetro 11", "Lucerito Alba", "A mi Corrientes Porá" y "El toro".
Para los bises que nunca faltan interpretaron "Puerto Tirol" y "Vienes y vas" con el coro mejor que puede tener un artista, el público presente.
Los Alonsitos cumplieron con creces su desembarco en Buenos Aires nuevamente para continuar con su gira de festejos de trayectoria por el país.