}
Hoy Los Alonsitos cumplen 35 años sobre los escenarios. Uno de sus integrantes, adelanta detalles del concierto televisado con el que celebrarán la fecha. Además, reflexiona sobre el contexto actual de pandemia y destaca la importancia de todos los momentos compartidos con sus colegas y el público.
Un viernes 3 de mayo de 1985 un grupo de gurises llegó a los estudios de LT7, radio Corrientes, para actuar en el programa del acordeonista Aníbal Maldonado. Entre bambalinas, en la previa del “aire” los niños, que asistían a la academia de música de Raúl Alonso, homenajearon a su maestro y eligieron llamarse “Los Alonsitos”, sin ser consientes entonces de que su nombre quedaría escrito en la historia del chamamé.
“Fue extraordinario, tenemos la grabación del programa. Fue un momento muy especial, todos con 8 y 9 años”, rememora Ariel Báez sobre la fecha que dio origen al grupo y que hoy es motivo de festejo. Desde aquel debut hasta hoy han transcurrido 35 años.
En diálogo exclusivo con FolkloreCLUB, el instrumentista, responsable del acordeón de tres hileras en el ya mítico conjunto, explica: “En principio nuestro aniversario es hoy, 3 de mayo, pero lo vamos a festejar el sábado 9, en un canal de televisión. Vamos a estar compartiendo y comunicándonos con amigos de todo el país saliendo por el canal de YouTube y las redes sociales. Seguramente van a estar los amigos que compartieron con nosotros el transcurso de este camino de 35 años”.
Además, sobre el contexto puntual del aislamiento, sostiene: “La verdad es que es un aniversario atípico, pero qué aniversario al fin. Creo que nunca hubiéramos imaginado este momento que estamos viviendo, pero también es parte de nosotros poder adaptarnos a las circunstancias y, sobre todo, cuidarnos de manera responsable para que esto pueda pasar cuanto antes y que cada uno pueda volver al trabajo. En nuestro caso, a lo que a nosotros nos gusta y estamos acostumbrados a hacer hace 35 años: estar arriba de un escenario en un concierto en vivo y, sobre todo, en contacto con la gente”, destaca.
En esta línea, imaginando un retorno futuro a los shows, Báez relata: “la vuelta a los escenarios, aunque no tenemos nada firme de cuando vuelven los recitales, va a ser con muchísima adrenalina, con muchísima ansiedad, porque a partir de marzo se nos han suspendido todos los conciertos. Y uno va generando muchísimas expectativas, ganas de imaginarse lo que va a ser el primer show después de esta cuarentena, después de vivir esta pandemia. Ahora toca pensar primero en cuidarnos, en cuidar a los otros, en cuidar a los demás, respetando los protocolos de sanidad y siendo responsables, y seguramente acumulando las ganas de subir a un escenario. Imagino que va a ser con muchísima adrenalina de no querer bajar nunca de esa noche”, proyecta.
Por otra parte, en retrospectiva y sobre los pasos iniciales del grupo, Báez describe: “en esa época, y con tan pocos años, era impensado saber que íbamos a llevar a cabo la carrera que llevamos hasta ahora, pero creo que como chicos por ahí veíamos el asombro y la alegría de nuestros padres cada vez que tocábamos algún instrumento o que cantábamos arriba de un escenario. Eso es parte de la vida de los chicos ¿no? Ver el orgullo en la cara de los padres, esa creo que era una de las primeras motivaciones, más allá del hecho de empezar a ser reconocidos desde tan chicos. Anotarnos en distintos certámenes y poder ganar, subir a cantar y que te aplauda tanta gente… era una sensación muy fuerte. La posibilidad de viajar, salir de gira con 9 o 10 años también era una sensación fuerte. Después, la llegada a Cosquín en el ‘91, o la consagración a la ’92, que fue un momento bisagra de la banda, empezar a grabar discos, a asumir responsabilidades, contratos y demás, creo que nos hizo madurar. Y bueno, ahí sí, con 13 o 14 años empezamos a soñar que podíamos tener una carrera artística en base al chamamé”, revela.
