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Con Los Nocheros como eje, la primera luna coscoína contó también son las actuaciones de Leandro Lovato, Carlos Di Fulvio, Alfredo Ábalos y La Chacarerata Santiagueña. El locutor, Miguel Ángel Gutiérrez, aseguró que comenzó a “correr la mejor sangre argentina” del folklore.
Allá por 1961, entre el 21 y el 29 de enero, se realizó el primer Festival Nacional de Folklore. 48 años después –y en el centenario del natalicio de quien fuera su emblema: Don Atahualpa Yupanqui- la Plaza Próspero Molina volvió a convocar a lo mejor de nuestra música nativa.
Cerca de las 22:30 -y luego de la proyección de un video homenaje a los Tucu Tucu- el locutor Fabián Palacios pronunció el ya clásico “Aquí Cosquín”. Los fuegos artificiales colmaron un cielo que anunciaba un encuentro inolvidable.
Así, los integrantes del Ballet Camín y el Ballet de la Costa desplegaron una coreografía que fusionó lo nativo y lo criollo y danzaron a la par del Himno de Cosquín.
Apenas comenzaba la velada cuando el locutor Miguel Ángel Gutiérrez, contagió al público con su emotiva presentación, alzando los ojos y observando el firmamento, dijo: “Esta luna se ha acercado a esta fiesta para señalarnos el rumbo, la misma luna que ha señalado al Tejada Gómez, Cacho Tirao, que también tiene a la querida Tamara Castro, Hernán Figueroa Reyes y Jorge Cafrune. Sobre este lema, sobre esta memoria vamos a edificar el canto en el Valle de Punilla, que es una arteria por la que corre la mejor sangre argentina; ésta que se renueva permanentemente en Cosquín y se proyecta desde aquí al país y al mundo. Venimos a saber cómo somos los argentinos y aquí lo vamos a descubrir: en esta euforia y estos músicos jóvenes que vienen a rescatar lo mejor de nuestra tradición”.
Era entonces el turno de quien fue la Consagración de 2007. El santafecino Leandro Lovato recalcó: “Gracias a toda la gente que trabaja para que, año a año, podamos disfrutar de esta fiesta, de éste, nuestro festival, el de todos los argentinos. Muchas gracias por confiar en mí, por esta responsabilidad de dar la patada inicial. Empieza a rodar la pelota del mundial de los folkloristas”. Así comenzaron a sonar los acordes de “Rumor de Salamanca”. La lista de temas contó, entre otros, con “El revoltoso” y el éxito de Leo Dan “Santiago Querido”. El músico se destacó, más que en la parte vocal, por su indiscutible habilidad con el violín, que quedó demostrada en una excelente versión del valsecito criollo “Quiero ser tu sombra”.
Continuando con la programación, se presentó el grupo ganador del Pre Cosquín 2008, conjunto vocal Origen de la Sede de Alberdi.
La reunión más federal de nuestro folklore cruzó las fronteras del país para darle paso a la república hermana de Colombia que, de la mano del grupo Septófono acercó a la plaza los ritmos típicos de la región de Gabriel García Márquez.
“El artista que vamos a presentar ha sabido ser un gran cronista de esta Argentina que él lleva a dentro. Empezó como Yupanqui o como Falú. En su infancia casi se le cruzó una guitarra y, a diferencia de muchos que creen que por la guitarra pueden llegar al éxito, él supo y sabe que por la guitarra puede llegar a la gloria. Para eso es imprescindible meterse el paisaje adentro. Tiene un acompañante llamado Alessio que lo va a acompañar en su seta guitarrística. Estoy hablando de Carlos Di Fulvio”, describió Gutiérrez.
El guitarrero, ovacionado por la Plaza entera, no sólo compartió canciones como “Me gusta andar por el monte”, “Tierra ranquelina” o “Abuelas del campo mío”, sino que además introdujo cada canción entre anécdotas e historias que pintaron una gran sonrisa en el aire de esa primera luna coscoína.
Desde el corazón de país, el encuentro llegó hasta el norte, con el singular arte coplero de Las Hermanas Cari quienes entonaron los cantos más característicos de su Jujuy natal y se dieron el gusto de presentar a cuatro jóvenes, discípulas de la nueva generación, que compartieron el escenario con estas maestras dedicadas a difundir los ecos de la puna.
A las 0:49 la plaza entera desbordó de emoción, es que subían al escenario Los Nocheros. El show de los salteños se extendió casi durante una hora y veinte. El cuarteto vocal ofreció una lista de 23 canciones, para alegría de todos sus seguidores.
El concierto se inició con “Zamba para no morir”. También fueron de la partida “Si te has quedado sola” –de Eladia Vlázquez-, “Tu naturaleza”, “Escríbeme una carta”, “Penas y alegrías de amor”, “Roja boca”, “No saber de ti” y “Entre la tierra y el cielo”.
Asimismo, el repertorio incluyó clásicos de nuestro folklore como “Déjame que me vaya”, “Chacarera del rancho”, “Las moras” y “Carpas de Salta”.
Dos fueron los momentos más recordados de este recital nochero. El primero sucedió cuando “Las Cinco Voces” subieron al escenario para interpretar “Anillo de humo”, tema registrado en Gen, el trabajo más reciente de los folkloristas.
La segunda postal se vivió cuando el coro de chicos con capacidades diferentes Duendes del Viento, entonó “Kilómetro 11” junto a Kike, Mario, Álvaro y Rubén.
El evento concluyó con los fanáticos de pie sobre las sillas de la plaza coreando las estrofas de “Yo soy tu río”. Los salteños fueron el plato fuerte de esa primera reunión festivalera.
Pero la noche no terminó allí y fue el turno de la talentosa pampeana Ángela Irene, quien deleitó a los presentes con sus notables versiones de “La pobrecita”, “Sólo luz”, “Lavandera chaguanca” y “Chacarera del barro”.
El tango se hizo presente a través del virtuosismo del joven pianista Joel Tortul, quien plasmó dos interesantes versiones de “La trampera" y “Tanguera”. Ambas piezas fusionaban el 2 por 4 con claras influencias de compositores de la talla de Claude Debussy y George Gershwin. Muchos de los presentes decidieron cerrar sus ojos para disfrutar de la profundidad de este talentoso instrumentista.
La noche se completó con las actuaciones de la neuquina Marité Berbel, que pobló la plaza de cuecas, y del cordobés Pablo Lozano, que rindió un sentido homenaje a Jardín Florido, personaje característico de su provincia natal.
El broche de oro de la primera luna de Cosquín, pasadas las cuatro de la mañana, llegó con “Corazón de Chacarera”, un espectáculo integral del que formaron parte Alfredo Ábalos, Elpidio Herrera y La Chacarerata Santiagueña. Hubiese sido preferible que un evento de esta índole tuviese otra ubicación dentro de la grilla del festival. Aún así Cosquín sigue demostrando que es, sin dudas, el hito más importante de la canción argentina; y todavía tiene 8 oportunidades para ratificar por qué tiene bien merecido el rótulo de ser “el festival de festivales” de nuestra música nativa.