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Para Jorge Rojas, volver a actuar en el festival de Cosquín es un guiño de que las cosas van por el buen camino. En la edición anterior se alzó con el premio consagración al poco tiempo de debutar como solista y fue uno de los artistas más convocante. Este año, se presentará en la séptima luna, del día viernes 25. ¿Qué significa volver a la plaza Próspero Molina? - Es como la vidriera de nuestra música, ahí vamos todos los cantores populares a mostrar nuestras canciones. Las expectativas son muchas porque sabemos que cuando ahí hacemos un buen papel nos sentimos tranquilos. Una buena noche en Cosquín te asegura el cariño de la gente y la posibilidad de recorrer todo el resto del país. ¿Cómo va a ser el espectáculo de esa noche? - Similar a lo que venimos haciendo en las presentaciones del disco nuevo. Nos lleva mucho tiempo el armado del show cuando editamos un trabajo, así que va a ser la misma puesta, con espacios para la danza e imagen en pantalla gigante. ¿Qué resultados te brindó tu tercer placa “Jorge Rojas”? - Estoy feliz por el disco porque a las dos semanas de que salió a la calle ya estábamos primero en venta. Eso simplemente refleja el cariño de la gente que toma tus canciones. Para esta temporada de verano con tu grupo de trabajo han tomado la decisión de actuar solamente los fines de semana. ¿Por qué? - A mí me gusta estar bien arriba del escenario y descansado. En la temporada pasada canté hasta cinco veces por semana y terminé mal. Tuve cansancio, y por exceso, una lesión en una de las cuerdas vocales. Como las distancias son largas hemos optado por disfrutar, aunque muchos festivales se han quedado afuera, pero preferimos reducir la cantidad para brindar calidad. Entrevista a Horacio Guarany “Quiero que Cosquín le de más espacio a los jóvenes” Horacio Guarany, El Potro, es una leyenda viviente que deja una huella profunda hasta en sus pensamientos más pequeños. El Festival le brindará en la última jornada (domingo 27) un homenaje en el que participarán Alberto Oviedo y Los 4 de Córdoba. “Para mí Cosquín es un sentimiento porque es un lugar donde nacieron mucho de los artistas de hoy y que se han proyectado desde ese escenario”, reflexiona Horacio, mientras recuerda que fue allí donde vivió varias noches de emoción y de orgullo nacional desde el primer año que se hizo el festival. “Quiero que siga siendo así y que le de más espacio a los muchachos jóvenes de mi argentina, que tan vapuleados son por la difusión inmensa que hace Norte América de su música”, dispara El Potro su pensamiento impostergable, y agrega: “Los argentinos tenemos que mejorar la música si no nos gusta y no avergonzarnos de la made porque tiene el delantal sucio por lavar platos”. Guarany tiene 82 años y una lucidez cristalina que conserva de esos tiempos en el que escribió un sin fin de canciones que enriquecieron el cancionero del país. “El folklore es la sabia del pueblo. Nadie le obliga al tucumano que haga una zamba. La música es la sabia del hombre y cuando la deja es como una árbol que le van sacando la tierra y se va secando”. Aunque ya no viaja para realizar presentaciones, Horacio no se siente cansado. En pocos días se dará el gusto de actuar en su propio teatro que está terminando de construir en Lújan, provincia de Buenos Aires, para seguir siendo un promotor de la cultura. “En Argentina siento que estamos esperanzados pero espero que dejemos de matar gente, de romper la libertad de caminar. Ojalá entendamos que la economía no sirve para nada si no está respaldada por una gran cultura y educación. Sino, tenemos un acumulamiento de bienes inútiles porque tarde o temprano se despilfarra”.