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Un 25 de octubre de 1991 pasó a la inmortalidad Ricardo Manuel Gómez Oroná, o Jacinto Piedra luego de que Horacio Guarany lo señalara con ese nombre.
El santiagueño, que había llegado a la vida un 25 de septiembre de 1955, cantó desde su infancia, fiel a la raíz de su tierra natal y siguió la huella de don Manuel, su padre, que fue un notable bailarín. Es, sin dudas, el hacedor de páginas inconfundibles de nuestra música nativa, con obras como “El incendio del poniente”, de una gran profundidad entre los versos y las melodías.
En su biografía, tan potente como breve, puede leerse que Cuti Carabajal lo presentó en el Festival de la Chacarera en el año 1983 realizado en el Hipódromo, sobre la margen derecha del Río Dulce. También que más tarde es invitado por don Sixto Palavecino para participar en la grabación del LP Por qué por quién.
Jacinto grabó el aire de chacarera “Te voy a contar un sueño” obra que alcanzó gran difusión. Sin embargo, más allá de los datos y de necesidad de volver siempre a sus canciones, a pesar de su temprana partida -que sucedió exactamente un mes después de llegar a los 36 años- hoy recordamos y celebramos su vida y su legado en las palabras de dos referentes que lo conocieron bien de cerca.
Adolfo Marino "Bebe" Ponti: “Sus canciones son metáfora de libertad”
Hoy se cumple un nuevo aniversario de la partida de Jacinto Piedra, lo conocí cuando la democracia empezaba a despuntar sus flores de libertad, cuando se empezaban a escuchar despacio las canciones de Silvio Rodríguez y Solo le pido Dios, de León Gieco, denunciaba las guerras y se convertía en un himno de la libertad, en el mismo tiempo en que las obras de Charly García salían de las cárceles y las comisarías: Su canto vibraba al compás de esa atmósfera que anunciaba un cambio para el país. Su mensaje nos traía todo eso y un llamado a defender la naturaleza cuando todavía no se hablaba de ecología, y para nosotros, venidos del paisaje santiagueño, nos sonaba extraño, porque no sabíamos que el monte natal iba a ser depredado de manera brutal. Por eso en este aniversario y en todos los que vendrán tus canciones serán la metáfora de la primavera y la libertad.
Juan Saavedra: “Podíamos estar horas conversando”
Hemos compartido muchas cosas, todas muy lindas, muy hermosas. muy fuertes. Hasta las dificultades porque las hermos sabido resolver muy bien. Como cuando decidimos realizar una convocatoria a las orillas del río Dulce, con el puente carretero de fondo. Es una anécdota maravillosa que quedará en el recuerdo de todos los santiagueños. Fue una noche muy especial.
Luego, cuando hemos sido consagración de Cosquín, en mi mente está el vídeo de esa actuación en el año 90. Ha sido realmente maravillosa. Se ha hecho una ruptura muy grande en lo convencional de un grupo de canto, también de danza. Nosotros asumíamos esas dos expresiones.
Como anecdotario, nos queríamos separar, así que bien pasada la siesta nos reuníamos. Peteco, él y yo podíamos estar horas conversando.
Compartimos cosas grandes y cosas simples, de estar en tu casa tomando mate o mate cocido o comiendo un guiso. Ni hablar del proyecto Transmisión huaucke, del cual estábamos absolutamente convencidos. Todo eso nos ha marcado como hermanos.