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Surgido 2015, Salmuera interpreta composiciones originales, donde confluyen distintos lenguajes, como música académica contemporánea y jazz, mixturándose con ritmos folclóricos, el color del tango, la fuerza del rock y la frescura de la improvisación. Todos estos géneros convergen en una música nueva y totalmente original, que sin perder carácter popular, sorprenden por su variedad temática, donde cada composición es un microcosmos único para ser atentamente escuchado como también bailado.
El grupo lanzó en 2020 su primer disco, "Salmuera", editado de manera independiente. En junio de 2023 Salmuera regresa con "Plantar un algo", un nuevo trabajo integrado por nueve canciones originales, reafirmando su estilo popular contemporáneo.
Hablamos con Francisco Noce, guitarrista de Salmuera, sobre qué “condimentos” y esperanzas hay detrás del segundo disco, Plantar un algo.
Te pido me definas qué es Salmuera.
Salmuera es un espacio que creamos junto con Nicolás Cianis para expresarnos musicalmente. Es la conjunción y combinación de nuestras experiencias musicales (a veces extra musicales) que muchas veces coinciden, otras chocan, pero que finalmente coexisten en armonía. Este espacio está abierto también a los diferentes aportes que traen consigo el resto de los integrantes: Emilio Noce, el baterista (y mi hermano) le imprime y potencia rítmicamente a las ideas musicales subyacentes, como si terminara de explicitar lo implícito de la composición en cuestión, agregándole una especie de “transe”. Diego Suárez, con su tremenda experiencia, agarra o intuye enseguida por dónde va el tema y con la flauta hace magia. Por otro lado, al ser un instrumento melódico expresa lo que la guitarra y el piano no, de forma mucho más cantable. Finalmente, la última incorporación del grupo, Francisco Martínez en bandoneón aporta mucha sensibilidad con toques muy sutiles, con sobriedad y frescura al mismo tiempo.
Todas estas características hacen que nuestra música tenga una coherencia en sí misma.
¿Recordás cuando sintieron que era apropiado trabajar juntos?
Surgió cuando Nico y yo sentimos compartir con el otro ideas musicales para crear algo nuevo. Ambos tocábamos música popular en proyectos diferentes, pero a sabiendas que los estilos compositivos de cada uno tenían puntos en común. Nos conocimos allá por 2007 estudiando Composición musical en la actual UNA y si bien lo académico nos convocaba, lo popular nos unía. Tocamos tangos en 2009 y luego de un distanciamiento nos reencontramos en 2014, para arrancar Salmuera en 2015.
En Salmuera hay una gran apuesta por la composición propia, no muy común en el folclore. ¿Por qué es así?
Es que partimos de la base de que nos juntamos a componer, y en ese juego o laboratorio surgen diferentes estilos y géneros. Estamos atravesados por la música que estudiamos o tocamos (desde rock, pasando por lo académico a lo popular) y el resultado es eso mismo, la mezcla o fusión de todas esas músicas. Aunque de vez en cuando nos surge componer propiamente algo más folclórico como una chacarera o zamba, como así algo más tanguero. Por otro lado, nuestra virtud está más en nuestro aporte a la música desde lo compositivo, que desde nuestra parte instrumentista, es decir que nos sentimos más cómodos y satisfechos tocando música propia que de otro.
Su disco logra una cautivante fusión de sonidos, distintas épocas y estilos. ¿Cómo podrían explicar el proceso de experimentación en Plantar un algo?
El proceso de experimentación se va o fue dando en ese laboratorio compositivo que tenemos generalmente con Nicolás y con el aporte de Emilio. En Plantar un algo, varios de los temas formaban parte de nuestro repertorio, pero al grabarlo los trabajamos con el resto de los integrantes, que aportaron muchas ideas desde sus lugares de instrumentistas buscando nuevos colores, matices, texturas y “soluciones” musicales. Al grabar, el hecho de que tocamos en vivo, es decir todos al mismo tiempo, le da una frescura que se percibe al escuchar el disco.
¿Cuál es el factor de inspiración que impulsa el motor creativo de todas estas canciones?
El mundo que nos rodea. Como artistas músicos, le devolvemos al mundo algo de lo que nos da. Esto es una necesidad y muchas veces es una excusa como puntapié para componer. La mayoría de nuestras composiciones se remiten a algún hecho o vivencia personal, por ejemplo “Feliz” es la historia de un canario que tuvo mi hijo; “El mazazo” aparece como consecuencia de los martillazos de un albañil en lo del vecino de Nicolás; “La espuma del mar” de un viaje de Emilio por la costa con su familia; “Doña Luisa” era mi abuela. La canción “Año bisiesto” parte desde un concepto: una persona condenada a cumplir cada cuatro años por nacer un 29 de Febrero. Otras como “Pura cepa”, “Chica rea”, “Desde la ventana” o “Bailambo” tienen origen meramente musical.
¿Se vienen dos fechas. ¿Qué pueden adelantar de los shows?
El sábado 16 de septiembre en Circe (CABA) presentamos oficialmente Plantar un Algo. Habrá invitados sorpresa (generalmente no tocamos con invitados); bailarines y proyecciones. También tocaremos temas del primer disco con algunas renovaciones. Buscamos en el show plasmar, además de lo subjetivo de la música, vivencias y experiencias personales que nos atraviesan en nuestra música. Será un concierto más grande por decirlo así, por el espacio y sonido.
Y el sábado 7 de octubre en Café Vinilo, por las posibilidades del lugar, será más íntimo y acústico. En Vinilo hay una cercanía e interacción con el público que en otros lugares no pasa, por lo que muchas veces ocurre algo interactivo que nos encanta.
Para esa fecha, además estará una cantante invitada, y será una fecha bastante diferente a la de Circe, por más que el repertorio sea parecido.
¡Los esperamos en ambos conciertos con muchas ganas!