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Notas
NOTA DE INTERÉS


18/02/2020

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RECORDAR


El folklore es un territorio que crece y se agiganta a partir de la creatividad incansable de hombres y mujeres que lo marcan con sus huellas de luz. Sin dudas, una de las más intensas y persistentes es la Ariel Ramírez, que supo encender los ecos más hondos del pueblo, con las músicas que vistieron a “Juana Azurduy”, al “Antiguo dueño de las flechas” o a “La tristecita”.

Así, y hace ya hoy una década atrás, Ramírez mudaba de forma, con ese punto final que algunos llaman “muerte”. Lo cierto es que nada termina para los artistas de su tamaño, que se recrean en un legado de melodías inolvidables.

En este contexto, FolkloreCLUB convocó a grandes pianistas de la actualidad para recordar al santafecino nacido en 1921, artífice de una obra sin precedentes. Y esto dijeron.

  Lilian Saba 
Inicialmente, la destacada compositora bonaerense indicó: “Comencé a saber de Ariel Ramírez desde muy chica, a los 5 o 6 años, cuando empezaba a tocar el piano. Recuerdo que en uno de mis cumpleaños me regalaron su LP Litoral, disco que escuché mucho, junto al célebre Con piano y con Charango, de Ramírez y Jaime Torres. Por la gran difusión del folklore que había a fines de los 60 y principios de los 70 fui conociendo también sus obras integrales magistrales Mujeres Argentinas y Cantata Sudamericana - con letra de Félix Luna y la voz inigualable de Mercedes Sosa -, y Los Caudillos - con letra de Félix Luna y la voz del admirado Ramón Navarro - , entre otras. A mi interés personal le ayudó mucho también crecer con la peña folklórica El Sombrerito (de Benito Juárez) en la esquina de mi casa, lugar donde vi y escuché tocar a Ariel Ramírez y a muchos grandes artistas en vivo. En 1976 llegó a Juárez el Padre Osvaldo Catena (santafesino, gran persona y gran músico), quien había colaborado con Ariel en La Misa Criolla editada en 1964 y años después colaboró con los textos en La Misa por la Paz y la Justicia editada en 1981. Por mi vocación hacia la música, me acerqué y aprendí mucho de Osvaldo en mi adolescencia y recuerdo que muchas veces él se reunió con Ariel en mi pueblo para organizar y elaborar ese trabajo de gran belleza y profundo mensaje, obra que nació y concluyó en los años más sombríos que haya vivido nuestro país. Por último, y debido a la cantidad y la calidad de las obras que ha dejado, pienso que Ariel Ramírez es sin duda uno de los compositores más importantes e indispensables de la música argentina.”

  Carlos “Negro” Aguirre 
“Tengo hacia Ariel Ramírez una profunda admiración. Fue un gran melodista y lo distintivo de sus composiciones es que cada una tiene una identidad fuertísima en el sentido de que en muchos casos pareciera que vienen de diferentes compositores. Me parece hermoso que pase eso con la obra de un músico ya que esa condición refleja un trabajo muy minucioso a la hora de gestar cada tema musical”, opinó el talentoso hacedor entrerriano.

 Oscar De Elía  
Por su parte, el pianista y subdirector de la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”, declaró: “Admiro a Ariel Ramírez desde hace muchos años, desde la aparición de su espléndida zamba La última palabra, objeto de asombro del en ese entonces un niño estudiante de piano.

Los años que siguieron no hicieron más que confirmar permanentemente lo acertado de esa admiración, la obra de Ramírez es monumental, no hace falta que enumere sus archiconocidas ‘Mujeres argentinas’, ‘Cantata sudamericana’, ‘Los caudillos’ y tantas obras más. Sin duda en el podio de los compositores del folclore sudamericano.

Pero no es solamente su faz autoral. Como ejecutante, su fino toque y genial uso del pedal lo han constituído en poseedor de un mérito infrecuente e invalorable en un músico: en poquísimos compases ya uno puede identificar al intérprete sin posibilidad de confusión. El ‘sonido Ariel Ramírez’. Sin duda, un imprescindible en la historia del arte de nuestro país”.

  Pablo Fraguela 
“Ariel Ramírez es uno de esos referentes que, en mi caso, me acompaña desde la infancia, porque en casa -entre otras cosas- se escuchaba a Mercedes Sosa y La misa criolla. En las guitarreadas era casi inevitable que apareciera Alfonsina y el mar.

Después, a través del folklore, fui conociendo otras de sus obras, las Mujeres argentinas Y toqué algunas de composiciones instrumentales también, mientras estaba estudiando en la escuela de Avellaneda.

Si bien es un referente como pianista, creo que, al lado del pianista, la figura del compositor es gigante, por el lirismo de sus obras y por lo representativas que son. Es un legado muy grande el que dejó”, explicó el notable instrumentista.

 Gustavo “Popi “Spatocco 
“Ariel Ramírez es una pieza fundamental en nuestra música popular, porque tuvo la virtud de aunar sus conocimientos académicos con un profundo conocimiento de nuestra música folclórica y también con una sensibilidad, con una imaginación que hizo llevar esta música a otro estadio.

Su capacidad como melodista es increíble, su capacidad de unir su música con un texto. Es un gran compositor de canciones. En ese sentido, creo que es uno de los mejores compositores que tiene nuestra música popular.

También tenía una gran capacidad para hacer ciclos como la Misa criolla , Mujeres argentinas Navidad nuestra o La cantata Sudamericana. Fueron obras monumentales, en el sentido de que eran grandes obras, que encarnaban grandes ideales estéticos e ideológicos también.

Creo que es fundacional en la manera de pensar y entender la música popular, de una manera grande y noble.

Después, tengo el recuerdo de haberlo conocido, de haber compartido con él cuando Mercedes Sosa y hizo la Misa criolla en Mendoza. Tuve el honor de trabajar junto a él y su hijo Facundo. Pude conocer su bonhomía, su buen humor, como ser humano. Era un tipo muy bondadoso. Me siento muy honrado de haberlo conocido y de haber trabajado con él. Quiero mucho a su hijo, somos amigos.

En definitiva, me parece que Ariel es un personaje bastante único. Llevaba la autoridad que le daba su obra con mucha elegancia y con mucha delicadeza como líder.

Es un personaje bastante único, que supo estar entre la música académica y popular haciendo obras que trascendieron y van a trascender el sentir y el pensar de todos los argentinos”, aseguró el arreglador de “La Negra”, premiado en en los Grammys.

 Nora Sarmoria 
Finalmente, la reconocida directora –entre otros múltiples roles- , relató: “Ramírez fue el primer pianista que escuché en mi infancia tocar un folklore distinto, el disco Mujeres argentinas marcó un antes y un después. Recuerdo perfectamente los arreglos y comentarios a los temas más hermosos de ese repertorio de Mercedes. Este gran disco marcó un hito en mi vida. Su manera de tocar, tu manera de abordar estas composiciones lo fijan como un grande de la música. Le agradezco por haber hecho una obra tan vasta”, concluyó.


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