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“Cada vez que grababa me iba sintiendo un poco mejor, por eso nació Remedio Pal alma”, así explicó la cantante Verónica Condomí la razón del nombre de su último disco solista (es el tercero) durante el recital que dio el 17 de noviembre en el teatro IFT. Y para presentar el nuevo material Verónica no estaba sola: compartió el escenario con Ernesto Snajer, guitarrista que aporta improvisación y la libertad del jazz ,y Mariano Cantero que, además de formar el trío Aca Seca, es parte del grupo de la folklorista Liliana Herrero. Como no podía ser de otra manera el recital arrancó pasadas las diez de la noche con una chacarera bien potente, donde Snajer y Cantero pudieron lucirse explotando al máximo sus potencialidades. Siguieron con “Tzutuhil” (un canción tradicional de Guatemala), pegado tocaron Si llega a ser tucumana del Cuchi Leguizamón y una cueca, La jugosa. Para la siguiente interpretación Verónica se calzó el bombo para sumarse a la percusión y antes pronunció: “dicen no más que donde hubo fuego, cenizas quedan”. En el medio de la canción Snajer aportó a la riqueza musical de la noche un punteó de La Arenosa. Y llegaría el momento de hacer el primer tema incluido en Remedio Pal Alma: Dos corazones con un texto que la voz de la cantante no podría decir de otra manera: “si alguno se me muriera, el otro andará”. Para ese entonces Condomí cambió el bombo por una guitarra para interpretar De los días, los más lindos, canción también incluida en el último disco que contiene un verso que identifica la obra de la cantante que comenzó por su paso por MIA, MPA, La Manija y varios proyectos colectivos : “una esperanza milenaria es lo que me empuja a cantar”. “Los temas que viene no los conocen y se los voy a ir presentando”, explicó Verónica para referirse a las canciones de Remedios Pal Alma. Continuaron con “La puerta del sol” donde contó que la melodía nació de un viaje revelador que hizo al Machu Picchu. Más adelante vendría un son mejicano: Para un amanecer del disco Cielo Arriba donde Verónica tocó el charango. Luego, hicieron un bolero cubano con una letra que la propia interprete se encargó de destacar finalizada la interpretación: “por qué no estás conmigo, si te quiero con el alma”. Juan Quintero fue el primer invitado de la noche para hacer Andando. En el disco también participó Luna Monti. Seguido a ese tema hicieron la chacarera la Añoradora, del disco Cielo Arriba. Una de las grandes emociones de la noche llegaría cuando Verónica anunció: “Ella me dio la vida, mi mamá me enseñó esta canción”. Entonces, su mamá se hizo presente en el escenario para que ambas canten a dúo una polca paraguaya. En la casa de los Condomí la mayoría son músicos, su papá también lo fue (a Miguel Condomí lo fusilaron en octubre de 1976). “cuando estaba en la panza, mi padre tuvo un sueño: iba caminando por una calle y cuando dobló en una esquina vio un cartel que decía Verónica Condomí, entonces, me puso este nombre”. Casi llorando comentó que iba a hacer dos temas de él que están en el nuevo disco: Diles, río” y “Preguntá vos, chacarera”. Para el primer tema, su hermano Quique tocó el violín. Llegaría el momento de los agradecimientos de las muchas personas que participaron en Remedio Pal Alma: Luna Monti, Juan Quintero, Hugo Fattorusso, Raly Barrionuevo, Tavo Kupinsky de Los Piojos, Agustín Ronconi de Arbolito y su hija Emme. Antes de hacer el famosísimo tema “Chacarera de las piedras” de Yupanqui una mujer del público subió para entregarle un ramo de flores que ella agradeció con un abrazo que duró unos cuantos minutos. Finalmente, la emoción volvió a repetirse cuando hicieron polca paraguaya junto a su mamá y esta vez además de cantar, se dio el lujo de bailar ante el aplauso cerrado de todo el teatro. La gente acompañó de pie este repertorio que buceó por los mejores folklores de América.