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Con una trayectoria por demás extensa y conocida para los tucumanos, Leandro Díaz Romero se permitió otro rumbo. Sin dejar de lado lo transitado, pero por nuevos senderos, el músico le dio forma a “Canto al viento”, un trabajo donde hay de todo y predomina mucho la idea de autosuperación con muchas canciones en primera o tercera persona, como si nos pudiéramos cuidar a uno mismo para valorarnos un poco más.
¿Cómo pensaste este disco?, ¿Cómo viviste todo el proceso de creación?
El disco surgió de tener un proyecto propio para salir a tocar: voz, guitarra y lo que haya. Si hay más personas para sumar mejor, pero al menos que las canciones se sostengan solo con voz y guitarra. Nunca me encargué de la voz y composición por lo que esto es un horizonte nuevo y estimulante. Siempre canté de chico y mi primer instrumento fue la guitarra, pero en bandas siempre estuve en otro lugar. Como la mayoría de las veces se arranca con demos, empecé sin tanta brújula de qué estilo y sonido buscaba, pero en las primeras canciones me di cuenta que con los elementos que tenía eran suficiente y mantuve ese concepto y austeridad sonora.
¿Qué te moviliza para crear seguir con tu arte?
La creación es un canal para expresarme, y describir estados de ánimos, propios y ajenos.
¿Cuándo salió este amor por la música?
El amor por la música es también una vocación, es muy difícil adquirirlo y así también dejarlo. Es bastante normal pasarte tiempo sin hacer cosas nuevas, sin tocar, son procesos naturales, de saturación donde tomarse un tiempo es beneficioso. Nunca me imaginaría abandonarlo porque también es una vocación que tengo casi desde niño. Recuerdo, aún de adolescente, que era un sacrificio aislarte de tus amigos para ensayar. Y ahí te das cuenta si eso es para vos. Perderte de muchas cosas por el propio amor de la música. Llega fin de año y pensás en comprar un instrumento en vez de tomar vacaciones. Eso es también vocación.
¿Cómo ubicarte en las coordenadas de la música folklórica?
No me sentí muy influenciado hasta hace bastante poco. Recién en Capital valoré más este tipo de música, quizás por la lejanía, y participar en producciones de Carlos Sánchez (ex Tucu Tucu). Pero también, más allá de la influencia de chico, la música es el reflejo del paisaje. Y parecería que, viniendo del norte, venís preparado para describir en forma de zamba, así como aquí en capital el tango u otros estilos afloran de los adoquines mismos.
¿Qué pensás que la música -y la tuya en particular- genera en la gente?
La música es inexplicable y por eso es hermosa. En general me seduce mucho la música popular porque mi intención es que me escuche alguien que no sea músico pero que pueda conectar en eso, más que la música erudita, que sí la consumo.
¿Qué es cantar?
Es el instrumento más personal que existe, el más difícil que la gente lo acepte, Y no te permite ocultar tu estado de ánimo.
¿Qué discos escuchás?
Escucho todo tipo de música, desde rock nacional, indie, funk, folk. Es muy azaroso qué escucho y por qué. En general siempre escucho cosas, pero no necesariamente nuevas. Hoy, hay una temática sexual sin poesía muy recurrente.
¿Con qué soñás?
Con la vacuna del coronavirus.