}
Nacida en Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires, la guitarrista, cantante y compositora Natalia Freibrun, lanza su primer disco solista.
Jaula y delirio es un Ep de seis canciones propias compuestas y grabadas en tiempos de pandemia.
Su estética sonora se acerca a la canción urbana y algo del pop, aunque también refleja ciertos aires de folklore y jazz, resultando una propuesta difícil de encasillar.
¿Cuándo saltaste al mundo de la música?
La música es parte de mi vida. Desde pequeña estoy vinculada: a los tres, cuando vivía en Perú, exiliada con mi familia, empezó mi aproximación, en el Collegium Musicum de Lima. A partir de ahí, ya de vuelta en Buenos Aires, seguí mi formación musical: en el conservatorio Alberto Ginastera, formando parte de coros, tomando clases de guitarra y canto, estudiando en la EMC (Escuela de Música Contemporánea). Y además formando parte de distintos grupos de música brasilera, rock y folklore.
¿Qué es para vos cantar? ¿Siempre cantaste como ahora?
Es la primera vez que canto seriamente en nuestro idioma: dediqué gran parte de mi vida a cantar en portugués. En Buenos Aires y Bahía, donde viví un tiempo y fue una experiencia hermosa.
Cantar es decir tantas cosas! Es expresión, libertad, mirar para adentro, indagarse y a partir de ahí un proceso largo de conocimiento, escucha y aprendizaje.
¿Cómo nace una canción tuya?
Depende. En mi disco Jaula y delirio, del encierro, la introspección, no tener certezas de nada. Todo eso se plasmó en un puñado de canciones.
¿Cuánto de folclore condensa Jaula y delirio?
Hay un color en las composiciones, quizás no tan explícito, pero es probable escuchar algún aire de vidala u otros elementos de raíz folclórica.
Durante mi infancia, en casa se escuchaba de todo y especialmente música popular argentina. Así que esa raíz, ese árbol es la casa de uno, nuestra identidad, nuestra tierra.
Y a partir de esa identidad, transitamos la música, que está en constante movimiento y cambio permanente.
¿Qué más cosas me podés contar del disco?
Fundamentalmente está lleno de vivencias e ideas surgidas en pandemia. Fue grabado a distancia, virtuamentel, por la mayoría de lxs músicxs que participaron, por obvios motivos. Artistas tremendxs, que aportaron su musicalidad y su magia en cada canción: Carlos Michelini (clarinete), Tomás Babjaczuk (batería), Florencia Ruiz (canto), Patricio Pietrek (bajo), Cesar Silva (lap steel) y Claudio Turica (guitarra, producción musical).
Es una obra bastante ecléctica si se quiere.... no le pondría rótulos estilísticos porque me gusta ir por los márgenes, sin tanta etiqueta, prefiero los bordes.
¿Qué discos estás escuchando?
Escucho bastante variado, ahora a la cantante Becca Stevens, lo último del negro Rada y desde que comenzó la pandemia a Andre Mehmari, pianista y multiinstrumentista brasilero mortal.
¿Con qué soñás?; Y cómo sigue tu carrera ahora?
Con reencontrarnos cuerpo a cuerpo con nuestros seres amados, con nuestra actividad cultural que tan vedada quedó.
Con presentar el disco en vivo, y subir al escenario .
Con que termine esta pesadilla de tanta incertidumbre y que volvamos a levantarnos como pueblo de tremenda y extraordinaria experiencia pandémica.
Mi carrera sigue para adelante, componiendo nuevas canciones, aprendiendo y recreando nuevas formas de acercarme a la música.