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Ante un flamante estadio Movistar Arena repleto (15 mil localidades) Abel Pintos realizó un monumental concierto de poco más de dos horas de duración bajo el título "Universo paralelo" en el cual seleccionó una parte de su repertorio para entonarlo en estado sinfónico con 50 músicos en escena bajo la conducción del "maestro" Guillo Espel y dos de sus músicos habituales los guitarristas Marcelo Predacino y su hermano Ariel Pintos.
En el inicio y ante la algarabía de los presentes que no dejaron de vivar al grito de "Abel, Abel" especialmente la platea femenina de las "Abeleras", los acordes musicales de "Tanto amor" comenzaron la ceremonia entre el artista y su público en comunión.
Seguidamente una buena parte con sus clásicos como "No me olvides", "Flores en el río", "Pájaro cantor", "Arder en libertad", la parte más folklórica con "El sabor del mar" y "Milagro en cruz", "La llave" y "Motivos", mostraron la sapiencia de Espel en los arreglos y la buena voz de Abel para acoplarse a dichos cambios que en ningún momento perdieron su identidad.
"Gracias familia por estar presentes esta noche. Uno puede pensar que un concierto sinfónico es de etiqueta, pero no soy yo quien deba decirles como tienen que vivir la velada por lo tanto los que quieran cantar que lo hagan, bailar también y vivamos juntos este romance", afirmó Abel en diálogo con su gente.
"Hay una canción la única del concierto que no me pertenece que yo escuché en un cassette primero, luego en un CD, aunque quizás alguno de ustedes no saben de los que les estoy hablando (risas) y así conocí a la señora Mercedes Sosa y su versión". Luego de estas palabras entonó "Cuando ya me empiece a quedar solo" de Charly García en una magnifica versión personal.
La fiesta continuó con climas de canto, balada, ritmos y algarabía con composiciones del estilo de "Cien años", "Once mil", "Más que mi destino", "Sin principio ni final", "El mar", "Lo que soy", "Libertad", "Ya estuve aquí", "A-Dios" y la frutilla del postre "Como te extraño".
Diferentes cambios de ropa primero con un impecable traje violeta adornado por una capa, luego una camisa verde con saco camel y finalmente una remera blanca y zapatillas fiel a su estilo.
Los primeros bises llegaron con "El adivino", el desenfreno y locura del público con "Revolución" y la segunda parte de los bises que en el decir de Abel "bis en la música sinfónica significa repetir algún tema, o sea que estuve 25 años equivocado en esta parte" (más risas), para culminar con la repetición de "Como te extraño" y todo el mundo se fue del coqueto estadio vivando "Pájaro cantor".
Sin dudas estos conciertos "Universo paralelo (repite esta noche y mañana) son de lo mejor del año y demuestran a un Abel Pintos que no tiene techo y que a base de trabajo, esfuerzo y dedicación convierte cada recital en una ceremonia respetuosa entre él y su gente adornada con una puesta en escena de alto nivel con luces y pantallas acordes con la calidad del show.