}
Hoy se celebra en Argentina el Día Nacional del Folklorista. La fecha, coincide con el natalicio de Don Andrés Avelino Chazarreta, el primer difusor de nuestra música nativa, el 29 de mayo de 1876. Se instituyó mediante la Ley 26665 del Congreso Nacional.
En este contexto, FolkloreCLUB dialogó con diversos artistas que evocaron la primera obra de raíz que interpretaron y definieron, de forma bien personal, el valor de su vocación hacia las melodías de la tierra.
Mavi Díaz
El folklore es parte de mi vida. No podría decir cuál es la primera canción que escuché porque nací rodeada de folklore, me crié en las peñas, en los festivales. Y, como siempre digo, en mi infancia dormí más en dos sillas juntas que en mi propia cama, ya que acompañaba a mis padres -Hugo Díaz y Victoria Cura- en su show, en sus giras. Así que el folklore nació conmigo y me acompañó toda la vida.
Luego, de mayor tomé la decisión de cantar folklore -si bien vengo del pop y del rock- como un llamado a mi vuelta a Argentina, a reunirme con mis raíces. Pero sí puedo nombrar a algunos intérpretes del folklore que además de ser muy cercanos a mi familia, me hicieron decidir quizás ser cantante. Una es Marian Farías Gómez -como una primera y joven recién salida de Los huanca- con su primer disco solista, es un disco que me marcó mucho. Alfredo Ábalos también, los dos son capos y lo siguen siendo. Como cantante me inspiraron muchísimo en mi infancia.
También, por supuesto, tengo el recuerdo de mi mamá, como una gran cantora que fue, que me marcó muchísimo, y a quien he homenajeado en el primer disco de folklore que hice, Baile en el cielo, que fue –justamente- un disco homenaje a mis padres.
Ya llevo 10 años con las Folkies, interpretando y tocando canciones propias, siempre muy cercanas a la raíz, a lo que consideramos esencial en el folklore, que es mantener esa base bien criolla. Y, por supuesto, aggiornarla con nuestra impronta y nuestra forma de entender y escribir el folklore. Así que, en el día del folklorista, un gran abrazo a los colegas y las colegas, cultores y cultoras de nuestra música de raíz. Y qué viva el folklore por muchísimos años más
Rubén Ehizaguirre (Nocheros)
No recuerdo cuál ha sido la primera canción que escuché, porque lo hago desde muy chico. Siempre cuento que una vez que entraba de jugar al fútbol en la canchita de frente de mi casa, tendría 6 ó 7 años, la vieja ya te llamaba para que te bañes, para meterte adentro de la casa. Y una vez que terminaba el momento del fútbol , no me ponía a jugar ni con autitos ni con nada. Era una cosa automática, después del baño me vestía y me ponía escuchar música. En casa había mucha música: folklore, tango, rancheras, boleros. Escuchaba a Los chalcha, Los Fronte, Daniel Toro, Tutu Campos ,-un disco de su época de solista- , obviamente Los cantores del Alba.
No recuerdo cuál fue la primera canción que escuché, pero si puedo decir cuál fue la primera que canté arriba de un escenario, más allá de que fue de una manera amateur; concursando en el Festival de la canción: La zamba del cantor enamorado, de Hernán Figueroa Reyes. Me acuerdo los nervios: me dolían los brazos, las piernas. El lugar estaba lleno de gente. Cuando bajé, supe que eso era lo que quería, más allá de asustarme la situación. No, me encantó, todo lo contrario. No podía creer lo que había sucedido arriba de un escenario al cantar. Ahí supe que quería eso para mí.
