Tuvimos el enorme privilegio de dialogar con Pepe y Braulio desde un coqueto hotel frente a la Plaza de Mayo y ellos se mostraron durante la nota para FolkloreCLUB con una serena emoción en sus palabras.
Abre el fuego de las palabras José Luis "Pepe" Guerra al decir que "para nosotros es una experiencia más que nos juntamos cada diez años, somos cantores de décadas y revivir a través de las canciones toda una época la de los '60, un tiempo bravo en todo el mundo ya que de afuera venían los Beatles, los Stones con una fuerza brava, muy fuerte y hasta en el folklore incluso. por eso es que me pondo en el lugar de la gente y debe ser muy bravo sobre todo para los veteranos como nosotros escuchar ciertas canciones con un hijo desaparecido o reviviendo aquella época, deber ser muy movido pero también es increible como se fue transmitendo de generación en generación, la cantidad de gente joven, gurises, niños que nos vienen a ver".
Mientras que Braulio López aporta que "cuando comenzamos esto hace medio siglo atrás nunca nos planificamos que íbamos a llegar a esto. Llenar teatros, estadios, festivales, eramos cantores de pueblo íbamos con amigos primero a los salones donde actuábamos para que nos acompañen. Todo muy artesanal que con los años se fue tecnificando, puliendo encontrando en los textos con gente que nos ayudó mucho como el Laucha Prieto, Rubén Lena, Víctor Lima, Serafín García y tantos otros. Por ejemplo Pepe le puso la música al 'Orejano' uno de los primeros éxitos de Los Olimareños o 'A Don José' de Rubén Lena que se convirtió en un segundo himno de Uruguay, piezas que traspasaron los tiempos y los años".
"Situacciones, golpes de estado, dictaduras, democracia y ahí vimos como resiste la canción cuando es pura y en lo artístico se juntan muchas cosas en la obra", agrega Pepe.
Pensando ya en el viernes 12 y en el Opera cuando se le preguntó sobre como se arma un recital así, contestaron a dúo que "es algo complicado que ponemos y que dejamos, es difícil porque entra la duda pero lo charlamos entre nosotros. Lo tenemos todo armado porque la canción habla por sí sola, la canción está y después juega la interpretación. La naturaleza ha sido muy generosa con nosotros, no hemos tenido problemas en las voces y esta la gran ayuda de nuestro disco duro".
Guerra bromeó al decir que "aveces bajo a la cocina a buscar algo y no me acuerdo que era, sin embargo las canciones están dentro de la cabeza y no se olvidan" (risas).
"Nosotros estamos integrados a una sociedad, no somos extraterrestes, se viven tiempos en forma circular se pasa siempre por el mismo lado. América Latina sufre los mismos problemas de los '60-'70 con otras condiciones de fondo pero es lo mismo y es por eso que las canciones no pierden vigencia. Lo bueno de esto o el mejor premio que uno se puede llevar es ver a la gurisada, a la juventud que se va sumando la familia entera, los amigos, la suerte que nos acompaña en el bajo el hijo de Pepe, Nicolás de 24 años que a su vez tiene su banda de funk. Y, en mi caso también tengo hijos que están con la musica cada uno en lo suyo pero que cantan además canciones de los Olima".
"Nuestro trabajo ha traspasado todas las generaciones y es como un tesorito quee construimos. El canto a dúo cuando surgimos nosotros no existía en Uruguay, después salieron otros como los compañeros de Larbonais-Carrero o en Argentina Los Indios Tacunau y tuvimos la suerte o la intuición de ir por un camino correxto en los textos y en la música, muy cuidadosos. Mucho concepto en cada tema y eso hizo la permanencia hoy de 50 años", destacó Pepe.
Por eso hablar de composiciones de la talla de "El beso que te di", "Canción para dormir al hijo de una lavandera", "Angelitos negros", "Milonga del fusilado", "Isla patrulla", "Jacinto Vera", "Huella en batalla", "El gavilán", "Del templao", "Los dos gallos" y "A mi gente", por citar sólo algunos ya son clásicos de la canción popular latinoamericana.