AYER Y HOY
También, el correntino recalca que, de ayer a hoy, conservan las energías intactas: “las ganas de seguir recorriendo escenarios, ponernos distintos objetivos y metas, también encontrar las motivaciones que a cada uno le genera el hecho de poder seguir cantando y seguir componiendo canciones. Conservamos las mismas ganas y disfrutamos cada vez que subimos a un escenario. Eso es fundamental y es el fuego que, de alguna manera, mantiene viva la llama de la música”.
En su extensa carrera, han compartido escenarios con colegas del litoral y otras zonas. Eso, comenta el músico, se ha trasformado en aprendizaje constante: “nos ha tocado ser parte de un grupo de artistas, de una generación de artistas folklóricos... Fue un momento realmente muy fuerte el que vivimos. Se volvió a lograr el apogeo del folklore, después de aquella década del ‘60 cuando salieron Los Chalchaleros, Los Fronterizos y otros artistas”, detalla y agrega: “En ese camino de la música década del ‘90 hemos construido una amistad muy grande, compartido escenarios con artistas como Los Tekis, Los Nocheros, la Sole, Abel, Jorge Rojas, El Chaqueño. Con muchísimos artistas que pertenecieron a esa generación del ’90. Sin dudas, uno va aprendiendo de todas esas experiencias, sobre todo aprendiendo de las costumbres y el modo en que se vive en otras provincias: su cultura, su idiosincrasia, sus comidas típicas. En cada uno de los lugares que hemos visitado con amigos, que hemos compartido –Salta, Jujuy, Santa Fe y otros- hemos aprendido a aquerenciarnos de las costumbres de otras provincias, de otros países también. Creo que, más allá de disfrutar esa amistad, hemos aprendido mucho”, señala Báez.
Hace casi tres lustros, en 2006, Los Alonsitos lanzaron "Paisaje Interior" junto a Ramona Galarza y Mario Bofil, y la placa fue el puntapié para recorrer su amplia discografía: “Para nosotros cada placa fue, sin duda, una parte importante de nuestra carrera. Tenemos 18 discos grabados y cada uno ha sido importante, porque ha sido la representación fiel del momento que estamos viviendo. ´Paisaje interior´ tiene muchos invitados, algunos de ellos fueron Ramona Galarza, con quién grabamos, y también Marito Bofil, con una composición tan linda como ‘Estudiante del interior’. Son discos que han sido muy importantes y que van a estar en nuestro corazón por siempre”.
TERESA PARODI, ESLABÓN FUNDAMENTAL
Hablando de trabajos y colegas, distinta hubiese sido la historia de Los Alonsitos sin Teresa Parodi, quien los amadrina y los contacta con la Comisión del Festival de Folklore de Cosquín, a principios de los ´90: “sin dudas, ella ha sido un eslabón fundamental en nuestra carrera. Su generosidad nos ha acercado al sueño de creer que podíamos ser músicos y emprender una carrera con esto. Teresa ha sido una plataforma fundamental para Los Alonsitos. Nos ha producido inclusive un disco y generado el hecho de evolucionar como músicos y sobre todo ha generado esas ganas de ser independientes, de tener nuestras propias ideas, de formar nuestra propia carrera. Éramos muy chiquitos y nuestros padres manejaban nuestras carreras. Creo que a partir de haber compartido mucho tiempo con Teresa, se ha generado eso: ser, de alguna manera, participes necesarios, la maduración en lo que tiene que ver con nuestra carrera. Creo que, en gran parte, de eso es responsable Teresa”, subraya.
Para cerrar la conversación en este día tan particular, le preguntamos a Ariel si imagina otros 35 años de trayectoria con sus compañeros, y entre sonrisas, responde: “Ojalá lleguemos, ojalá lleguemos. La verdad es que nuestro sueño siempre fue tener una carrera como la de Los Chalchaleros, de 50 años de escenario. Tenemos la ventaja de que empezamos muy desde chiquitos. Por ahí, no pensamos en un futuro tan lejano, sino que vamos construyendo esta carrera, que ha ocupado el mayor tiempo en nuestras vidas. Pensamos en el presente, en seguir motivándonos mutuamente para seguir creciendo como personas y como músicos. ¿Quién sabe? por ahí llegamos a los 70 años y estamos hablando nuevamente”.