Sergio Santa Cruz santafesino y Damián Gutiérrez bonaerense, forman el dúo Los Gringos desde 2014, y desde Junín llevan su canto a todo el país, si bien cada uno empezó por su lado en la música los acordes folklóricos los llevaron a unirse en éste dúo.
Por dos años tuvieron su peña estable en la ciudad, La Casa de Los Gringos, donde recibieron a artistas de todo el país, más de 300 artistas locales, regionales y nacionales, decidieron ‘‘soltarla’’ para poder viajar un poco más. Y en 2018 comenzaron a traspasar las fronteras juninenses, al ser los ganadores del espectáculo callejero de Cosquín, entre más de 800 artistas participantes y éste año llegaron al mítico festival de Cosquín.
En una charla con Sergio nos cuenta que nació en Santa Teresa, un pueblito ubicado en el sur de la provincia de Santa Fe, y tiene una anécdota particular con su apellido artístico.
¿Por qué Sergio Santa Cruz?
Mi apellido es Recúpero, lo de Santa Cruz es una historia aparte porque Julio Maharbiz quería apadrinarme con ese nombre artístico, de hecho en YouTube si buscan Sergio Santa Cruz en Argentinísima van a ver el último programa que grabó Julio y me presenta con ese nombre, había ido a tocar como solista y en la prueba de sonido Julio me llamó y le gustó como cantaba una zamba que se llama Soy todo eso y mucho más y ahí me propone apadrinarme y llamarme Sergio Santa Cruz
¿Cómo empezaste en la música?
A los nueve años empecé tocando un acordeón a piano en Santa Teresa, que me lo compró mi papá, y después con un profesor tocaba vals, rancheras, paso doble, tango; a los diez años empecé a bailar folklore hasta los dieciséis y ahí agarré la guitarra y no la dejé más.
¿Quiénes son tus referentes?
Al que tengo en lo alto es Horacio Guarany, para mí es una de las personalidades más grandes de nuestro folklore.
¿Cómo llegaste a Junín y cómo conociste a Damián?
A Junín llegué en noviembre del ’98 y a Damián lo conozco por la música, el tenía un dúo con el tío, Horacio, y andaban cantando y nos cruzábamos en las peñas y después compartimos otras formaciones de grupos de acá en la ciudad, después él siguió su carrera como solista y yo también pero siempre andábamos juntos, el me llevaba con su disco yo lo llevaba al mío, hasta que en un momento llegó la hora de hacer un espectáculo de nombre Gringos, porque así nos decían en todos los lados que íbamos y después se dieron unas cosas y quedamos con Los Gringos formalmente.
Contame un poco de su discografía...
Editamos dos disco en vivo y uno en estudio, el primer disco se llama Con guitarras soy cantor, el segundo Un tiempo de madrugada y el tercero que lo editamos en diciembre pasado Un canto perdido y estamos pensando en sacar un cuarto disco.
¿Salir destacados de espectáculos callejeros en Cosquín, los impulsó?
Sí nos impulsó bastante porque Cosquín tiene esa mística que no solo se la provoca a los artistas sino también al público, y más allá de haber sido destacados que la alegría es inmensa, la gente te consagra y te considera consagrado al haber ganado algo.
¿Qué sintieron cuando estuvieron arriba del escenario Atahualpa Yupanqui?
Arriba del escenario fue un poco cerrar ese círculo hermoso que nos dio el aplauso del público, porque la característica del espectáculo callejero si bien tiene un jurado el día de la final con coordinador, el aplauso de la gente fue indudable a la hora de elegirnos, y el escenario mayor nos dio esa tranquilidad que necesitamos los folkloristas ya que todos ansiamos subir a ese escenario y cuando estás ahí arriba decís: vengo haciendo las cosas bien, con prolijidad, profesionalidad y siguiendo el mismo camino que arrancaste, y el Atahualpa Yupanqui es un escenario ansiado por todos los folkloristas y también por nosotros.