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En la tarde de ayer, en vísperas del feriado, Abel Pintos realizó dos live por su cuenta oficial de instagram que fueron seguidos por más de 16.000 personas. El primero se inició unos instantes después de las 18. Con una melodía pegadiza en el ambiente, el artista apareció en escena y aclaró “Lo que estamos escuchando es Marc Anthony, es una de las canciones que planeé para un playlist que compartí hace poco en Spotify. Se llama ´En casa (mandalas)´que es una playlist que suelo utilizar cuando me pongo a pintar mandalas, normalmente a la tarde. Son canciones que me gustan mucho y que son relajantes o que me dan mucha alegría”, destacó.
Con la pava y el mate al alcance de la mano, el creador de “Todo está en vos” añadió: “Gracias por conectarse, gracias por estar acá. Les voy a contar un poco. Muchos y muchos ya saben de qué va este instagram live, pero les voy a comentar a los que pasaron por acá a saludar de todos modos.
La idea de esta transmisión es sacarle las telas de araña a muchas canciones que hace muchos años que no canto y que por estos días estuve recordando. Detrás de muchas de ellas hay anécdotas, pude viajar mentalmente a muchos lugares y muchos momentos de mucha alegría. Entonces ahí nacieron las ganas de hacerlas y poder compartirlas”, punteó Abel y completó: “Seguramente muchas de estas canciones que voy a interpretar hoy, muchos de ustedes no las conozcan o no las hayan escuchado nunca en vivo, tal vez en mis discos. La intención de este repertorio no es solamente hasta las canciones de los primeros discos, porque algunas de ellas las he estado cantando en vivo, esa canciones también van a quedar a un lado. Van a venir esta tarde aquellas que hace mucho tiempo que no canto ni siquiera en los shows”, narró en su anticipación de un itinerario cargado de melodías nativas.
“Hoy estaba haciendo memoria y hay algunas que hace 20 años que no canto. Es verdaderamente emocionante para mí porque sé que para muchos y para muchos va a ser algo nuevo, que van a escuchar por primera vez, pero también seguramente alguien haya escuchado estas canciones en vivo cuando eran niños o niñas, como cuando yo era un niño y las cantaba. No mucha más introducción. Allá vamos, espero que les guste” enfatizó el cantautor que se dispuso a recorrer cada uno de sus trabajos.
Como era de esperarse, la reunión empezó con obras de su placa debut. “Voy a arrancar con una canción que me gusta mucho, mucho, de mi primer disco, Para cantar he nacido, de 1998” adelantó y desplegó casi como un arrullo la dulzura de “Mi pueblo azul”, de Ramón Navarro. “No recuerdo la última vez que la canté, no recuerdo si la hice en los Ópera de los veinte años, pero si no la canté y estoy recordando que sí, seguro estuvo en la lista”, acentuó.
Con espíritu de peña y una sonrisa a flor de labios, Abel reveló: “Esta canción hace mucho que no la canto. Los que sepan bailar folklore pueden ir corriendo los muebles, se filman, lo suben y me etiquetan ” propuso y entonó al gato de Carlos Carabajal “El bailarín de los montes”.
El recuerdo de Raúl Carnota, Antonio Tormo y Horacio Fontova
Luego, tal vez en uno de los momentos más conmovedores de la transmisión, el oriundo de Bahía Blanca, prosiguió: “Vamos a recordar a uno de los ídolos de la música folklórica, de alguna forma, contemporánea. Un músico, autor y compositor que hace mucho tiempo, en los 80, hizo una serie de discos que fueron muy modernos y lo siguen siendo”.
Posteriormente prestó su voz para una profunda versión de la mítica zamba “Grito Santiagueño” y alzando una mano al cielo, expresó: “Un beso grande para Don Raúl Carnota, qué capo. Además era un tipo muy generoso, muy amable, muy cariñoso. Sobre todo muy generoso en compartir su sabiduría con cualquier persona. En mi caso, yo era un niño, un adolescente cuando lo conocí y le fui a pedir consejo, una palabra, una opinión, un punto de vista. Recuerdo perfectamente la sencillez con la que me dijo ´yo puedo decirte todo lo que se me ocurra, pero la verdad es que vos tenés que hacer un camino, tenés que ir descubriéndolo con cada paso, en cada una de las experiencias que tengas que vivir´. Fue una enseñanza de gran sabiduría, que me ayudó mucho”, comentó conmovido.
“Les recuerdo, o les hago saber que, durante los primeros tres discos de mi carrera, yo no escribía canciones todavía, eran todas interpretaciones de autores y compositores que siempre me gustaron, por eso ninguna de estas canciones que estoy haciendo me pertenece. En todo caso, nos pertenecen a todos porque somos público de estos autores y compositores, para mí, maravillosos”, opinó antes de entrar en segundo disco “Todos los días un poco”, de 1999. Desde allí desplegó “La Sachapera”, de Oscar Valles y Carlos Carabajal y en seguida reafirmó su amor los ritmos nativos: “Tremenda la Sachapera, me encanta. Como dije antes, esta canción es del segundo disco, con el folklore muy presente, el folklore que es la raíz de mi música y el género desde el que pude crecer y desde el que pude hacer mis primeros pasos y sigue ahí en mi corazón. Todos ustedes saben que en los conciertos siempre hay alguna cuota folklórica para conectar con las raíces “, apuntó.
