Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA


30/06/2021

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RECORDAR


En una forma original de presentar un disco el cantautor y músico santiagueño Raly Barrionuevo estrenó su nuevo ábum "1972" en un formato radial libre de alcance nacional, latinoamericano y europeo, en el cual compiló un puñado de clásicos del folklore argentino pero visto desde su historia familiar y el recuerdo permanente para su padre, cantor también apodado como "El Niño".

En esta oportunidad los arreglos y la dirección musical estuvo a cargo del guitarrista Luis Chazarreta, el bombo de Daniel Barrionuevo, las guitarras de Carlos García y Néstor Basurto, el piano de su maestra de la vida, la irrepetible Elvira Ceballos y como invitados dos próceres del canto popular como Daniel Altamirano y Ramón Navarro.

La producción que se repartió entre más de 600 radios del país, como así también de Bolivia, Colombia, Francia y España, fue realizada por Raly junto a la periodista y escritora cordobesa María Teresa Andruetto, con momentos adornados por trozos de las canciones que integran el CD que primero irá a las plataformas digitales, para luego pasar al formato físico bajo el sello Disco Trashumante.

Las piezas que componen la placa son: "Amémonos", "A unos ojos", "El jardín de mi madre", "Zamba de la añoranza", "Y dicen que no te quiero", "La ene ene", "La de los angelitos", "Calle angosta", "Febrero en San Luis", "Vallecito", "Alfonsina y el mar" (versión que la fue la última vez que Elvira Ceballos tocó en vivo), "Patio de la casa vieja", "A unos ojos" y "Si yo fuera río".

Raly inicia el diálogo con la escritora al narrar: "carta a mi madre Olga del Carmen Toledo y a mi padre Segundo Rosario Barrionuevo. Quizá no tenga más que preguntas, sencillas al fin, pequeñas o aniñadas. Cómo explicar un milagro, cómo atreverme a decir que haya sido un milagro".

"Tuve ganas de regresa a casa pero la casa ha quedado vacía entonces comprendo que esa casa va conmigo y van también ustedes como gotas salobres, en esas fotos cicatrizadas a fuerza de cinta scotch. La Música nos abrazó y hoy puedo verlos sobre la piel de estas canciones y entonces viajo hacia 1972 a darles el abrazo que no pude darles y hoy les canto", agregó el cantautor nacido en la ciudad santiagueña de Frías y afincado en Unquillo.

Raly perdió a su madre en el 2013 y fue ahí donde con el paso de los años le dedicó su álbum "La niña de los andamios" que tiene que ver con esa mujer que solo crió a sus dos hijos, ante la falta del padre.

“Quizás lo que los había unido que era la música se transformó en lo que los separó. Con el tiempo sentí que mi madre se encontró en su casa con el niño que cantaba y eso conectaba con la parte linda de su amor que eran las canciones…”, expresa Raly.

De ahí que la tapa de "1972" es una foto cortada y ante esto, Raly dice que "Dejamos de verlo, perdimos contacto. Lo habían cortado de la foto y para la vida de un niño la vida era así. Con Mariana Iglesias (quien fue pareja y actualmente es amiga de Raly) empezamos a emprender ese reencuentro y dimos con él. Nos costó hablar pero no nos costó nada sacar las guitarras y ponernos a cantar”.
"Nos deleitaba con su guitarra, con su estilo maravilloso, se empoderaba mucho pero después él tomaba y ya lo perdíamos. Agradezco haberlo podido reencontrar y compartir la música porque hablar no pudimos hablar mucho”, sentenció y autor de composiciones del estilo de "Ey paisano" o "Zamba y acuarela", entre tantas otras.

Sigue contando que "¿A usted Niño (como la familia lo apodaba a su padre) qué cantor le gusta? Y él me dijo ‘Gardel está allá arriba’. Y por eso me atreví a grabar un tango, Y dicen que no te quiero que es una música en la que no me siento como pez en el agua sino que estoy en una pecera, en un terreno que no es el mío”.

El contrapunto entre la escritora y el cantor, también los llevo a hablar de la pianista no vidente Elvira Ceballos (eterna e irrepetible), fallecida hace dos años, de quien Raly expresa que "está omnipresente porque todo este proyecto (incluido ‘Radio AM’ del 2017) nace de su casa, de su piano y acompañado por su sabiduría. Quizás musicalmente sea como su despedida y un modo de dejarla ir a Elvira porque estaba muy cansada”.

La escritora señala que el disco: "es recuperación, es memoria, es duelo, es despedida, es celebración, reconocimiento, a la vez que Raly con serenidad sólo menciona que "todo eso es '1972'".

Da la sensación que es un disco de larga data que no sólo bastará escucharlo una vez para encontrarnos con un álbum, personal, testimonial, de un Raly Barrionuevo que con su canto, nos emociona, nos mantiene vivos y nos permite conocer algo más de su vida con un concepto de arraigo y esperanza.



Por :

Luis Digiano

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