"El premio que nos podemos llegar cuando partamos es el aplauso sincero de la gente. debemos ser de los poquitos que quedamos con tantos años de carrera como Los Manseros con sus 60 años, los 4 de Córdoba 50, Los Carabajal poco más de 50 y nosotros, después paremos de contar", dijo Braulio.
Comentaron también que luego del Ópera, van a hacer conciertos muy puntuales como en su ciudad natal Treinta y Tres y en Paysandú en la Fiesta de la Cerveza.
"Por ahora es eso porque cada uno tenemos además una carrera solista, aunque uno siempre es inquieto y sigue componiendo que es la cosa que tiene el arte, no tiene tiempo ni espacio", afirmó Pepe.
Se refirieron además al momento de la música popular latinoamericana al destacar que sigue siendo importante la composición de aquella época la prueba esta que en el folklore por ejemplo siempre se recurre a la obra de los grandes como Yupanqui, Leguizamón, Castilla, Falú, no se mueven mucho de ahí lo que significa que hay un bajón, faltan poetas".
"Siempre pongo el ejemplo del tango -comenta Pepe- los tangueros toman el repertorio de los Manzi, Ferrer, los Expósito, Discepolo, veo cierta decadencia sobre todo en las letras, la música se mantiene".
"El ejemplo claro es Piazzolla que cuando salió todos lo discutían decían que no era tango y hoy es más tango que nunca. A esos creadores hay que sacarles el sombrero. Siempre la renovación cuesta un tiempo y hoy siento que hay mucha repetición y es un poco la cosa utópica que tiene el arte, casi ilógica y veo que faltan esos grandes. Cuando nosotros comenzamos surgieron los Galeano, Benedetti, Zitarrosa, Viglietti, Estremín, el Dino con su Milonga de le pelo largo, son producto de un tiempo que pasó y los porfiados eramos nosotros que íbamos contra la corriente, pero gracias a Lena le encontramos la identidad al canto del Uruguay y de latinoamérica", refleja Braulio.
"Recuerdo -continúa Braulio- que Lena siempre contaba la historia de un congreso en Venezuela donde había exponentes de todas las culturas de los países. Cada uno tenia su mensaje los argentinos con sus zambas y chacareras y cuando le tocó el turno a él representando a Uruguay, recurrió a Adiós muchachos o a la retirada de murga. Bueno ahí se dio cuenta que faltaba un sentimiento del canto uruguayo".
"En los inicios cantábamos cosas de Antonio Tormo de la Tropilla de Huachi Pampa, pero luego sentimos que estaba eso muy bueno pero sentimos que había que cantar cosas del mismo Zitarrosa, del Sabalero y de esa forma fuimos creciendo en las letras y músicas originales", agregó Pepe.
- ¿Le quedan cosa pendientes?
Pepe Guerra: A mí no. Aveces pienso que siempre te quedan cosas pendientes pero la vida te da todo y es por eso que hay que vivir cada momento, aunque a nivel social se viven tiempos difíciles".
Braulio López: Yo hubiese querido hacer muchas cosas más. Como ver otras realidades en Latinoamérica, en la sociedad ni hablar, el apoyo a la cultura que siempre es mínimo como si fuera un volcan. Por eso es que en todos los géneros, la literatura, el teatro, la música, debemos unirnos y buscar todos juntos una cultura popular fuerte".
"Y ser concientes que cultura es todo la forma de tomar mate los uruguayos, la forma de los argentinos, el boludo de ustedes o el ta y bo nuestro, todo es cultura y hay que defenderla", concluyeron a dúo.
Con una estética que se ha nutrido del cancionero de la música popular contemporánea y latinoamericana, Los Olimareños cuentan con 44 discos editados, recorrieron el mundo tenero y obtuvieron innumerables discos de oro y platino. Más que un dúo de canto popular se han convertido en un fenómeno social irrepetible.