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Dentro de la historia de nuestra música de raíz, ciertas fechas y nombres marcan bisagras en su devenir. Sin duda, uno de esos hechos se produjo el 10 de Octubre de 1960, con el debut artístico de “Los Huanca Hua”. El mítico grupo vocal estaba conformado entonces por el "Chango" Farías Gómez (Director), Pedro Farías Gómez, Hernán Figueroa Reyes, Carlos "Coco" del Franco Terrero y Guillermo Urien.
El nombre del conjunto, creado en la Ciudad de Buenos Aires, significa en quechua santiagueño Hijos de la música (huanca: música; waa hijo). Con su estilo de vanguardia, la agrupación revolucionó el modo de interpretar la música folklórica, a través de elaborados arreglos vocales, signados por la polifonía y la incorporación de fonemas y onomatopeyas para acentuar el ritmo.
A seis décadas de la primera aparición de uno de los proyectos vocales más innovadores del acervo nativo, FolkloreCLUB dialogó con ex integrantes y diversos artistas que recordaron y reconocieron a aquellos hijos de la música que aún resuenan en ADN nacional.
Marian Farías Gómez: “Marcaron un antes y un después”
En 1963, con 19 años, Marian ingresó al grupo, en el que permaneció hasta 1966. Sobre su experiencia, comenta: “ Los tres años más importantes años de mi vida como cantante fueron los que pasé con los Huaca Hua porque ahí aprendí todo lo que lo que se debe aprender de la música, del ritmo, del público, de cómo usar un micrófono, de cómo no tener miedo. Y si tenés miedo, largar todo adelante, porque tenía el gran maestro que fue mi hermano Chango. Pero además de eso -si bien mi carrera como solista creció, y creció mucho, y estoy considerada y todo lo demás- , me parece que lo más importante tal vez de Los Huanca Hua, de Chango y de mi hermano Pedro y de "Coco" del Franco y Guillermo Urien. Y de Hernán Figueroa Reyes, pero fundamentalmente con los arreglos de Chango fue marcar para siempre la música folklórica desde otro lugar. Utilizando cosas que hasta ese momento no se habían utilizado, seguía teniendo la profunda raíz y el sabor de nuestra música. Creo que hasta el día de hoy, hace poco -yo tengo un programa de radio de en una radio online y hace poco programé en un bloque que tengo a un grupo que descubrí en Cosquín, que se llama los Cuerdos Vocales. Son chicos y chicas muy jóvenes. De golpe descubrí que todavía es la marca de los Huanca Hua, del Chango está en los chicos más jóvenes, del mismo modo que está en los grupos vocales nuevos de gente grand. Yo creo que hay un antes y un después de los Huanca Hua.
Si bien Chango hizo muchas cosas después, hizo el Grupo Vocal Argentino y un montón de cosas más, creo que la marca absoluta y definitiva en el canto vocal y en cómo usar los instrumentos, si los usás –porque los Huanca cantaban a capella y con instrumentos- la dieron los Huanca Hua. Y hasta el momento, no hay nada diferente a eso. Sí cosas muy buenas, pero no hay nada diferente Creo que hay un antes y un después. A mí me enorgullece toda mi carrera, pero el haber dado mis primeros pasos en los Huanca Hua … Tal vez eso, lo de ahora sea un producto de aquello.
Horacio Felamini ( Santaires) : “ Son una referencia ineludible y el ejemplo más claro a seguir”
Los Huanca Hua, de la mano del Chango Farías Gómez, fueron los que desmalezaron el terreno y abrieron los caminos por donde, luego, la gran mayoría de los grupos vocales de nuestro país transitaron y abrevaron del enorme repertorio de poesía y música de nuestro folklore.
Ellos fueron los que se animaron a imitar con sus bocas y voces los sonidos de los instrumentos utilizados para ejecutar nuestras músicas. Es así como el aro y el parche del bombo y el chasquido de la guitarra se los puede encontrar en la mayoría de los arreglos del repertorio abordado por los Huanca. Cabe destacar que, para hacerlo, nunca necesitaron “disfrazarse” de gauchos ni de nada que tuviera que ver con el hombre y la mujer de campo.
Para los que llegamos más tarde a la familia de los grupos vocales, los Huanca, se convirtieron en la referencia ineludible y en el ejemplo más que claro a seguir, que nos enseña que cada grupo debe buscar su propio sonido y personalidad sin intentar parecerse a ningún otro.
Por suerte, tuvimos Huanca Hua por muchos años. Tanto Pedro, Bongo y Sebastián Farías Gómez junto a otros enormes integrantes músicos, se encargaron de mantener vigente y con muchísima calidad el sonido que siempre los identificó en forma indiscutida. Feliz cumple grupazo querido.
Gastón Dvoskin (Cuerdos vocales) “Tuvieron particularidades que hasta ese momento, no se veían dando”
El director del grupo vocal ganador del pre- Cosquín 2020, describió: justamente hoy, 10 de octubre, estamos celebrando todos los grupos vocales porque hace 60 años los Huanca Hua tuvieron su debut artístico, de la mano del Chango Farías Gómez. La particularidad que tenía el Chango para hacer sus arreglos vocales tenía que ver con la utilización de ciertas onomatopeyas que imitaran los instrumentos. Esto generaba toda una polifonía vocal que hasta ese momento no se venía dando. Lo más habitual en la época tenía que ver con una melodía acompañada y al usar otras cosas que habitual era lo más habitual eran las terceras paralelas o sextas, basadas principalmente en esas consonancias armónicas. Con lo cual se abría todo un mundo sonoro con una textura que no se venía usando.
