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El guitarrista Axel Scheinsohn publica Efervescencia, su primer material solista, al frente de un cuarteto de músicos notables de su generación como Camila Nebbia, Hernán Cassibba y Guillermo Harriague.
El repertorio tiene composiciones originales instrumentales de Scheinsohn, con eje esencial en la improvisación que se suceden como episodios melódicos que dan pie al diálogo entre los miembros del conjunto, posibilidades tímbricas y el desarrollo melódico.
En Efervescencia predominan la mixtura de las formas tradicionales con la improvisación libre y se destaca la riqueza armónica con cierta influencia de la música contemporánea.
El cuarteto, formado desde sus inicios por Axel Scheinsohn (guitarra eléctrica y composición), Camila Nebbia (saxo tenor), Hernán Cassibba (contrabajo) y Guillermo Harriague (batería), trabaja en conciertos desde 2018 las composiciones de este disco.
¿Por qué le pusiste Efervescencia al disco?, ¿Cuál sería la particularidad de este álbum, puntualmente?
Me inspiré en el movimiento, reacción y transformación que hay en una efervescencia. Las burbujas, que forman un todo, son una transición entre un estado y otro.
Es un paralelismo con los temas del disco; las composiciones se caracterizan por el modo formal en que están tratadas, donde hay una transformación que hace que no vuelvan a su estado original.
Por ejemplo, la tradición de jazz nos muestra la melodía del tema, luego la improvisación sobre la melodía y finaliza con la vuelta de la melodía inicial. En general en este disco hago una melodía "A" que lleva a la improvisación que sirve como transición parar ir a la "B".
¿Cómo son tus momentos de efervescencia?
Cuando me siento a componer; es una situación íntima y divertida porque entro en otro estado de percepción.
¿Algún tema, entre el resto, donde poner la lupa por alguna razón especial?
"Dipa", el último tema del disco, está dedicado a mi abuelo, que falleció en 2012. Es el primero que compuse del álbum y capaz por eso se encuadra más en las formas tradicionales del jazz. Lo pensé como un lindo cierre, melódico y sencillo, que plasma su personalidad jocosa y un poco de melancolía de mi parte.
¿Dónde comienza la improvisación?, ¿Cómo interactúan emoción y técnica en la música improvisada?
La improvisación es el 90 por ciento de este disco. Sin eso, la conexión, emoción y expresión grupal, no tiene sentido. Hay una estructura principal armada que se estudia para manejar ese material y así generar un discurso nuevo e improvisado.
La técnica es elemental para expresarse, ya que, al improvisar, uno no tendría que estar preocupado por eso, sino simplemente tocar.
¿A esta altura de tu vida musical seguís estudiando?
Sí, me gusta. Sigo con la práctica de guitarra; hoy estudio una fuga para violín de Bach adaptada a mi instrumento y sigo con mi rutina de práctica. También un poco de piano y compongo algo día por medio. Escribo para un septeto: capaz, si todo sale bien, ojalá, será un disco en un futuro.
¿Cómo te sentís atravesado por el folklore argentino o latinoamericano?
Me gusta mucho el folklore argentino contemporáneo como Aca Seca, Zabeca Dúo, Luna Monti y Juan Quintero...No sé si mis temas tienen algo de folklore, sí me gusta muchísimo y escucho bastante a Atahualpa, al Cuchi, al Dúo Salteño, Mercedes Sosa desde muy chico. El nivel de los grandes artistas que tuvo y tiene el folklore argentino es muy alto y eso, indudablemente, inspira.
Hay muchos músicos que proponen hacer presentaciones de discos vía streaming. ¿Lo pensaste por si la cuarentena se extiende?
Sí, tengo varias ideas. Así que... estén atentos a las redes.