Paola Arias
La primera canción que empecé a cantar y fue elegida para mí repertorio fue La arenosa. ¿Qué significa para mí ser folklorista? Creo que eso se nace, se nace con la experiencia de lo que uno trae desde la cuna, lo que tenés en tu casa te va cultivando. Creo que uno va poniendo dentro de una alforja muchas cosas, muchos condimentos. Cuando empezás a apreciar lo que es el paisaje, la escritura, el arte. Cuándo empezás a admirar a aquellos que hacen buena poesía. Ahí te vas convirtiendo, para mí, en un folclorista, en un apasionado. Cuando sos un historiador, cuando empezás a estudiar a otras personas en épocas distintas. Y porque compusieron y porque esa melodía y porque ese estilo. Y por qué ese género musical. Son muchos condimentos que van a entrar en esa alforja para que uno se fortalezca y se convierta justamente en folclorista. es un orgullo para mí tener esta posibilidad de compartir en todos los escenarios la música popular y me enorgullece haber elegido el género musical
Mariana Baraj
Coplas del Valle de Ramón Navarro es la primera canción del folklore que aprendí cuando estaba en segundo grado y que me marcó a fuego. Esa música despertó en mí sensaciones hermosas que hicieron que el folklore siempre esté cerca mío. Fue algo importante en mi vida y que generó el comienzo de un vínculo maravilloso con mis raíces y mi identidad, que me acompaña hasta el día de hoy. Por eso creo que es tan importante que las escuelas puedan por fin incluir la enseñanza del folklore.
Ser folklorista, para mí, es tener la responsabilidad de mantener viva la llama de lo ancestral y la enseñanza de los maestros, pero también de generar movimientos para enriquecer el género y renovar desde la mirada del tiempo que nos toque vivir. Es andar un camino construido y que ya dejó huella, pero que también pide ser deconstruido en muchos aspectos.
Florencia Paz
La primera canción que me marcó de chiquita fue “Norte Azul de mi Santiago”. Fue la primera que aprendí a cantar y me acompañaba cuando me subía a un escenario, a los 4 ó 5 años. Siento aún la misma pasión en la letra cuando la canto, hermosa creación de Onofre Paz y Daniel Toro.
Para mí, ser folclorista es algo hermoso y natural, no me imagino de otra manera porque me crié con esta música, y hoy en día la elijo porque siento la necesidad de honrar el lugar de donde vengo, mi sangre , mi familia , y el amor y respeto que me enseñaron por la música de nuestra tierra .
Yacaré Manso
La primera canción que recuerdo fue "Pedro Canoero". Entró directo a mi vida y se quedó ahí para siempre. Tal es así que es el único cover que hice en los festejos por mis 20 años de música, una versión inolvidable junto a mi querido Pedro Rossi en guitarra. Esta canción me mostró el camino, tanto de nuestro paisaje, como de nuestras vivencias. El folklore litoraleño es río y barro, monte y selva. Al tiempo descubrí la chacarera (y me aferré fuertemente a ella),me terminó de ubicar en la vida y dije: yo soy músico, soñador, rockero, del samba brasilero, del candombe uruguayo, del reggae, cumbiero, de Los Piojos, Sumo, Divididos, Las Pelotas, en fin, soy todo eso en una licuadora... pero antes que nada SOY FOLKLORISTA. Ahora hago Yacaréras.
Ser folklorista es llevar la bandera en las venas.
La "Negra" Chagra
No sé cuál fue la primera canción folklórica que escuché, porque siempre se escuchó folklore en mi casa, crecí con eso y desde niña me gustó cantar. Tenía una amiga, Musshy, con la que hacíamos dúo y cantábamos en un programa de radio “Rincón infantil”: El Paraná en una zamba, Zamba del grillo, El indio muerto.
Viviendo en Salta es imposible no estar cerca del folklore teniendo a Manuel J. Castilla, a Gustavo Leguizamón, José Ríos, Miguel Ángel Pérez, Jaime Dávalos (y tantos otros….) en la vida de todos los días.
Y después de conocer al Cuchi (fue mi profesor de historia en el colegio) y compartir la música que él creaba, y descubriendo mundos nuevos, supe que quería ser cantora y de folklore, que quería recrear la palabra de los poetas a la par de sus canciones.
Y aquí estoy luego de muchos años, contenta con mi decisión.