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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA

Dueños de “Un Arte Nativo” que hace vibrar


19/11/2007

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El pasado viernes 16 de noviembre el Teatro Ateneo fue el lugar de encuentro para quienes disfrutan del arte nativista, donde la danza folklórica deja sus raíces para entremezclarse con la danza contemporánea. Koki y Pajarín Saavedra presentaron “Puro baile, Aldea Universal”, una obra intensamente poética donde se revindican las danzas tradicionales a partir de un juego de metáforas; como si fueran sueños salidos de la música o duendes esfumados de las coplas o signos de la tierra hechos lenguaje…

A sala repleta y con un escenario de escenografía sencilla el espectáculo comenzó. La chacarera “Voy de Paso” interpretada por Peteco Carabajal, fue el tema elegido para el inicio del espectáculo. Un cuerpo de baile conformado por 6 mujeres y 5 hombres salió a escena. La técnica utilizada demostraba perfección en los movimientos y se conjugaba con un sencillo vestuario; los pasos eran desestructurados con grandes deslizamientos que hacían disfrutar de una impronta donde la danza contemporánea, cien por ciento interpretativa, se adueñaba de este espacio de arte nativista llamado Nuevo Arte Nativo.

Los movimientos se sincronizaron con la música para comunicar el mensaje. Un mensaje que estuvo muy claro durante todo el espectáculo y que enaltecía esta manifestación de carácter nativista donde los artistas reinterpretan a su manera las formas y contenidos del folklore. Los Saavedra proyectaron con la danza su linaje proveniente de la provincia de Santiago del Estero haciendo trascender el legado de su padre Juan Carlos.

Chacareras y zambas interpretadas por reconocidos artistas de nuestras expresiones musicales tradicionales fueron dejando sus huellas sobre el escenario con bailarines de sorprendentes figuras con pañuelos y ponchos que nos mostraban a cada minuto su impecable técnica. Cada bailarín era intérprete del otro…, en las pausas, en los solos o en la magistral combinación en conjunto.

Koki y Pajarín entran a escena dejando atónito al público; demostrando que los años de perfeccionamiento se traducen en compromiso con el arte y con el público. Portadores de una estampa y técnica única además de gran elegancia; ambos se desenvuelven sobre el escenario con magia, obteniendo la inmediata respuesta de un público eufórico que no deja de aplaudirlos. Ambos logran comunicarse hasta con los silencios que habitan el sonido…

“Buenas noches y gracias por estar presentes en este dialogo”, fueron las palabras de Koki que continuó diciendo…“Tan redondo y simple como el bombo entre mis brazos, cuero que fue piel, alimento y destrucción…fue mi instrumento, muerte y vida”, y sobre el escenario repleto de instrumentos tales como bombos, quenas, cajas y sicus comienza la música a sonar…

Diferentes sones y ritmos se mezclaron y el cuerpo de baile interpretó un “Malambo”. Allí el repiquetear de las botas, la variedad de las mudanzas y la velocidad del choque de las boleadoras sobre el suelo lograron transformar el ruidoso golpeteo en una hermosa melodía que dejaba sin aliento al espectador…

Así es como llegamos al fin del espectáculo que culminó siendo el resumen de breves historias entrelazadas; allí la música es parte del silencio; la letra es parte de la poesía y la danza el pensamiento del bailarín.
Sin dudas… un espectáculo completo donde nada faltó y sobraron ganas de seguir aplaudiendo.


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