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Un día como hoy, 7 de octubre, pero de 1975, uno de los artistas más relevantes de la senda nativa se hacía uno con las estrellas. Hablamos de José Ignacio "Chango" Rodríguez. El mítico cantautor cordobés pasó a la inmortalidad en su ciudad natal, hace exactamente 45 años.
Nació un 31 de julio de 1914 y su afición por la música no hizo esperar “Mi madre riojana pura, mi padre de Andalgalá (Catamarca)", expresa en una chaya de su autoría. Las raíces de sus ancestros y su amada Córdoba fueron inspiración de un amplio cancionero que no pierde vigencia: “De Simoca”, “Luna de Tartagal”, “Cosquín”, “De Alberdi” o “De mi madre” son solo algunas de las piezas del Chango que perduran en el cancionero popular.
"...Mi inquietud se proyecta en la creación de una música popular bailable y de nuevos ritmos que atraigan a la juventud, tomando siempre como punto de partida a la más típica expresión argentina, el Folklore. Véalo con el sentido de lo bailable...", indicó en una entrevista, en 1969 para Nuevo Diario, en Santa Fe.
Para recordarlo, FolkloreCLUB dialogó con destacados artistas que expresaron cariño, admiración y remarcaron la originalidad de este hacedor de clásicos.
Roberto Cantos: “Por su trascendencia no va a morir nunca”
El Chango Rodríguez es quizás el músico más representativo del folklore cordobés, y es muy particular, muy querido por los músicos en general. Tenía una forma de la guitarra, de cantar, que ha dejado una impronta muy importante en Córdoba y en todos los cantores que hacen folklore. Es un músico con un talento increíble para abordar otros géneros, otros ritmos, y un creador de clásicos: la “Luna cautiva”, la “Vidala de la copla” son clásicos que yo cantaba cuando era changuito y que todavía cantan un montón de gente. Es un músico con una historia también muy rica, dramática en algún sentido, pero muy rica. Y su historia es la que ha hecho que componga todas estas canciones. Las chacareras del Chango Rodríguez son muy particulares, son chacareras muy típicas, muy simples, pero a la vez muy ricas en su sensibilidad, en su en su mirada acerca de la música. Es un tipo con una personalidad tremenda, que nos ha dejado discos y creo que es un músico que ha trascendido y que por su trascendencia no va a morir nunca. Es músico que siempre vamos a cantar, siempre vamos a traer en alguna canción, siempre vamos a recordar; y por supuesto, homenajear.
Mery Murúa “Su valor más grande siempre ha sido la pertenencia”
Como intérprete entiendo que el valor más grande de la obra del Chango Rodríguez ha sido siempre la pertenencia, la pertenencia a un lugar y la identidad de su obra, de sus composiciones: hablar de Córdoba ciudad, hablar de la Córdoba de sus tiempos y poder poner en relevancia el ser cordobés me parece que es una de sus de sus grandes virtudes. Y, por otro lado, hablando como intérprete un poquito más en profundidad, siento que la obra del Chango ofrece un abanico de posibilidades interpretativas y para versionar. Porque es una composición abierta, que no es tan cerrada a la manera, por ejemplo de otros compositores a los que de repente, si le cambiás un acorde, cambia el sentido de todo de toda la obra. En el Chango, las composiciones bastante abiertas permite que uno pueda interpretarlo, reversionarlo y apropiarse de su obra a la hora de ir a buscar en su repertorio. Eso es lo que más me gusta del Chango Rodríguez.
Negro Álvarez: “Fue un gran representante de Córdoba”
Tuve la suerte de vivir cerca de la casa del Chango Rodríguez y de haber ido a su casa con un vecino del que cantamos juntos. Y a mí me han encantado sus temas: “De mi madre”, la “Serenata del estudiante” y tan tantos temas que representan a Córdoba, y con un estilo muy particular para componer y para interpretar. Además, una anécdota: un día estando en la casa de él, nos tocó “La balandra”, que recién había hecho y él decía que lo hacía porque quería que el folklore se baile apretado, como otros ritmos. Así lo podía bailar cualquiera.
Después, temas cordobeses como la patrulla, que era una patrulla de la policía que pusieron en un momento en Córdoba en el que había mucha inseguridad. Era una camioneta Mercedes que llegaba y se acaba todo. Fue un gran representante de Córdoba y su mujer, “La gringa” fue mi maestra de trabajo manual en la escuela primaria, en cuarto grado, en la escuela Mariano Moreno en Barrio Alberdi. Y tuve el gusto de que fuera a la grabación de un CD mío de humor. Un grande el chango Rodríguez.
Paola Bernal: “Su manera única de componer e interpretar, lo hacen uno con el pueblo”
La obra del Chango Rodríguez forma parte del imaginario por ser un coterráneo. Mi tío hermano de mi madre era su amigo en la juventud, Y siempre supe de él y sus anécdotas, el Chango Rodríguez es un aroma, un sabor y un estado de ensoñación. Escuchando sus canciones en mi niñez mientras me dormía en alguna peña. Su manera única de componer e interpretar, lo hacen uno con el pueblo.