Adrián Maggi, cantor y decidor popular de la música sureña, oriundo de San Andrés de Giles quien logró merecidamente la Consagración de Cosquín 2020 en diálogo con FolkloreCLUB comentó que "me encuentro en un momento de mucho pensamiento para adentro, de mejorar día a día, de tratar de ser mejor persona y siento que llegamos a una instancia la humanidad que algo mal le habremos hecho a la naturaleza y ahora lo importante es ver que hacemos para mejorarlo cada uno desde su humilde lugar".
"En cuanto al arte acabo de sacar un libro, el segundo que lleva por título 'Aforismos de un decidor' que son 300 aforismos que escribí en la Patagonia el invierno pasado donde estuve en Los Antiguos cinco meses, también reencontrándome conmigo y reflexionar sobre la consagración de Cosquín que me gusta, pero que me da un compromiso extra para tratar de no cambiar y de seguir siendo la misma persona, de aprender día a día y estoy en esa etapa de leer mucho, escribir y componer, seguir jugándome hasta las últimas circunstancias", acotó.
"Vos sabés muy bien porque conocés mi carrera desde el inicio que mi viejo fue tambero 54 años, mi vieja modista y ama de casa. Yo me recibí de maestro y siento que fue desde ahí que me empecé a preguntar cuestiones sobre nuestra cultura, las tradiciones, conocer mis orígenes, mis cosas y ahí es como que el compromiso de componer y cantar de los momentos míos y de mi pueblo", mencionó.
Adrián además de sus canciones y discos tiene un primer libro "Industria argentina (versos criollos), que contiene un prólogo, 21 canciones, dos ensayos, la carta a Cosquín y el epílogo escrito por Rubén Gasparini.
"Estos aforismos algunos quedaron del primer libro, otros los escribí a orilla del río en Los Antiguos, es de fácil lectura, pensando un poco en los artistas, en la cultura, en el arte. Siento que de ahí también podemos hacer docencia porque los jóvenes empiezan a cantar, por ahí no hay una universidad para subir a un escenario y humildemente con estas frases también los puedo ayudar. Hay institutos y universidades para aprender a cantar o tocar la guitarra, un instrumento, pero no para subir a un escenario, ahí te la tenés que arreglar solo", destacó.
"Como me pasó a mí en Cosquín 2020, subí solo con la guitarra después de grupos con muchos instrumentos y palmas, sin embargo creo que con mi canto y las palabras, le llegué al corazón de la gente que me despidió de pie y esa emoción la llevaré grabada todos los días de mi vida", agregó el cantor.
En su repertorio posee temas de la talla de "2 de abril", "La patria nos necesita", "La cultura del trabajo", "Amigo", "Guardianes del mar", dedicado a los héroes del Ara San Juan, "Allá por los Antiguos", "El hornero", "Ta' viejo mi Tata" y "Pa' mis pagos", entre muchas otras.
"No vengo de familia de músicos, soy el primero en la familia. Todo lo hice solo y como pude, como me parecía y no me han ido mal las cosas y tratar de explicarle a los jóvenes que vienen de atrás y el canto surero quizás viene de una época dorada pero de mucho yo yo y no se pensó en los que venían atrás. Por eso yo dije en el 2019 cuando regresé a Cosquín que me sentí feliz por mi vuelta, pero era un espacio ganado para el canto sureño y que el año próximo si no era yo, que otro ocupe mi lugar, lo importante es estar en los festivales sin importa quien", reflexionó.
"Salvo el Negro Luna que fue fue generoso desde su espacio con Lucía Ceresani, Nicolás Membriani, los demás no tuvieron ese tipo de gesto y hay que tratar de cambiar eso y que los chicos se interesen por el canto surero y allanarles el camino", expresó.
"Mi intención es dejar una buena obra, recorrer un camino a pesar que el canto surero no está pasando por su mejor momento pero a las puertas que se abrieron, mantenerlas abiertas para los que nos siguen y en el caso nuestro seguir comprometidos con la cultura y la naturaleza", aseguró.
"En ese tiempo compuse mucho, hice nuevas canciones, fue una etapa de mucho crecimiento, incluso hasta comencé una novela pero me atranqué, entonces la dejé a un costado. La música no es para ir con bronca, con enojos, sino sembrar conciencia y que el canto surero no sea una pieza de museo, sino un compromiso con los social, con las cosas actuales. Los tradicionalistas me van a mirar de costado, pero bueno yo voy por ese camino convencido y aún equivocándome. Mi mensaje con las canciones es jugarme, por eso es lo que les pido a los jóvenes, que se jueguen", sintió.
"Mi canal de YouTube tiene un montón de adeptos y me da la pauta que vamos bien, es un eterno camino de vida que uno tiene que disfrutar, porque siempre algo queda y se debe cantar para el corazón, para la cabeza. La sociedad esta muy enferma, se respira violencia, la gente necesita energía, vivir en paz, tener proyectos, trabajo y una humanidad más sana.
En referencia a volver a escena, Adrián adelantó que el 1 de abril tiene una fecha allá en el sur en Puerto San Julián y comentó que "me gustan esos viajes largos porque los uso mucho para reflexionar, pensar, así que aprovecho mucho esa soledad porque es creativa. Hace poco volví a escena después de once meses parados con dos actuaciones chiquitas acá por estos pagos, por lo tanto espero sumar fechas, pero con mucha esperanza por sobre todo".