}
El canto es esa magia que nace en las gargantas y nos conmueve entre zambas y vidalas, y nos alegra entre cuecas y chacareras. Para cuidar esa herramienta, que es puente de hechizos con forma de canciones, hoy se conmemora en todo el planeta el Día Mundial de la Voz. La fecha, que se marca en cada calendario desde 1999, fue establecida por la Federación de Sociedades de Otorrinolaringología para crear conciencia sobre la importancia que tiene el aparato fonador. También para enfocarse en los cuidados necesarios y evitar problemas en las cuerdas vocales. En este marco, rescatamos diversas declaraciones de algunos de los muchos hombres y mujeres que tienen voces privilegiadas dentro de la senda nativa.
“El canto es una ceremonia de amor del artista para con el público” dijo alguna vez “La voz de Latinoamérica” Mercedes Sosa manifestó entonces: “Yo soy cantora de toda la vida. Uno es cantor porque tiene buena voz, lo difícil después es saber qué es lo que uno quiere con el canto. Me di cuenta de que cantar no era solamente abrir la boca o largar hermosas notas. No sabe la gente que los que cantan tienen cuerdas bellas. El canto es una cosa mucho más profunda, pero a esas cuerdas hay que entrarle buena literatura, buenos cuadros, buenas esculturas. La vida de un cantante no es solamente cantar, es un frente cultural muy importante (…)”, reveló la Negra en una conversación con Pacho O’Donnell , de 1996, que se emitió más tarde por canal Encuentro. Y confesó: “A ninguno le gusta escucharse cantar. Es una cosa tan íntima. Cuando se vuelve a escuchar, la emisión de la voz es desagradable. Me pasó con la grabación del segundo concierto en el teatro Ópera: en ‘Arenosa, arenosita…’ estuve desafinada. La voz estaba indudablemente cansada y no llegaba a la nota exacta. Hay artistas que niegan que desafinan, se niegan al fracaso, como si corriéramos una carrera de caballos. Nosotros no corremos carreras contra nadie, la música es lo más importante que tiene un ser humano que se dedica a ella. El canto, cuando se lo escucha, ya no es el mismo; ha cambiado con el tiempo”.
Por su parte, Abel Pintos, le expuso recientemente ante Infobae: “Para mí la voz es muy significativa, es un símbolo muy significativo y lógicamente también se transformó con todo esto que se transformó dentro mío a raíz del amor y de la familia”.
Antes, en plena pandemia y a través de Instagram live, el auto de “La llave” rememoró las enseñanzas de un mito de la música en medio de un tour: “Cuando salimos de gira -año 98, ´99- Antonio Tormo tenía 84 años y cantaba como los dioses. Tenía una actitud de mucho cuidado, de mucha responsabilidad y gran parte de saber cuidarse estando de gira, cuidarse la voz para estar bien para las funciones, vocalizar antes y después de los conciertos, Antonio me enseñó mucho de esto. Tenía 84, y como 50 años de carrera y era muy metódico en su forma de trabajar. Aprendí mucho de él”.
Moldear los sonidos
Asimismo, y ante la Agencia EFE, Jorge Rojas explicó, años atrás cómo los cambios en su carrera impactaron en su manera de interpretar, ya que, en una formación grupal "las características son totalmente diferentes" a las de un intérprete y que "el primer aspecto, que es el canto, es absolutamente distinto".
"Tuve que trabajar mucho en las formas, volver a moldear mi canto y mi voz para poder hacerme un intérprete solista", describió y agregó que a partir de ese momento se transformó en "la punta de lanza de todos los equipos de trabajo", ya que él era quien tomaba las decisiones. A la vez, Rojas catalogó a esas "etapas" como realmente difíciles" para su "aprendizaje", en el que cometió "muchos errores”, aunque con humildad y profesionalismo aclaró que los fue "corrigiendo en el camino".
"Tengo ganas de cantar siempre" expresó la recordada Ramona Galarza en una de sus últimas notas, con Télam. Allí, acerca de lo que significaba el canto en su vida, la intérprete, dueña de una voz inigualable, subrayó: "Toda la vida canté, cantaba en las fiestas, en las escuelas, la profesora de música siempre me preparaba una canción para que cantara en las fiestas del colegio".
En seguida, la novia del Paraná amplió: "Yo creo que el canto es un don, pero además yo encontré una verdadera maestra de canto, Susana Naidich, con quien estudié muchos años; ella me grababa las clases en cassettes y eso me servía para que la voz se ubique", remarcó.
Finalmente, Mario González, Jairo se mostró agradecido con la música y con las nuevas generaciones que lo toman como referente. Es que el nacido en Cruz del Eje, sin dudas es portador de una técnica impecable y una historia artística que lo sostiene. En ese marco, una década atrás, entre los festejos por sus 40 años de carrera destacó en la voz del interior: “Creo que canto como argentino, como le gusta cantar a los argentinos. Más a los cordobeses, a los del norte, que prefieren las voces bien templadas, cristalinas. Cuando empecé a estudiar canto yo ya cantaba así, me gustaba mucho Tutú Campos, por ejemplo. El hecho de estudiar canto potenció mis posibilidades, pero cuando me fui a España y comenzaron los compromisos profesionales, cambió un poco mi estilo”
En esa línea, el mítico cantante completó: “Siempre me atrajo la música de los cantautores y tal vez eso me llevó en aquel momento a pensar que mimetizarme con lo que cantaba era frasear más y cantar menos. Cuando hoy escucho mis primeros dos discos, siento que entonces cantaba muy raro. Tal vez fue un error… Tendría que haber cantado como ya entonces sabía cantar”.
Por supuesto, en esta nomenclatura, no están “todas las voces todas”, ya que la lista sería interminable. En este itinerario revisamos lo fundamental que resulta la voz para los cantores y cantoras. Con su voz conmueven y emocionan, con grabaciones de su voz, vuelven quienes ya no están, entre melodías y estrofas. Y siempre el mapa sonoro crece y se ensancha cuando las voces fluyen y tejen canciones que abrazan y acompañan.