Seguidamente, compartió una jugosa anécdota y enalteció a uno de los próceres de nuestra cultura popular: “Salimos de gira con León Gieco, que me llevaba para ser el telonero de sus conciertos –un beso grande para León, ídolo siempre- en esa gira también iba un maestro que se llamaba Antonio Tormo. Es un cantor que tiene una historia maravillosa, verdaderamente. Si quieren googlear algunas de sus características, tiene una carrera muy interesante. En ese momento, cuando salimos de gira -año 98, ´99- tenía 84 años y cantaba como los dioses. Tenía una actitud de mucho cuidado, de mucha responsabilidad y gran parte de saber cuidarse estando de gira, cuidarse la voz para estar bien para las funciones, vocalizar antes y después de los conciertos, Antonio me enseñó mucho de esto. Tenía 84, y como 50 años de carrera y era muy metódico en su forma de trabajar. Aprendí mucho de él. Tenía un repertorio hermosísimo y un poco en agradecimiento y en homenaje a él grabé esta canción, que él supo grabar también cuando era muy jovencito. Entonces, para recordar con mucho respeto y amor a Don Antonio tormo, va esta canción”, ilustró y abrió pasó a la ternura de “Amémonos”.
“Más de uno y más de una no habrá escuchado nunca estas canciones en vivo, porque estaban ocupados naciendo básicamente”, aseveró con humor mientras bosquejaba el paisaje sonoro de antaño, y ponía fin a un tríptico celebratorio hacia enormes artistas. “Otra canción para recordar a otro grande, que se nos fue hace poquito. También un tipo muy generoso, muy querido, con un espíritu maravilloso, muy gracioso, muy sabio y musicalmente súper interesante. Esta canción, entre los años 99 y 2001, cuando todavía no presentaba temas míos, cerraba la lista. Medio que se pudría todo como ahora con ´El alcatraz´ -que también es de aquellos años, pero no la voy a hacer porque la canto en los shows-. Como se pudre con esa y con ´Motivos´ también se pudría con esta canción, estaba buenísimo. Vamos a recordar al querido Negro Fontova, remarcó al tiempo que despuntaba los acordes de “Qué viva la chacarera”
Hacia la raíz
Activo, cariñoso y didáctico con sus miles de fans, Abel solicitó: “No me pidan Oncemil, no voy a cantar lo más reciente. La idea es repasar las canciones que cantaba antes de raparme, reiteró entre risas, al tiempo que afinaba una de sus guitarras para versionar “Todos los un poco”, con voz casi susurrada, como canción de cuna. “Así se llamó mi segundo disco, de 1999, otro abrazo fuerte para León”, agregó en referencia al autor del tema.
“Ahora voy a cantar una canción que abre mi tercer disco, que es Cosas del corazón. Antes, les cuento algo. En enero del año 2000 estaba por grabar el que iba a ser mi tercer disco, que salió en 2001 y en estos días me convocaron para cantar una canción para identificar a los Torneos Juveniles Bonaerenses -de los que participé y tuve la experiencia de llegar a la final algunas veces, fue muy bonito- , me invitaron unos años después a cantar una canción con la Sole, ´Para todos brilla un sol´. Nos hicimos amigos con el autor de esta canción, que me mostró otra y finalmente la grabé porque me gustó mucho”. Y así introdujo “Botellas al mar”, de David Settembrino.
Minutos más tarde, Abel detalló: “estoy leyendo que hay gente que hace muchos años que está en esto de compartir música conmigo, me recuerdan conciertos y ciudades. Quiero contarles también que por estos días la Sole y Nahuel Pennisi darán unos recitales increíbles, así que compren sus tickets, arengó y aseguró que a futuro él imitaría a sus colegas para estar cerca de la gente que lo sigue.
Antes de cumplirse la primera hora del live, el artista rearmó su mate y enfatizó “Estamos recordando canciones de hace mucho tiempo, como lo hicimos hasta ahora y lo haremos en la siguiente transmisión”.
Minutos después, con sus fans incondicionales del otro lado de sus celulares, todo continuó con “Un soplo de amor” del disco Sentidos. “Todas estas son versiones muy distintas a las que están grabadas” dijo y avanzó en el itinerario por su placa “Reflejo Real”, de 2006 “Es un disco que produjo Ariel junto Ángel, un músico que nos acompañó durante mucho tiempo y con el que trabajamos en este disco, también con canciones de mi autoría, me fui afianzando en esto de escribir”, comentó, antes de dar paso a una seguidilla compuesta por “Anclada en mis sueños”. “Reflejo real” y la canción litoraleña “Eternidad”.
El recorrido llegaba a su posta final con “La llave”, de 2007 “En este disco también hay canciones que solamente canté durante la gira de presentación y no volví a hacerlas desde entonces. Este concierto va dedicado a las canciones de la vieja escuela”, ratificó para entonar “La voz del olvido” y la chacarera “De amor y de guerra”.
Para el momento de los bises, Abel seleccionó “Abismos”, desde “Revolución”, de 2010 y “Motivos”, de 2013. Para cerrar el concierto virtual, que se extendió por casi 90 minutos, enunció: “Así pasaron las canciones que hace mucho tiempo que no cantaba, de la época en que tenía pelo. Gracias por acompañarme, espero que hayan disfrutado de estas dos transmisiones. Muchas gracias por haber estado ahí. Ojalá se hayan divertido y hayan descubierto canciones, en este repaso desde el 98 al 2010. Los quiero mucho”, concluyó en un vivo donde el folklore pisó fuerte, como un género que continúa vivo en la huella de este gran artista.