}
La música popular hispanoamericana tiene una letrística honda y certera, así la poesía y la canción se hermanan desde siempre. En ese contexto, se sabe: Cosquín no sucede solo en la Plaza Mayor. Por eso, el Encuentro de poetas con la gente, en su edición número 19, recordó a los grandes poetas de nuestro suelo al calor de melodías y lecturas de alto vuelo.
Entre el 28 de enero y el 1 de febrero, por los pasillos de la Escuela Julio A. Roca, resonaron las voces de Pedro Salvador Alé, Alejandro Carrizo, Lisa Segovia. Flavia Soldano, Gabriel de la Isla, Álvaro Poe Olmedo, Carolina Zamudio, Leandro Calle, Mariana Martinic Magan, Ricardo Di Mario, Fabio Cardarelli, Ana María Mayol, Andrea Campos Parra, Susana Slednew, Cristian Cabral, Jotaele Andrade, Marcela Rosales, Martín Carlomagno, Omar Hefling, Marta Ortiz , Guillermo Alaniz y Bernardo Schiavetta, entre otros, con sus vocablos libres, como pájaros.
“La Palabra no sólo permite comunicarnos, si no conocernos, definirnos como cultura.
Otra vez Cosquín reúne a una de las expresiones más puras del arte, Música y Poesía.
Sabemos que la Música derrota fronteras, nos hermana y nos identifica, forma parte inescindible en las luchas por nuestra Cultura Nacional Popular e Hispanoamericana.
La Palabra es poder. El que se apodera de la Palabra se apodera de la memoria, de los sueños, de la vida de los pueblos.
La memoria de los poetas, de los poetas y cantores populares, vuelven a nosotros con la magia de siempre, con la permanencia de siempre.
Nosotros habremos de ser parte de esa memoria.
Poesía y Libertad: la misma cosa” aseguró Hugo Rivella, curador del evento en su discurso de apertura.
La reunión conjugó a más de treinta escritores y compositores, en sentidos homenajes a hombres y mujeres imprescindibles de nuestra cultura. Así, Teresa Leonardi Herrán, Atahualpa Yupanqui, Jorge Marziali, Ariel Petrocelli y Armando Tejada Gómez revivieron en la potencia de sus versos.
Los poetas dicen
“Mucha gente cree que la lectura y la escritura son procesos que suceden en la mente. No es cierto. Se lee y se escribe con todo el cuerpo. Es una verdad que recordamos cada vez que nos toca leer frente a otrxs cualquier poema. El encuentro de Cosquin es muy hermoso, entre otras cosas, porque nos subraya la importancia del encuentro. No esto de escribir encerrados en un cuarto para una tribu selecta, sino de leer a viva a voz, rozando con las palabras otros cuerpos en un patio que se abre a la noche. Me parece una maravilla que la poesía esté en la calle, en la escuela, en los patios. De adentro para afuera y de afuera para adentro. No digo nada nuevo si afirmo que la poesía viene de la música, dialoga con la música, pero es eso y más y otras cosas. En el encuentro, los músicos y los poetas nos cantamos y nos leímos cosas en ronda, como si los poemas encendieran la música y al revés. Increíble el público que asiste, respetuoso y atento. Muy atento. Hay una calidez y una generosidad que desbordan y que te contienen, porque leer a viva voz siempre implica un desgarramiento”, asegura la tucumana Denise León. Y añade: “Curiosamente, cuando me tocó leer, se homenajeaba a Teresa Leonardi, una poeta de Salta. Yo soy tucumana pero trabajo en Salta y una cosa muy hermosa que puedo decir de esta poeta es que los salteños se han adueñado de ella, que sienten su poesía como propia. No me parece poca cosa”, opinó.
Por su parte, el correntino Gustavo Tisocco, describió: “Me tocó transitar la última noche del encuentro de poetas con la gente, donde se homenajeó a Atahualpa Yupanqui. Fue una experiencia única. Realmente es un encuentro, porque conviven todos los poetas juntos. Nos leemos, nos escuchamos y nos conocemos. Cada noche hay una cantidad de público que va a escuchar, son personas que tal vez no son poetas y se acercan a la poesía. Eso es muy importante. En cada jornada de en cinco poetas y actúan dos cantores. Es una conjunción de música y poesía. Es una maravilla, de altísima calidad literaria y humana”, destacó.
Asimismo, Ernestina Elorriaga, nacida en Córdoba, explicó: “El Encuentro es un espacio maravilloso dado que allí escuchamos voces poéticas de las distintas provincias y países hermanos, en el marco de lo que es la letra de la canción popular, donde también se acerca a la poesía. La intención es que se escuchen a las personas que, desde la poesía, trabajan la letra de la canción popular, al estilo de los grandes maestros como Castilla, Tejada Gómez y otros. Ellos fueron grandes poetas y a la vez artífices de letras que aún perduran y atraviesan fronteras. Se siguen escuchando estas canciones y, de hecho, cuando suenan en la Plaza Mayor, la Plaza vibra. Es increíble cómo la memoria popular las conservas guardadas”, narró y agregó: “Leí en la jornada en que se celebró a Ariel Petrocelli, le llamaban el poeta alucinado y realmente es así. Ha sido alguien que se permitió jugar con el lenguaje, introdujo las palabras más ajenas a aquello con lo cual se construía la canción popular, por esos tiempos”, relató.
La autora subrayó: “El público del encuentro va a escuchar poesía, con mucho silencio. Ese silencio que uno escucha en la Plaza Mayor con artistas como Juan Falú, como si todo fuera un contenedor esperando que concluya para agradecer y aplaudir. Lo que más impacta es la escucha, como si fuera un espacio mágico en medio del ruiderío, porque Cosquín es todo fiesta hay grupos que van y vienen en las calles. Y en ese contexto el encuentro fue algo precioso.”, recalcó.
Como complemente exquisito, el convite se iluminó con las melodías de Diego Massimini, Tere y Zurdo Roqué, Miguel Ángel Toledo, Dúo Sures, Marita Londra, Ariel Borda, Hugo Scotto, Simón Marziali, Juan Arabel, Rubén Cruz, Nanzy Tortone y Marcos Navarro.
En ese marco, el cantautor Mario Díaz recordó a Rafael amor y enalteció la poesía de Edgar Morisoli : “de los 19 años que tiene el encuentro, debo haber participado en quince. Es un espacio que quiero y espero anhelante ser invitado año tras año. Estuve participando la noche del miércoles 29 junto a poetas y cantores que admiro. Canté mis canciones y le rendí un tributo muy especial y encorazonado a mi querido Rafael Amor, todos los presentes corearon Violeta, Yo seré tu compañero y el momento del cierre fue muy emotivo con ese himno que es Corazón libre. Dicen que cuando se calla un cantor se enciende una estrella. Y el Rafa estuvo muy presente acompañándonos esa noche”, indicó. De este modo, “Todas las voces, todas” fueron poema y canción en un festival donde la palabra también es protagonista.