Creo que en la en la actualidad lo que nos queda como influencia, por lado, tiene que ver con la apertura a todo un mundo sonoro en el que las voces son independientes y hay una densidad armónica y textural que se abre. Nosotros, como Cuerdos vocales, nos sentimos bastante identificados teniendo en cuenta que hacemos un folklore que consideramos de ciudad. Creo que el folklore de ciudad tiene que ver con toda esta complejidad textural que vivimos en las ciudades, en donde hay ruido de tránsito, muchas disonancias, mucha densidad. Todo el tiempo estamos escuchando sonidos que se entrecruzan. El Chango también era de Buenos Aires, creo que hay algo de eso que nos influyó bastante y también creo que está la cuestión de la concepción de lo que es el folklore, de la idea de que hay una raíz de la cual nos apropiamos y nosotros somos parte de esa cultura, pero a su vez entender que esa raíz no nació en un lugar puntual y se mantuvo a lo largo de la historia, sino que lo que nosotros consideramos raíz, ya fue un proceso Es un proceso constante, y hoy en día para mantener viva esa raíz considero -y supongo el Chango también lo consideraba así - uno tiene que estar abierto a los cambios y también estar abierto a aportar desde su propia personalidad, su propia región, su propio paisaje, su propia historia, experiencia. Y eso da un folklore que no es una pieza de museo, sino folklore vivo como siempre fue nuestro folklore. Desde Cuerdos Vocales celebramos la aparición de los Huanca Hua. Y que sigan apareciendo muchos más grupos vocales, en el futuro.
Marcelo Chanampa: “Un legado mágicamente infinito”
El cantante riojano reflexionó sobre los Huanca y subrayó: Desde chico sentí debilidad por los arreglos vocales, aunque en esos momentos no sabía que así se llamaba al canto en armonías, algo que disfrutaba mucho cuando escuchaba a The Beatles, Bee Gees, Eagles y Queen. Tal vez porque nunca fui cerrado en cuanto a gustos musicales, los juegos armónicos que escuchaba en los discos de jazz o en las pelis donde aparecían tipos como Sinatra, Doris Day o Gene Kelly con algún grupo pequeño de voces de apoyo (generalmente un trío femenino) o los cantantes y grupos gospel, todo ese abanico hizo que cuando esa estética se trasladaba a nuestro folklore, realmente quedaba boquiabierto.
Los Huanca Hua, liderados por el Chango Farías Gómez contaban en un principio con la voz de Hernán Figueroa Reyes. Mamá era muy fan de Hernán, por eso podía distinguir su voz en ese quinteto. Lo que hoy sería un sello de fábrica del Chango, fueron motivo de muchas burlas en su momento, Onomatopeyas simulando rasguidos de guitarra o repiques de bombo eran una rareza para oídos no preparados. Pienso en la popularización del beat box por parte de Take 6 en adelante y no puedo dejar de pensar que el Chango les llevaba la delantera por algunas décadas. Si pienso estrictamente en la etapa en que yo los escuchaba detenidamente, fue durante mi secundaria en los 80, que con el regreso de la democracia luego de la dictadura, varios artistas otrora prohibidos regresaron a copar los medios. En paralelo al auge del rock nacional por el fenómeno Malvinas, el folklore cobró un nuevo resurgimiento. Fue allí que me empapé con los nuevos y viejos trabajos de Zupay, Opus Cuatro, Los Trovadores y, por supuesto, Los huanca Hua. Es más, me atrevo a confesar que la etapa de los Huanca que más me gusta es la que se dio bajo la batuta de Pedro Faríaz Gómez a comienzos de los 70, luego de la partida del Chango para formar el Grupo Vocal Argentino. Los Huanca contaban con la voz de Pancho Cabral para los discos "Guitarra, Vino y Rosas" y "De Sal y Canto". Cuando con algunos compañeros de la secundaria allá en La Rioja decidimos formar un grupo vocal, tomábamos "prestado" varios artilugios de esos grupos pero los Huanca eran un camino ineludible. No había forma de encarar algo de ese repertorio sin dejar de incorporar algunas de esas formas armónicas y yeites. Imposible. Aunque la discografía de varios de esos próceres del canto vocal estaba (aún lo está) descatalogada, la curiosidad por conseguir ese material era una tarea muy divertida, porque terminábamos encontrando esos trabajos en casa de algún amigo, pariente o "ese que estaba en la reunión".
En el nuevo milenio, ya como miembro de Albahaca, tuve la oportunidad de compartir escenario con muchos de esos héroes (Opus Cuatro, Las Voces Blancas, Cantoral...). Enorme placer fue encontrarme con una nueva formación de los Huanca Hua liderados por Pedro pero con un elenco de jóvenes talentos. El sonido era algo distinto pero la magia seguía intacta. Pedro nos dejó pocos años después.
Ah, recuerdo que con Albahaca grabamos una versión de "Criollita santiagueña" para el álbum "Perspectivas" (2009). Fue todo un desafío atreverse con esa zamba que, para mí, hasta ese momento encontraba la versión de los Huanca Hua totalmente insuperable. Creo que aún lo es, puesto que la nuestra era muy distinta.
Los Huanca Hua... Un legado mágicamente infinito.