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Todo parecía indicar que la lluvia no cesaría. La Séptima Luna no tuvo fuerzas para salir pero todo el sentir de un pueblo, por nuestra música popular argentina, se hizo notar…plateas repletas, teñidas de rojos paraguas y coloridos piloto, demostraron que esta noche sin luna, llena de agua, no iba a impedir que comenzara la fiesta en el escenario mayor de América. La magia está en Cosquin Las caras húmedas, la tenue neblina y una fría brisa, fueron los ingredientes de una de las noches más concurridas en la Plaza Próspero Molina, las campanas de la iglesia resonaron más fuerte que nunca para que todos escucharan, que a pesar del agua, la fiesta no iba a ahogarse… Dos voces abrieron el espectáculo consiguiendo los primeros suspiros de toda una multitud, que estaba dispuesta a darle batalla al aguacero. Los Guaraníes con el tema “Desde que te vi”, “Lamento Mataco”, la romántica melodía de “Hasta el Cansancio” y el bandoneón de “Tocámelo una Chacarera”, sirvieron para que todo un anfiteatro se enamorara y saltara de pie. “Extraordinario comienzo”, fueron las palabras del anfitrión de la noche Miguel Ángel Gutiérrez, dando paso a un mendocino con sangre sanjuanina, Javier Figueroa, que vino a traer “Nada más que una tonada” y “Pasión de Abril”. Un reto de Malambeadores, dejó atónito a un público que miraba las mudanzas de Martín Ciares -ganador de Pre Cosquín 2008 en Malambo Individual-, quien desafió a Miguel Diosquez Dupuy -ganador de Pre Cosquin 2007 en la misma categoría-, a un contrapunto de ritmos norteños y sureños, por la honorabilidad de quienes tienen la noble tarea de mostrar y enarbolar la bandera del bailarín de danzas criollas. Con la lluvia presente y una plaza enardecida, subieron al escenario Los Catamarqueños, que con vidalitas chayeras y dulces zambas como “La tristecita” y “A San Sebastián”, conmovieron a más de uno. Sangre y fuerza correntina subieron al escenario de la mano de Mario Boffil, que después de enardecidos sapucay, logró movilizar a los bailarines del público con “Estudiante del interior”, “Cantalicio vendió su acordeón” y “Requecho chamamé”. A pesar de la incesante lluvia, el Ballet Sentimiento Criollo de Santa Fe, desplegó toda su grandeza y belleza en el escenario mayor antes de que la delicada voz de la riojana Bruja Salguero se luciera armoniosamente en “Serenata del 900” y “Charco Celeste”; clásicos que dejaron enamorados a un público deleitado por el dialogo musical entre el canto y la armónica de Franco Luciani. Toda la fuerza y la juventud trajeron “Agüita fresca” con Penke Pereyra, acompañado por un divertido carnavalito de la mano del Ballet Oficial, que no le temió a un escenario pasado por agua. La brisa de la noche parecía ser salteña por unos minutos, el silencio colmó el repleto anfiteatro, dejando que Mariana Cayon se adueñara del sonido del viento con “Fuga y Misterio” y “Zamba de Lozano”. “El cóndor pasa” y una selección de polkas, fueron la excusa perfecta para que todos sus músicos se lucieran y ella dejara demostrado que a su música la lleva en el alma. Horacio Benegas, entregó su corazón santiagueño con “Identidad”, “Sueño de amor” y “El color de la chacarera”, mientras que algunos bailaban aceptando los designios de la húmeda noche. Los trajes de Charro, las flameantes polleras y grande sombrero, aparecieron sobre el escenario indicando, que la Delegación de México se hacía presente. “El son de la negra” revivió la tradición y esencia de aquellos pagos. “Viva México, Viva Argentina!!” eran los gritos que se hacían oír después del presente que recibió la delegación mexicana, como gesto de hermandad y reconocimiento por su visita al Festival de Cosquin. Ahora le tocaba el turno a Los Carabajal, que hicieron vibrar a un público que con caras mojadas bailó y cantó “El Antigal”, “Cuando me abandone el alma”, “La estrella azul” y otra vez, una suave cortina de agua buscaba su lugar en la platea refrescando la presentación de Amaneceres, Mirta Uguet y Vanessa de María. Una noche bendecida por el agua… La luna esta vez no tuvo lugar en el encuentro, pero varias estrellas pasaron esta noche dejando su huella, pero aún faltaba la última para que demostrara su brillo… El telón se abrió y la gente ovacionó de pié a Jorge Rojas, que con una seguidilla de chacareras y su versión de “La Yapa”, enloqueció a un público que enriquecía la noche con sus palmas. “Que hermoso, que lindo, que emoción…las cosas maravillosas que hacen sentir a los cantores. Un placer estar acá, muchísimas gracias por acompañarme” y los gritos femeninos superaron por unos instantes hasta su propia vos. El cantor aprovechó en su décima quinta presentación en dicho festival, dedicarle un tema a su madre, con una de las grandes canciones de la música popular “Como pájaros en el aire” de Peteco Carabajal. Todo el anfiteatro parecía olvidarse de las molestias de la inagotable lluvia, que hasta el mismo Jorge Rojas, se animó a mojar y sentir lo que sus seguidoras le transmitían, cantando “Una Copla de amor” acompañado por toda la Próspero Molina. “Zamba de Carnaval” fue el tema elegido para interpretarlo con su primera invitada, la sanjuanina Claudia Pirán, que no perdió oportunidad para lucirse con su versión de “Honrar la vida”. Pero la sorpresa de la noche que despertó grandes suspiros, fue el zapateo de Jorge juntos a sus hermanos, Alfredo y Lucio Rojas, al compás de la “Chacarera de las Piedras”. El conjunto vocal Canto Cuatro, fueron otros de los tantos invitados para compartir algunas canciones como “Piedra y Camino”, “Sombra Herida”, dándole el toque romántico a la lluviosa noche. “Un montón de estrellas”, “Lágrimas negras”, “No te vayas carnaval” y “Vuelvo” fueron algunos de los temas disfrutados por todos los se